No son pocas las tácticas para prestar servicios mínimos que han desarrollado los camellos españoles durante la cuarentena. El gremio se ha esforzado para proveer a sus clientes de lo que para muchos son servicios esenciales, los estupefacientes en alguna de sus formas. Pero, llegados a este punto, tras más de dos meses de confinamiento parece que ya hay a quien se la suda disimular. Que la Nueva Normalidad nos ha traído, paradójicamente, una nueva ausencia de miedo. Prueba de ello es el camello de Barcelona que fue detenido este fin de semana por transportar en patinete nada más y nada menos que 15 kilos de hierba.
Sucedió el domingo pasado, hacia las 22:00 horas. Una patrulla recorría tranquilamente la ciudad para garantizar que el toque de queda -que no se llama toque de queda pero es un toque de queda- se cumpliera cuando se topó con dos individuos a lomos de sendos patinetes. Uno de ellos portaba una enorme bolsa de basura negra y ambos conducían el vehículo zigzagueando por la calle Cristóbal Maura.
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Cuando les dieron el alto los hombres aceleraron e intentaron huir del lugar, pero finalmente lograron pescar a uno de ellos, al de la enorme bolsa de plástico negra. En ella resultó haber ni más ni menos que 15 kilos de hierba, lo que en el mercado local, a 8 euros el gramo, habrían sido 120 000 euros. El hombre, de 25 años de edad, pasó a disposición policial, acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas, además de por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad. Por ir en patinete, ese vehículo de reminiscencias inocentes e infantiles para fines tan poco nobles no le pusieron multa. Aunque bien la habría merecido.
Sigue a Ana Iris Simón en @anairissimon.
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