La canción del Mercadona. La dichosa canción del Mercadona. Seguramente es el jingle más tarareado de la historia reciente por su inexplicable poder al inocularse en el cerebro involuntariamente para seguir allí durante horas sin escapatoria alguna. Te suena, ¿verdad? Gran parte de la culpa, por no decir toda, recae sobre su anónimo creador. Anónimo hasta ahora.
Lluis Miquel Campos nunca ha hablado con los medios sobre este cometido. Pionero en el estallido de la Nova Cançó del País Valencià en los 60 con su grupo Els 4 Z, este valenciano de 74 años cofundó y dirigió el mítico estudio de grabación Tabalet de Alboraya, Valencia, lugar de culto del panorama musical valenciano que también cuenta con un largo recorrido en la creación de jingles publicitarios. Aquí es donde entra Mercadona, pero todo a su debido tiempo.
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Después de una ristra importante de emails con el objetivo de encontrarle, contacto con él para que me explique cómo se forjó tan portentosa obra y qué tipo de repercusiones ha tenido la canción —LA CANCIÓN— en su vida, tanto a nivel personal como profesional. Prepárate porque lo que viene a continuación es una historia memorable con Mercadona como coprotagonista.
VICE: Hola, Lluis Miquel. ¿Cómo llega un músico que produce y crea música de la Nova Cançó del País Valencià a idear la canción del Mercadona?
Lluis Miquel: Monté los estudios Tabalet en 1977 con un amiguete de Barcelona porque en el País Valenciano no había estudios de grabación, y para grabar los discos con mi grupo, Els 4-Z, tenía que ir siempre a los estudios EMI-Odeon en la Ciudad Condal.
Mi amigo y yo nos echamos al ruedo y cogimos una alquería que convertimos en nuestro estudio. Como estudié Bellas Artes y estaba en el mundo de la publicidad, comencé a ganarme clientes de los alrededores para ingresar dinero. Uno de mis primeros clientes en el 77 o 78 fue la red de supermercados Doña Amparo, también creados por Juan Roig. Les hicimos un jingle, los primeros anuncios de radio y alguna cosa más.
Al poco tiempo, Doña Amparo desapareció y se creó Mercadona. Ocurrió lo mismo: les hacía faltan las megafonías de las tiendas, falcas de radio y demás. Fue entonces cuando cree el (famoso) jingle.
¿Y cómo fue el proceso creativo?
El famoso “Mercadoooona, Mercadona” se me ocurrió a mí solo en el despacho. Teníamos un mes para hacer todo el encargo, que entre otras cosas había que crear un jingle para el spot. Normalmente cuando compones, coges el piano y empiezas a tantear, pero esta vez fue distinto.
Sencillamente me vino la melodía a mi cabeza. La tarareé varias veces y luego encajé la marca. Hay veces que una canción la compones en 5 minutos sin querer y otras que le das más importancia y tardas varios años.
Después subí al estudio donde se encontraba el músico y le canté otra vez el “Mercadooona, Mercadona”. Teníamos la parte central, el motor, lo que se denomina botón, pero después se complicaba porque había que hacer una pieza de 30 segundos, otra de 1 minuto y una más de 2 minutos. Para hacerlo se necesitaba un desarrollo musical completo.
¿La cantante que todos conocemos fue la que grabó en Tabalet a finales de los 70?
Al principio canté yo para la maqueta que presentamos a cliente. Una vez la aprobaron, contamos con un coro y el grupo completo para grabar la sintonía. En cuanto al botón, que es la parte famosa de la canción, estoy bastante seguro que fue la que grabamos al principio.
Después hicimos una versión de Pascua, otra veraniega, coros con niños para Navidad, con olas de fondo del mar: un montón de versiones de la canción original.
¿Y fue Juan Roig quien te encargó la canción?
No, fue alguien de su equipo. Las oficinas de Mercadona estaban muy cerquita de Alboraya, en Tabernes Blanques. Como trabajábamos para ellos tenía un par de personas allí para encargarse de la publicidad, pero vamos, que con Juan Roig he hablado muchas veces, por ejemplo en eventos culturales.
La compañía de supermercados Mercadona registró la canción el 12 de noviembre de 2014. ¿Tú cobras royalties?
No, nada. Pero no tengo ningún tipo de remordimiento, aunque cueste de creer. En esa época tenía muchísimo trabajo porque empezamos a grabar con muchísimas bandas de música, de rock o folclore, y simplemente no registré la canción. Supongo que Mercadona pensó: “ostras, este jingle no lo tenemos registrado”. Me parece normal. En serio, no me sabe mal, ni pienso que me lo han robado. Supongo que no me avisaron porque quizás ni saben quién era el creador.
Sabes qué pasa, que conozco a Juan Roig desde los tiempos de Doña Amparo y me parece una excelente persona que hace muchas cosas por Valencia. Su mujer también, que ha creado una fundación de recuperación de obras artísticas. Y a mí el tema del dinero nunca me ha preocupado demasiado. Quien me conoce sabe que no soy el tipo de persona que solo piensa en el dinero.
Por otro lado, también hemos hecho los jingles con todo lo que iba alrededor de los juguetes Famosa, Licor 43 o Nenuco. La canción de “Los juguetes de famosa van camino del portal” se creó en Tabalet, igual que la canción del barco pirata de Playmobil. Esos proyectos sí que contaban con derechos de autor y de creación artística nuestra.
¿Y cuánto te pagaron en aquel entonces?
No lo recuerdo, pero, no sé, unas 100.000 pesetas —es decir, 600€—. Quizás me equivoco, pero algo así sería. No creas que fue mucho más. Además nosotros nos abríamos al mercado, por lo que nos interesaba trabajar. Justo después, vinieron marcas de fuera que querían trabajar con nosotros.
Me imagino que sentirás cierto orgullo por haber creado “la Macarena” de los jingles publicitarios.
Sí. Desde hace muchos años los amiguetes y conocidos se acuerdan de mí por la canción. No es muy raro que la gente de por aquí sepa que ese jingle se hizo en Tabalet. Me alegro que la gente se haya enterado que lo hice yo, es un trabajo de sótano que no se suele conocer. Por ejemplo, yo no sé quién hizo el jingle de Coca Cola o de alguno otro conocido.
Pero ya te digo. Salió la noticia que te hablaba antes cuando Mercadona registró el jingle y me nombraban. Que lo había hecho Lluis Miquel de los estudios Tabalet. Me sorprendió porque yo no había concedido ninguna entrevista sobre esto. Es la primera vez que hablo tanto con un medio por la canción porque en 2014 no hice declaraciones.
Menuda relación con la cadena de supermercados. ¿Actualmente compras allí?
Sí, además tengo uno cerca de casa, que me viene muy bien por comodidad. Podría ir a cualquier otro sitio, porque es una de las pocas libertades que nos queda, pero compro allí. Además, alguna vez me he encontrado a Juan Roig.
¿Y tienes algún producto favorito de Mercadona, como el famoso hummus o guacamole?
No, la verdad es que no me viene ningún producto en concreto.
Para terminar. ¿Qué ocurrió con los míticos estudios Tabalet? Cuando empecé a investigar sobre este tema leí que habíais cerrado, pero que se volvieron a abrir.
En 2010, Canal 9 nos debía entre 300 o 400 millones de pesetas —entre 1,8 y 2,4 millones de €— en doblajes. Hacía como 3 o 4 años que no pagaban o pagaban en parte, y un negocio como ese tenía muchos gastos porque había que pagar a directores de doblaje y dobladores, técnicos y demás. Me dejaron ahogado hasta que tuve que hacer un concurso de acreedores y tuve que cerrar con una deuda que nunca he recuperado.
Era un estudio que funcionaba muy bien. Llegamos a ser 26 personas en plantilla, más músicos y colaboradores. Estábamos al nivel de Barcelona y Madrid. Puedo decir que me lo cerraron, pero luego lo entiendes con lo que se hizo con el dinero público en la visita del Papa, los trajes de Camps o la F1. Como siempre, los currantes lo pagamos, igual que los 1800 empleados de Canal 9 que había en la televisión autonómica.
Desde hace uno par de años fue reabierto como estudio de grabación y doblaje por César Lechiguero y ahora es Alboraia Art Studio.
Muchísimas gracias, Lluis Miquel. Ha sido un placer conocer tu historia.
Gracias a ti.
Sigue al autor en Twitter: @jordillorca