Sexo

6 parejas nos muestran los juguetes que usan durante el sexo

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Al sexo solemos acompañarlo de objetos para potenciar nuestro placer y crear un ambiente de relajación, diversión y erotismo: prender velas, usar ropa o accesorios que nos hagan sentir sensuales, fajar en una tina mientras nos recorre el agua caliente, beber una o dos copas de vino. O un vibrador, un dildo, un succionador de clítoris, un plug anal, o algo más.

Hay quienes elogian a los juguetes sexuales y quienes los miran con escepticismo; lo cierto es que tienen la posibilidad de agregarle sensaciones nuevas al sexo: son un puente entre la tecnología y el placer y son exclusivamente diseñados pensando en el disfrute humano.

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Hay desde económicos y accesibles, como las balitas vibradoras o los objetos que pueden convertirse en juguetes si utilizamos nuestro ingenio, y otros de lujo que cuentan con mecanismos innovadores y alucinantes. Si sacamos provecho de la tecnología para comunicarnos, consumir entretenimiento, conectar a distancia, ligar, y más, ¿por qué no aprovecharla también para explorar nuestro placer sexual? Estas seis parejas nos cuentan cómo han introducido juguetes sexuales a sus encuentros y qué les han enseñado.

Cinthia (25) y Franco (25)

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Foto cedida por Paola Aguilar

Cinthia: Me llevé un succionador de clítoris cuando estaba estudiando fuera y estábamos lejos; fue un accesorio increíble para nuestras sesiones de sexo virtual, sentí que con el juguete estaba conectada con él. Fueron meses difíciles pero fue lindo saber que podíamos excitarnos a la distancia. Después utilizamos el Lush para una sesión de fotos y para grabarnos, también disfrutamos usarlo con la penetración o mientras él me da sexo oral.

Franco: Me encantó ver cómo Cinthia se exploraba y yo ser testigo de sus descubrimientos, me hizo sentir como que conectamos de una manera muy diferente. Siento que los juguetes han sido un catalizador de la intimidad a un nivel más profundo de lo que ya era. 

Cinthia: Hemos aprendido a desmitificar la masturbación y quitarle el estigma a los juguetes, que no solo tienes que usar tus dedos para masturbarte, y que el sexo no tiene que ser solo penetración de un pene. Ahora puedo ver más allá de la penetración y explorar más mi cuerpo y mi placer, es toda la confianza que me da Franco y también que yo misma me he dedicado a conocerme.

Roberta (43) y Mario (45)

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Foto cedida por Paola Aguilar

Tenemos varios juguetes, pero el que más disfrutamos es el we-vibe, que por su forma se introduce en mi vulva y estimula por dentro. Al momento de la penetración a él también le estimula el glande y es algo que disfrutamos mucho los dos. Al ser tan pequeño y flexible se puede utilizar en otras zonas erógenas. Sus diferentes modos de vibración hacen que la estimulación sea distinta a la que se puede recibir con las manos.

Después de 14 años de casados hemos aprendido que debemos darle variedad a nuestra vida sexual, empezamos utilizando un anillo y poco a poco fuimos experimentando con otros juguetes. Aunque algunos nos han parecido poco prácticos o que no nos estimulan de la forma en que nos gustaría, en el camino hemos aprendido a diversificar y romper la rutina en nuestra vida sexual.

Después de tantos años juntas, las parejas pueden empezar a tener una vida sexual rutinaria y aburrida —hacerlo el mismo día, a la misma hora e incluso la misma posición sexual—, nosotros decidimos que no queríamos vivir eso en nuestra vida sexual, así que buscamos nuevas formas de experimentar y los juguetes fue una de ellas, ha sido muy divertida porque podemos probar sensaciones distintas con cada uno.

Alicia (31) y Fran (26)

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Foto de Francisco Sagle

Alicia: A mí empezar a usar juguetes sexuales en pareja me vino muy bien porque creo que es la parte tangible de decir que estamos cogiendo por placer y por procurar pasarla bien. Y más si ya llevas un rato con tu pareja y quieres algo para sumar, porque lo que un juguete sexual hace para nosotres es vibrar de una manera que el cuerpo no puede orgánicamente. Eso me ayuda a mí para procurar el orgasmo y también para hacer más deliciosas prácticas que solo se enfocaban en el placer de él, como el coito. 

Por eso amo mucho los anillos vibradores, o aquellos juguetes que se pueden acomodar en la vulva durante el coito, pues de esta forma recibo también estimulación en mi clítoris. Uno de ellos es el Ringo, de Meibi, que además por su forma lo puedo usar también de manera individual.

Laura (24) y Alejandra (25)

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Foto cedida por Paola Aguilar

Mi novia y yo tenemos tres juguetes sexuales, pero nuestro favorito es un dildo con vibración que compramos en Ladylike. Tiene doble punta, para que las dos podamos tenerlo dentro al mismo tiempo y sentir las vibraciones. Al principio fue un poco raro; si bien yo no disfruto tanto de la penetración, a ella le gusta sentir el movimiento, vibración y calorcito mutuo. Muchas veces solo nos gusta acercar alguna de las puntas al clítoris para estimularlo con la vibración. 

Realmente no es indispensable para tener intimidad y sentir placer, pero le ha dado diversidad y se ha vuelto hasta un chiste local, siento que son de esas cosas que nos unen mucho como pareja. Además del placer físico que nos pueda ofrecer, nos ha ayudado a explorar otras sensaciones y conexiones entre nosotras.

Ghael (36) y Muhammad (30)

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Foto cedida por Paola Aguilar

En la pandemia nos separamos: él se fue a vivir a la playa y yo me quedé en la ciudad. Un amigo nos recomendó un estimulador de próstata; yo me lo introduzco y él tiene la app para controlarlo, entonces quedamos a ciertas horas. Al principio fue un poco raro, como la primera vez que tienes sexo con alguien, pero el que él tenga el control del juguete a la distancia hace que la intimidad se dé más fácil, por videollamada o mensajitos. Ahora cuando nos vemos lo usamos también. 

Ha sido muy divertido, incluso con él hemos descubierto un kink de juegos de poder, en donde yo lo uso mientras estoy en un lugar público. Mi experiencia con los juguetes antes de esto era la de entrar a una sex shop como si fuera un museo: observaba, pero no llegaba más allá de comprar un lubricante. Esta nueva dinámica nos ha ayudado a expandir los límites de mi placer y sexualidad.

Lucía (29), Pablo (30) y Alicia (29)  

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Foto cedida por Paola Aguilar

Recientemente me volví fan del strap-on y tengo un amigo al que le gusta mucho que lo use con él. Este año incorporamos a una amiga suya; ahora nuestros encuentros son de tres y me encanta usarlo con ella también. Además tiene para ponerle dildos de diferentes tamaños para cada gusto. Nos gusta mucho usarlo así en tres porque podemos jugar al trenecito, estar enchufadxs lxs tres al mismo tiempo. A veces yo estoy en medio usándolo con ella mientras él está detrás de mí o a veces él está en medio y yo soy el cabús del tren.

De la experiencia aprendí que sí puede ser muy hot usarlo y que solo hay que perderle el miedo y agarrarle la onda. En el pasado había usado con otra amiga que me pidió que me lo pusiera pero no le entendí y pensé que no era lo mío, ahora me gusta mucho ver cómo les gusta que los use con ellxs y sus caras de felicidad.