Drones militares, drones de pastoreo, drones de reparto; muchas nuevas tecnología han aparecido desde el reciente boom de los drones. Y esto es solamente el inicio. Ahora los drones están siendo integrados con identificadores de radiofrecuencia (RFID por sus siglas en inglés) para que las empresas puedan dar seguimiento a sus inventarios.
Imagina esto: algunas veces a la semana un gerente de ventas toma un sujetapapeles y camina alrededor de un lote de autos para ver qué es lo que se encuentra en la propiedad. Esa información luego se introduce en una computadora y se administra a través de un software distribuidor de autos que mantiene los datos de todo, desde el modelo del auto, hasta el precio y su valor de mercado.
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Esa es la manera clásica de tomar el registro de inventario, pero consume tiempo y es ineficiente.
Ahora, con la llegada de los drones, una flota de asistentes aéreos puede automatizar el monótono procedimiento de inventario. Estos drones se pasean por los exteriores para recolectar información sobre qué artículos están disponibles y dónde.
AGE Steel, un proveedor en los Emiratos Árabes Unidos, comenzó a utilizar drones RFID en 2015 para localizar pipas, bobinas, varillas y láminas. Desde entonces, de acuerdo con el director de administración Asim Siddiqui, su habilidad para localizar artículos en un lote exterior de 88.258 m2 “saltó de cerca de 70% a un 99.8%”.
“Nuestro principal problema era empatar el inventario del sistema con el inventario físico”, Siddiqui me cuenta, hablando por teléfono desde su oficina en Dubai. “Algunas veces nuestras computadoras podrían mostrar que teníamos una pieza en particular, pero no podíamos localizarla cuando la necesitábamos”.
Localizar ítems más rápidamente significa que los pueden enviar más rápido. El tiempo promedio de carga se redujo de nueve a cerca de cuatro minutos después de que se introdujo el lector de tags RFID, de acuerdo con Siddiqui.
Los drones de AGE Steel fueron creados por Exponent Technology Services, una compañía basada en los EAU que también tiene una oficina en Montreal. Su modelo monta un lector RFID sobre un pequeño vehículo aéreo no tripulado. El dron equipado con RFID sobrevuela los bienes, que están marcados con etiquetas activas RFID y colecta los datos.
Los drones son funcionales en temperaturas que alcanzan a ser inferiores a los -35ºC, haciéndolos capaces de sobrevivir un crudo invierno canadiense o también hostiles desiertos como en los Emiratos. Maroun Hannoush, CEO de Exponent North America, dice que esta tecnología podría transformar las industrias del acero, petróleo, gas, madera, retail, transportes y construcción, que son grandes negocios en Canadá.
De acuerdo con Hannoush, quien vive en Montreal, los problemas de inventario son comunes en varias industrias. “Una compañía americana de transportes nos dijo que tenían casos donde el inventario era cargado en el camión equivocado y lo que se suponía debía salir de California hacia Florida terminaba en Texas. Las cosas van a otros lugares todo el tiempo. Este tipo de errores cuestan a las compañías una enorme cantidad de dinero y tiempo”.
“Will I have to replace the drone every six months? Can it truly handle a Canadian winter?”
Hannoush dice que el costo puede variar para diferentes trabajos y distintas industrias. Cada dron está “diseñado únicamente” para el comprador. El precio es variable en función de “cuántos productos requieren ser escaneados, cuán seguido el comprador necesita el escaneo de ítems, la distancia entre cada artículo”, así como otros factores, señaló.
Algunos son escépticos de que los drones equipados con RFID sean el futuro.
Michael Carmichael, presidente de City Buick Chevrolet Cadillac GMC y vicepresidente regional del Humberview Group, uno de los más grandes grupos automotrices de Canadá, dice que para su industria el manejo de inventario es crítico porque “el inventario de autos usados es perecedero a medida que envejece”.
Si bien una solución para acelerar este proceso devorador de tiempo parece ideal, Carmichael dice que no es así de simple. Como negocio hay mucho qué considerar: “¿tendré que reemplazar el dron cada seis meses? ¿Puede realmente soportar un invierno canadiense? ¿Tendremos que tener los autos completamente limpios de escombros y nieve? Porque sé que si mando a mi auditor fuera, tocará cada auto y se encargará de rasparlo para poder revisar su número de identificación”.
ADASA, una startup de Oregon, ha estado desarrollando sus propios drones lectores de etiquetas RFID. Su fundador Clarke McAllister señala que la meta es “tener inventario de presión de botones, que es saber exactamente lo que tienes almacenado en todo momento”.
Tanto Exponent como ADASA solamente ofrecen modelos de exteriores por ahora, pero señalan que están trabajando en una versión de interiores. El Instituto de Flujo de Materiales Fraunhofer en Alemania también ha estado trabajando en un proyecto que podría revolucionar la forma en que el inventario es repasado dentro de bodegas. La meta de InventAIRy es crear “asistentes voladores de inventario” para reemplazar que la gente tenga que estar caminando y recolectando información sobre lo que hay en stock.
Suceda o no que los drones RFID se vuelvan la norma en Canadá, Carmichael cree que la “administración precisa del inventario” y que esto es la llave para el crecimiento de un negocio. “Tiempo atrás, solamente ponías una etiqueta de venta sobre un auto y esperabas que alguien lo comprara. Esos días quedaron atrás”.