Nunca antes en la historia de la Tierra los océanos habían tenido un estado tan deplorable como ahora: contaminados con aguas residuales, químicos industriales y plásticos; sufriendo una sobrepesca a niveles alarmantes; y padeciendo los efectos del cambio climático, como la decoloración del coral y el calentamiento del agua que afecta los patrones de migración y los ciclos vitales de las especies marinas e incluso podría causar más ataques de tiburón. Los océanos son un ambiente cada vez más inhóspito para miles de mariscos que los humanos consumen, gracias a nuestras actividades que ejercen una presión sin precedentes en la pesca mundial.
Otro factor importante que arrastra a la vida marina a una crisis es la acidificación de los océanos (OA), un fenómeno producido por las emisiones de carbono que afectan la cadena alimenticia desde las bases. Debido a que los humanos queman combustibles fósiles y talan bosques con desenfreno, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera se eleva por los cielos… y debe ir hacia algún lugar. Resulta que una porción importante de CO2 es absorbida por toda la superficie del océano, donde reduce el pH del agua e interrumpe la capacidad de formar corazas para los moluscos, y por tanto sobrevivir. Debido a que criaturas pequeñas como los pterópodos, un tipo de plancton, y las ostras mueren, el riesgo de una onda catastrófica en la cadena alimenticia crece, lo cual significa, en sus últimas consecuencias, que no habrá más ensaladas de atún, brochetas de pez espada o bagels con pescado blanco.
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Ya que las emisiones de carbono no muestran señales de detenerse, los científicos en el mundo trabajan en soluciones provisionales para ayudar a disminuir la cantidad de CO2 que el océano absorbe. Recientemente, la fundación Puget Sound Restoration anunció un plan interesante para plantar un bosque de kelp en una hectárea del Canal Hood, la parte más occidental del Sound. El kelp, una de las plantas que crece más rápido en el mundo, es famoso por sus capacidades de absorción de CO2 para la fotosíntesis. Científicos del Fondo de Restauración, en asociación con el Washington Ocean Acidification Center (WOAC) de la Universidad de Washington, esperan que su bosque de kelp —que será plantado en diciembre y florecerá el próximo verano— ayudará a restaurar los niveles normales de pH en el Sound. Si esto sucede así, los bosques de kelp podrían plantarse bajo el agua en el mundo para intentar disminuir la OA e impulsar el crecimiento normal de los deliciosos moluscos.
Hablamos con Terrie Klinger, codirectora de WOA, acerca de este proyecto.
MUNCHIES: Hola, Terrie. ¿Puedes contarme acerca de los efectos de la OA en las especies que nos proporcionan comida? Terrie Klinger: La OA disminuye la cantidad de iones de carbonato disponibles para los organismos y eso puede influenciar su habilidad para formar corazas. La evidencia hasta ahora indica que al menos algunas de las especies de moluscos se verán afectadas de forma negativa. Hemos podido observar esta situación en el estado de Washington y en Oregon; las ostras del Pacífico son vulnerables al cambio de pH y a las concentraciones de CO2. Esto sugiere que en el futuro, podría ser más complicado producir moluscos. Y se esperan aún más consecuencias para los mariscos, basados en modelos e información indirecta; aún tenemos que demostrar los efectos en las redes de alimentación. Pero uno se puede imaginar que el suministro de mariscos se verá mucho más afectado que solamente los moluscos.
Cuéntame sobre el proyecto de reforestación de kelp. ¿Cómo ayudará a enfrentar la OA? Sabemos desde hace mucho tiempo que la vegetación marina —plantas de ciénega, praderas marinas y algas— consume CO2 durante el proceso normal de fotosíntesis. Algunas de estas especies crecen realmente rápido y tienen la capacidad de asimilar cantidades sustanciales de CO2 para impulsar su crecimiento. El kelp en particular crece más rápido y es originario de Puget Sound, por lo cual parecía una buena idea probar la hipótesis de que el kelp era capaz de retirar cantidades importantes del CO2 acumulado en las aguas marinas mientras realiza el proceso de fotosíntesis.
Una de las razones por las que estamos comprobando el método en esta región es porque la industria de moluscos en el Pacífico Noroeste está muy interesada en encontrar soluciones que les permita cultivar moluscos. La cría de moluscos es muy importante aquí en Puget Sound y el kelp es una especie endémica, así que parece una convergencia conveniente. Asimismo, las aguas relativamente tranquilas de Sound hacen que el proyecto sea más viable aquí que en la costa más externa. La cría de moluscos en espacios con alto oleaje es casi imposible.
¿Podría ofrecer más beneficios el kelp además de ayudar a corregir el pH? l kelp es una especie importante en hábitats cercanos a la costa de la zona oeste. Proporcionan ambientes importantes para todo tipo de organismos, incluyendo especies que la gente consume, como diferentes tipos de cangrejos.
¿Qué harán después de cultivar el kelp? El kelp se comporta como una planta anual y si lo dejas en el océano, siguiendo las temporadas se marchitará y el tejido se degradará, lo que significa que el CO2 encerrado en esos tejidos será liberado de vuelta al mar. Para lograr el cambio de pH en el agua marina, debemos sacar el kelp. Una posibilidad interesante sería utilizarlo como biocombustible.
Ingenieros de biocombustibles están trabajando en convertir el kelp o la biomasa de algas en combustibles análogos de la misma manera en que la biomasa de maíz se convierte en etanol. Debido a las diferencias en la química herbal entre el maíz y el kelp, existen diferencias también en el proceso, pero al final se obtiene algo que puede usarse como combustible o aditivo para combustible.
Si los datos muestran resultados positivos, ¿qué posibles repercusiones podría haber para proyectos similares en otras partes del mundo? El kelp solo crece en zonas muy específicas; por ejemplo, no existe en los trópicos. Pero crece a lo largo de nuestra costa y en costas similares como en Chile y Europa, sobre todo en aguas templadas. Si hay resultados positivos, creo que lo primero será renovar los incentivos para la protección del estado natural del kelp, asegurándonos de cuidar lo que tenemos. En segundo, restaurar el kelp donde sea posible, donde el kelp pudiera haberse perdido. Eso sería bueno. Y, finalmente, hacer un cultivo avanzado en zonas adecuadas.
Suena genial. ¿Tienes algo más que agregar? Me parece que una cosa que enfatizo es que la mejor manera de enfrentar la acidificación de los océanos es a través de las regulaciones y la reducción de emisiones de carbono. Mirando hacia el futuro, es lo más importante. Entre tanto, tratamos de encontrar los remedios que ayuden a procurarnos más tiempo para arreglar las cosas, pero no son ningún sustituto.
Gracias por hablar con nosotros, Terrie.