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Encontraron fósiles de un ave de 3.6 metros de altura y 450 kilos en Crimea

​Concept art of Pachystruthio dmanisensis. Image: Andrey Atuchin

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

El extinto Pachystruthio dmanisensis fue una especie de ave gigante que vagó por las llanuras de Europa del Este hace 1.5 y 2 millones de años.

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Esta épica ave tenía una altura asombrosa de 3.6 metros y pesaba aproximadamente 450 kilos, lo que lo convierte en el ave más grande de Europa conocida por la ciencia.

Nunca se había documentado un ave de “un tamaño tan impresionante en el hemisferio norte en general”, según un grupo de investigadores dirigidos por Nikita Zelenkov, paleontólogo de la Academia de Ciencias de Rusia, quien publicó los resultados recientemente en el Journal of Vertebrate Paleontology.

“Me sorprendió mucho ver este hueso, porque no esperaba tantas aves gigantes en Europa”, dijo Zelenkov a Motherboard en un correo electrónico. Los restos fueron encontrados en la Cueva de Taurida, que fue descubierta el año pasado por trabajadores que estaban construyendo una autopista entre las ciudades de Simferopol y Kerch, en Crimea.

En el título del peso pesado del mundo de las aves, el P. dmanisensis solo es superado por las aves elefantes de Madagascar y los mihirungs de Australia, que tenían masas de más de 680 kilos.

En contraste, los avestruces, que en la actualidad son las aves vivas más grandes de la Tierra, pesan 160 kilos como máximo.

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Fémur fosilizado del Pachystruthio dmanisensis en comparación con el fémur de una avestruz. Imagen: Nikita Zelenkov

Debido a que el P. dmanisensis es una especie tan inusual, Zelenkov y sus colegas no están seguros de dónde encaja exactamente en el árbol genealógico de las aves. El equipo está buscando otros huesos, especialmente cráneos, que podrían ayudar a determinar su relación con otras aves, mientras estudian los fósiles de las cáscaras de huevo que podrían arrojar luz sobre el surgimiento del animal en Europa.

La anatomía del fémur del ave sugiere que se trataba de un velocista, lo que puede significar que a menudo huía de animales que se encontraban en la parte superior de la cadena alimenticia.

“Solo podemos especular sobre los alimentos y los depredadores, pero una dieta herbívora parece más probable, algo parecido a lo que ocurre con las avestruces”, dijo Zelenkov. “El hecho de que esta ave gigante conservara la capacidad de correr bastante rápido nos dice que los depredadores desempeñaron un papel importante en su ecología y evolución”.

Es posible que los primeros humanos fueran uno de los depredadores de estas aves, cazándolas en busca de carne, huesos, plumas y cáscaras de huevo, dijeron los autores en el estudio.

Algunas de estas preguntas sin respuesta podrían resolverse gracias a futuras excavaciones en la Cueva Taurida. Además de los fósiles de las aves gigantes, los paleontólogos descubrieron restos de tigres dientes de sable, antílopes, bisontes, hienas y otros animales del Pleistoceno en el sistema de cuevas.

“Todavía hay muchos sedimentos por excavar”, dijo Zelenkov, “así que definitivamente habrá nuevo material en algún momento”.