Música

Alex Young: “Yo empecé a hacer minimal más por disgusto que por gusto”

Estaba sin camiseta y en shorts, por lo cual resaltaban los tatuajes de su pecho y cuello. Estaba todavía sudado, claro, acababa de bajarse de una estructura de más de tres metros de altura en donde estaba su set en la piscina del hotel Renaissance en Aruba, lugar en el que se dio el cierre del Love Festival Aruba. Eso fue el lunes, tres días antes, el viernes, se había montado en el escenario dedicado al tech house en una de las playas de la isla, como parte del line up de artistas para la tercera edición del festival.

Y ahí estaba, fumándose un cigarrillo a la orilla de la piscina donde por lo menos 30 personas estaban tirando paso sobre el agua. Ahí, en Aruba, a más de 960 kilómetros de Colombia, estaba el personaje que desde 2007 se convirtió en uno de los pioneros de minimal en el país. Ahí, en el lobby de ese hotel, nos sentamos a hablar con Alex Young, el mismo que ha sonado un montón de veces, desde hace un buen rato, en los sets de Richie Hawtin y ahí, en las sillas más cercanas al bar donde todavía sonaba música de fondo, tuvimos una charla con él sobre la tendencia minimal y su caída, el estado de la escena electrónica latinoamericana, las razones por las cuales se fue del país y el sello underground en el que está trabajando en este momento.

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¿Cómo empieza tu relación con lo que era en ese momento la tendencia del minimal?

Lo descubrí gracias a un seminario que tuve con un productor musical del estudio de los Beatles en Liverpool. El loco me decía una cosa muy sabia y es que uno no tiene que concentrarse o fijarse en los géneros que a uno más le gustan, sino por el contrario, fijarse en los géneros que menos le gustan y tratar de hacerlos mejor. Cuando yo empecé a producir música, empecé con trance progresivo en el 2005, 2006. Luego empecé a hacer minimal y techno porque me parecía un género con muchísimo potencial, y yo tuve la idea loca de que podía hacer un minimal mucho más de pista de baile, un poco más explotable comercialmente. Entonces empecé a meterle cosas muy simples de los bass lines del house y cosas un poco más percutivas del techno y así fue como empecé a hacer minimal, más por un disgusto que por un gusto.

¿Cómo fue que llegaste a los oídos de Richie Hawtin y cómo eso potencializó lo que estabas haciendo en Colombia y tus posiciones en los charts de Beatport?

Yo creo que fue al revés. Primero fueron los charts de Beatport, yo empecé a sacar tracks un poco diferentes a lo que estaba saliendo del minimal en esa época, con cortes muy asincopados, con mucho groove y muchos artistas comenzaron a tocarlo. Supongo que Richie se dio cuenta que muchos artistas estaban tocándolo y le gustó, así que comenzó a ponerlos, ¿me entiendes? En realidad nunca ha habido una relación muy cercana con él, siempre ha sido muy distante, pero lleva cerca de siete u ocho años tocando mis tracks.

¿Se conocieron en algún momento?

Nunca. Bueno, sí. Nos vimos en Playa del Cármen hace cuatro años más o menos, nos encontramos, pero a mí no me gusta meterme en sus aspectos artísticos, ni personales, entonces solo lo saludé y ya. Hago mis cosas de manera un poco ermitaña.

Ya llevas un tiempo por fuera del país, ¿qué pasó y qué hizo que te fueras?

Fue una conjunción de muchas cosas. En realidad yo llevaba dos años sin tocar en Bogotá, mi ciudad. Y se me cerraron muchas puertas cuando me empezó a ir muy bien, mi familia trabajaba con el Gobierno de Uribe en esa época y fue un puto problema, porque mi familia demandó al Gobierno por un problema con el ejército. A ellos les tocó migrar para Estados Unidos, y a mi me tocó migrar para Argentina. Allá viví un tiempo y estaba también divorciándome, entonces fueron muchos aspectos que me llevaron a migrar hacia México. Super agradecido con el público, con la gente allá que me acogió. Ya llevo cinco años, ya estoy naturalizado mexicano y todo va super bien.

¿Sentiste que hubo un momento en tu carrera en el que estuviste en los charts de Beatport y luego desapareciste de la escena y perdiste un poco de protagonismo? ¿Cómo fueron esas transiciones?

Claro, obviamente siempre hay transiciones, siempre hay evoluciones dentro de la música electrónica. Dentro del minimal hubo una evolución no tanto positiva, personalmente y musicalmente hablando, pero siempre estuve ahí produciendo tech house y techno. Lo mío hoy en día es el techno con un poco de tintes más latinos, igual que lo que hacía en el minimal, y hasta el momento va bien.

¿Cuál es tu relación con las tendencias que están abarcando el mundo de la electrónica en este momento? ¿Sientes que eres una persona que se pega a la ola de cierto género y lo explota?

Trato de no ser tendenciero, trato de escapar un poquito de la tendencia. Salir un poco de la tendencia, hacer cosas diferentes y raras, eso me parece que es importante dentro de los sets, que los DJs tengan tracks para hacer transiciones, para hacer cortes, un cambio de gamas, para hacer un poco más coloridos.

¿Quiénes son tus ídolos en este momento?

Yo no tengo ídolos, yo soy medio bipolar en el aspecto en que de todo lo que está en el mundo, trato de escuchar lo bueno y lo malo, porque de ambas cosas se puede sacar algo. No hay una persona que yo encuentre perfecta, para mí todos los DJs, todos los productores cometen errores al igual que yo, todos cometemos errores. Dentro de la música comercial o la no comercial encuentras todo tipo de falencias en donde personalmente, como productor musical, digo “me encantaría meterle esto y lo otro”. Soy autocrítico y soy crítico de los demás, no en mal plan, sino en la cuestión de que todo se puede mejorar.

Hablando un poco de ese ser crítico, de los errores y todo esto, ¿cómo fue la relación con ese par de DJs colombianos con los que tuviste tus rayes?

fue más bien un aspecto comercial, no uno ideológico o artístico. Pero bueno, eso siempre pasa, siempre hay desacuerdos, siempre hay malos entendidos. Nada más de qué hablar.

Pero no fue uno de los motivos de tu salida del país…

No, olvídate, el dinero no tiene que ganar sobre todo.

¿A qué te dedicas hoy en día?

Yo estoy radicado en México, tengo un sello discográfico llamado Techno Inc. supremamente underground, cero promoción, cero pretensión. Estoy sacando artistas que tienen propuestas nuevas, y con la intención de que la gente que realmente escucha música underground se dedique a buscar, a investigar, que se gasten horas para encontrar esta música, porque es música buena, pero no es algo que quiero que tenga todo el mundo.

¿Qué artistas estás firmando en tu sello, qué estás buscando?

Siempre busco cosas muy diferentes a lo que está en la tendencia, que puedan marcar alguna diferencia. Mantengo artistas de Irlanda, de Japón, de México, Colombia, España, de todo lado. Tampoco me fijo en una nacionalidad ni nada, no me gusta eso. Todos somos iguales y entran dentro de esta oportunidad que es darse a conocer.

¿Cuáles serían esos tres nombre que habría que tener en el radar?

De Colombia, por ejemplo, DJ Fronter me parece que tiene un potencial comercial más que artístico, él está enfocado muy bien en eso. Lo está haciendo bien y lo tiene claro. Deetech de España, es un Gallego que está haciendo las cosas como a mí me gustan, muy underground, muy raras, diferentes, pero con un estilo muy particular y muy explotable. Y Gabriel Ananda me ha gustado toda la vida, toco su música desde hace diez años y me parece una artista supremamente auténtica. Eso me gusta a mí, la autenticidad.

Después de cinco años en México y con todos los bollos en el país, ¿te sigues sintiendo colombiano, o sientes de alguna manera un dolor de patria?

Yo soy ciudadano del mundo. He vivido en muchos países ya, obviamente siempre me agarra la tierra, cosas como que la Selección Colombia para mí es la mejor selección del mundo y siempre estoy pendiente de lo que pasa, por ejemplo, en materia de la escena electrónica de allá. De hecho, ha pasado que me entero de cosas antes de lo que se entera la escena allá, porque me gusta estar empapado de qué es lo que está pasando, cómo evoluciona la escena; mi interés en sí, desde que empecé a producir música, es que la gente se de cuenta que sí se puede competir con el artista o con el productor europeo. No hay nada de diferencia, nosotros tenemos mucha cultura musical, nos hacen falta un poco de herramientas y de background en el aspecto económico, pero tenemos todo el potencial para explotarlo y para apoyarlo. Pero nos hace falta unirnos y apoyarnos en vez de echarnos mierda. Ayudarnos: ese es el punto.

Ya estando afuera, ¿cómo ves la escena latina en general y particularmente en Colombia?

Está escalonando de a poco, lo que pasa es que está siendo muy tendenciera, tiende a enfocarse mucho en ciertos géneros y encerrarse en eso. Me parece que debe haber más espacio para los artistas internos de muchos estilos, no es como que te inviten a un club una noche de puros artistas de techno, sino que hayan artistas de techno más groovero, más latinoso, más tech housero, techno más oscuro, más inteligente, más progresivo. Falta eso, dejar de ser tan sectario y tan estilados en el género.

En sudamérica se está sintiendo mucho una tendencia a rescatar la herencia andina y los sonidos ancestrales, hay cierto poder y cierta intención por volver a la tierra, ¿cómo lo ves tú?

Siempre hay tendencia por volver hacia esos estilos, a la etnia y lo tribal. Es normal pues en la pista de baile la tendencia es esa, la tendencia es el ritmo, el baile y la música tribal y la música étnica tienden a eso, entonces para mí no es extraño. Me encanta la música percutiva, sabrosa, oscura dentro de esa cosa misteriosa y esa cosa indígena, ¡me encanta!

¿Qué se viene para ti próximamente?

Yo siempre estoy sacando releases, vienen muchos releases interesantes, con cosas muy tribales y cosas muy étnicas también, y siempre tocando música para el dancefloor, para que la gente esté alegre.

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