Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Cuando una estrella explota y se convierte en una supernova, envía ondas de choque cataclísmicas que incineran todo lo que hay dentro de su radio de explosión. No es de extrañar que la aterradora idea de que nuestro mundo se termine, como parte de los daños colaterales de estas explosiones estelares, se haya convertido en un tropo común de la ciencia ficción (el videojuego Outer Wilds es un gran ejemplo).
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Si bien la humanidad ha evitado hasta ahora el encuentro con las supernovas peligrosamente cercanas, es posible que los terrícolas del pasado no hayan compartido nuestra buena fortuna, reporta un estudio publicado el martes 18 de agosto en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Encabezados por Brian Fields, físico de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, los investigadores proponen que una extinción masiva al final del período Devónico, hace unos 359 millones de años, fue provocada por la explosión (o explosiones) de estrellas cercanas.
La supernova habría estado más allá de la “distancia letal”, dijo el equipo de Fields, lo que significa que no podría haber acabado con nuestro planeta. Aún así, una explosión estelar a una distancia de unos 65 años luz habría bombardeado la atmósfera con radiación dañina e iluminado el cielo terrestre, incluso durante el día.
“Por supuesto, es inevitable preguntarse cómo se vería eso si tuvieras la suerte o mala suerte de presenciarlo”, dijo Fields en una llamada. “En su punto más brillante, emitiría más luz que la Luna llena”.
“La luz de la Luna se extiende sobre su superficie, por lo que no es un punto en el cielo”, agregó. “Pero una supernova sería un punto muy concentrado de luz brillante”.
Esta hipotética supernova, si existió, puede haber contribuido a una ya de por sí complicada combinación de presiones que enfrentaba la vida al final del Devónico, lo que finalmente inclinó la balanza hacia una extinción masiva extendida que mató a más del 70 por ciento de las especies animales.
La biodiversidad había estado disminuyendo durante millones de años antes de que comenzara una serie de extinciones importantes. Esos eventos culminaron en la Crisis de Hangenberg, que se estima que acabó con casi la mitad de las familias de vertebrados. Una capa de ozono debilitada puede haber sido el “mecanismo de muerte” de la crisis de Hangenberg, según un estudio reciente de la publicación Science Advances. En el nuevo estudio, el equipo de Fields describe cómo la radiación de las supernovas, conocida como rayos cósmicos, podría haber sido el principal catalizador de esta pérdida de ozono.
Recibir una lluvia de luz ultravioleta, rayos X y rayos gamma podría agotar la capa protectora de ozono, lo que causaría que una radiación peligrosa llegara a los ecosistemas vulnerables en la superficie. Los rayos cósmicos dañan el material genético y aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades como el cáncer, por ello es crucial mantener la capa de ozono intacta incluso en la era moderna.
Las estrellas gigantes a menudo se juntan con sus hermanas estelares pasando sus vidas en sistemas binarios con al menos otra estrella. Por esta razón, las probabilidades de que ocurran múltiples supernovas en un período corto de unos pocos millones de años son relativamente altas.
“Las estrellas gigantes son increíblemente sociales”, explicó Fields. “Lo que estamos sugiriendo es que dado que las estrellas gigantes nacen en grupos, si una te golpea, es completamente posible o incluso probable que otra también te golpee. Entonces, tal vez varios de estos eventos de extinción intercalados al final del Devónico podrían deberse a supernovas”.
De hecho, los rastros de la hipotética supernova pueden estar incrustados en sedimentos y fósiles de esta era perdida hace mucho tiempo, lo que podría proporcionar evidencia directa de una explosión si alguna vez son detectados en estudios futuros.
Los científicos ya han detectado la firma de una supernova reciente en isótopos radiactivos, que son variaciones de átomos normales, incrustados en el fondo marino. Estas partículas llovieron sobre la Tierra hace unos dos millones de años, después de que explotara una estrella a unos 160 años luz de distancia. Adrian Melott, coautor del nuevo estudio y profesor emérito de la Universidad de Kansas, ya ha propuesto que esta supernova puede haber contribuido a la extinción de la especie de tiburón gigante Megalodón.
Sin embargo, encontrar isótopos radiactivos que se remonten al Devónico será “una tarea difícil”, dijo Fields. Los isótopos de hierro que alertaron a los científicos sobre la reciente supernova no sobrevivirían cientos de millones de años. Solo el plutonio-244 y el samario-146 podrían revelar la presencia de una explosión tan antigua, pero seguirá siendo un desafío detectarla en los sedimentos del Devónico.
“Creo que la gente puede ser sorprendentemente inteligente, así que incluso si algo suena muy difícil, es mejor sugerirlo y ver si alguien puede resolverlo, que no mencionarlo”, dijo Fields. “Ese es el espíritu con el que estamos escribiendo esto”.
Si los científicos lograran esta hazaña, demostraría que las estrellas que murieron hace cientos de millones de años pudieron haberse llevado con ellas a la tumba a algunos terrícolas, alterando así el curso de la vida en nuestro mundo de manera definitiva. La detección de plutonio en esas antiguas muestras también revelaría, por primera vez, que las explosiones estelares son una fuente de este elemento exótico.
“Eso sería curioso porque no solo estaríamos aprendiendo sobre extinciones, estaríamos aprendiendo sobre astrofísica”, dijo Fields. “Estaríamos aprendiendo sobre la producción de elementos en los núcleos de las estrellas al observar cosas que murieron hace 360 millones de años”.
En caso de que te preocupe convertirte en una especie extinta a causa de que las estrellas cercanas a la Tierra decidan explotar uno de estos días, quédate tranquilo. Estamos mucho más allá de la ominosa “distancia letal” de cualquier estrella moribunda.
“No hay candidatos a supernova amenazantes cerca de nosotros en este momento”. dijo Fields. “Ese es un punto muy importante. No quiero incrementar la miseria de 2020″.
“Si te preocupan tus descendientes, entonces debes preocuparte por ello en escalas de tiempo de millones de años”, concluyó. “Pero no hoy.”