Siempre que ocurre un acontecimiento que te cambia la vida y que hace temblar la tierra, ¿qué hacen los humanos? Bueno, aparte de comprar papel higiénico como si no hubiera un mañana (porque limpiar su ano de alguna manera los salvará), parecen inclinarse hacia el contenido XXX, ya sea haciendo, viendo, escuchando, o incluso escribiendo porno.
Algunos autores cachondos con mucho tiempo libre han estado escribiendo literatura erótica centrada en la pandemia para capturar la nueva realidad que estamos viviendo. Si bien es admirable que estos autores de ficción erótica hayan mantenido su productividad mientras el resto de nosotros apenas podemos levantarnos de la cama, ciertamente nos han dado más que hacer mientras seguimos atados a dicha cama.
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Nos dimos a la tarea de leer algunas de estas novelas eróticas sobre el coronavirus para averiguar si estos autores fueron capaces de encontrar belleza en un mundo lleno de enfermedades y muerte. Esto fue lo que descubrimos:
The Physical Manifestation Of Washing My Hands Gets Me Off (La manifestación física de lavarme las manos me excita)
¿De qué trata?
La historia del prolífico autor erótico Chuck Tingle sigue un “enredo lésbico” (un poco exagerado, en mi humilde opinión) entre la protagonista a la que siempre se le olvida lavarse las manos y “la manifestación física de lavarme las manos”. Literal: “la manifestación física de lavarme las manos” es un personaje con “dos manos flotantes enormes” y un “hermoso cuerpo constantemente mojado con agua tibia y jabón”.
¿Qué tan sexy es?
Hay una escena de sexo medio apasionada en un hospital que a mí no me excito en lo absoluto, pero para aquellos con quirofilia (un fetiche por las manos), podría funcionar. Como Scrubhub de Pornhub. Este libro viene con consejos prácticos sobre la pandemia, y si te gustan ese tipo de cosas, vale la pena leerlo.
Kissing the Coronavirus (Besando al coronavirus)
¿De qué trata?
“La Dra. Alexa Ashingtonford es parte de un excelente equipo de científicos encargados de encontrar la cura para el devastador Coronavirus”, dice la sinopsis de Goodreads. “Poco sabía ella que terminaría enamorándose de él (coronavirus), en esta apasionada novela erótica viral”.
¿Qué tan sexy es?
Escrito por un tal M.J. Edwards, el libro personifica el virus en sí y, como revela la portada, lo retrata como un hombre musculoso “cubierto de pequeñas protuberancias verdes que los científicos llaman proteínas de espícula”. Honestamente, no me importa que humanize al virus pero las analogías me parecen terribles, sobre todo las relacionadas con la comida. El libro está lleno de frases como “tenía los pezones duros como tic tacs”, o “el COVID la envuelvió en sus brazos como si fuera el relleno de un burrito”. Por la premisa asumí que el libro me llevaría a un lugar feliz, pero todo lo contrario.
Además, la descripción de Alexa que tiene “enormes tetas, un gran culo y piernas bonitas” deja en claro que Edwards —que afirma haber escrito esto para pagar las cuentas porque perdió su trabajo— es otro millennial intentando usar la jerga de la generación Z, y termina pareciendo boomer.
Edwards también lanzó la secuela del libro en diciembre del año pasado, porque cualquier cosa podía pasar en 2020. Pero sigo recuperándome del trauma que causó el primero y no pude descargar un libro cuya portada se ve así:
Quarantined With The Billionaire: A Raunchy Lockdown Romance (En cuarentena con un multimillonario: un romance obsceno de confinamiento)
¿De qué trata?
Una mujer llamada Emma, que es virgen y tiene el cuerpo perfecto, se encuentra en la mansión de un mujeriego multimillonario el día que se anuncia el confinamiento. No tienen remedio más que quedarse en casa… y coger sin parar.
¿Qué tan sexy es?
Durante mucho tiempo ha sido un elemento básico de la ficción erótica que haya personajes hombres poderosos y toscos quitándole la virginidad y sometiendo a mujeres hermosas. Uno pensaría que después de años de soportar a Christian Grey, finalmente podríamos tener el buen sentido de exigir más. Pero aquí estamos una vez más, con otro libro que presenta al típico chico malo rico que desvirga chicas, casi sin consentimiento, apoyándose en la idea equivocada de que a las mujeres les encanta ser propiedad de alguien.
Entiendo lo atractivo de quedarte encerrada con un tipo ridículamente guapo con un pene “tan grande como mi antebrazo”, sobre todo porque en su mansión había suficiente comida para todo un año (la idea de no tener que hacer fila en el supermercado es muy excitante), pero como historia, no soporto el tema del macho alfa cuya cuenta bancaria es tan grande como su pene. Pero si eso no es problema para ti, adelante.
Covid-69: An Erotic Coronavirus Quarantine Story (Covid 69: Una historia erótica de cuarentena)
¿De qué trata?
Otra vez tenemos a una virgen, esta vez separada de sus amigos de la universidad que están de fiesta en los dormitorios mientras ella se encuentra encerrada en su pequeño estudio, hasta que su hermosa vecina rockera llama a su puerta con un problema de plomería.
¿Qué tan sexy es?
En muchos niveles, el sexo de este libro es un poco aburrido. Sin embargo, tal vez fue porque ya estaba harta de leer literatura mediocre que cuando llegué a este libro, me empecé a excitar. Quizá sea porque plantea una vida pandémica más allá del sexo de una manera muy real: la aplastante soledad que ha dejado el encierro, el conflicto en nuestra cabeza cada vez que conocemos a alguien a quien queremos abrazar (o en este caso, más que eso), el FOMO que sentimos cuando vemos a otras personas en Instagram pasándola bien. Estas experiencias compartidas hacen que te identifiques con la protagonista y elevan el acto sexual.
Courting the Coronavirus: A Positively Viral Love Story (Cortejando al coronavirus: una historia de amor positivamente viral)
¿De qué trata?
Esta es una historia invérosimil que involucra a una estudiante de ciencias con tetas grandes, un colisionador de partículas (que también sirve como máquina del tiempo), un virus que lo atraviesa para emerger como el Conde Covid en el siglo XIX y la búsqueda de nuestra heroína para traerlo de regreso al día de hoy, pero en lugar de eso se lo coge porque “tal vez siempre iba a tener a Covid dentro de mí de todos modos”.
¿Qué tan sexy es?
Otra versión antropomórfica del virus, esta historia ha sido criticada como una de las varias que se basan en el éxito de Kissing the Coronavirus. Y no es igual de mala; en realidad es mucho, mucho peor. El autor se esfuerza demasiado en tratar de hacer referencias al presente haciendo uso de palabras como “sugar baby”, Only Fans, y WAP. Está muy mal escrito y la trama, llena de misoginia, es terrible. Es tan malo que querrás desinfectarte la memoria a corto plazo.
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