La firme lucha de los 12.000 marineros españoles a los que Noruega niega su pensión

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

Imeldo Barreto trabajaba en la zona de proa del carguero noruego Berge Istra cuando oyó una enorme explosión al otro lado del buque. La popa se convirtió de repente en una llamarada gigante y comenzó a hundirse al tiempo que la proa se elevaba. Los marineros apenas lograban agarrarse a las barandillas para no caer al agua. En menos de cinco minutos, el Pacífico se tragó un barco que por sus dimensiones era incluso más grande que el Titanic.

Barreto logró escapar del efecto sifón del pecio. Pero al salir a la superficie lo único que vio a su alrededor fue el bote salvavidas que poco antes había logrado desenganchar del barco que ya no existía. Junto a la balsa encontró a uno de sus compañeros, Epifanio Perdomo, quien sangraba de manera abundante por la cabeza. Creyó que estaba muerto, pero solo estaba inconsciente. Lo sacó del agua, lo reanimó y ambos se dieron cuenta de que eran los únicos supervivientes de una tripulación de 30 personas. Era el 30 de diciembre de 1975, el primero de los 20 días que estuvieron a la deriva en medio del océano, sin apenas comida y agua, hasta que un barco japonés los encontró.

Videos by VICE

Cuarenta años después de un naufragio que les dejó con graves secuelas físicas y psíquicas, Barreto y Perdomo son dos de los 210 marineros españoles que han demandado al gobierno noruego para reclamar su derecho a cobrar una pensión por el tiempo que trabajaron en los buques de navieras de ese país y que el estado nórdico les niega.

Como ellos, 12.000 tripulantes españoles jubilados no cobran nada por los años que estuvieron embarcados en navíos noruegos hasta 1994. Entonces, Noruega se unió al Espacio Económico Europeo y firmó con España el convenio bilateral de la Seguridad Social por el que se reconoce a los trabajadores extranjeros y, por tanto, su derecho a cobrar una pensión aunque regrese a su país de origen.

Durante todo el tiempo anterior — los españoles comenzaron a trabajar en buques noruegos a partir de 1948 — el país nórdico dice que los marineros españoles no residían en suelo nacional, a pesar de trabajar en barcos de empresas nacionales, y que por tanto no estaban incorporados al sistema de protección social.

Muchos ancianos prefieren la cárcel a la soledad e inseguridad del mundo exterior en Japón. Leer más aquí.

“Nosotros pagamos siempre nuestros impuestos en Noruega y con ellos financiamos la educación, la sanidad, las carreteras en incluso cooperamos en el sostenimiento de las pensiones”, explica a VICE News Alberto Paz, portavoz de la Asociación Long Hope que agrupa a los tripulantes que han demandado al estado noruego, y quien durante 18 años trabajó en navíos de este país.

Un acuerdo entre España y Noruega para evitar la doble imposición hizo que los marineros españoles pagaran sus impuestos en el país nórdico. Más de un tercio de su sueldo fue a las arcas públicas de donde luego salía la financiación para sostener el estado de bienestar noruego, incluidas las pensiones, ya que el estado financia una parte de ellas. La otra parte se completa con la aportación de los trabajadores y los empleadores — el modelo que existe en España.

El problema con los marineros españoles, señala Paz, es que Noruega no permitió que ellos cotizaran a la Seguridad Social. “Los armadores dijeron que si tenían que pagar por los trabajadores extranjeros no serían competitivos y el estado les permitió ahorrarse el dinero de nuestras cotizaciones, y a nosotros, por tanto, tampoco nos dejaron pagar nuestra parte”, detalla el marinero jubilado.

Paz, de 62 años, estuvo 18 años navegando en barcos noruegos. En 1988 comenzó a trabajar en navíos daneses y por ello su pensión la paga Dinamarca. Pero nadie le reconoce sus dos primeras décadas laborales. “Mi prestación me permite vivir bien pero hay otros muchos compañeros que solo trabajaron en Noruega y tienen pensiones no contributivas y otros que apenas cobran entre 500 y 600 euros”, señala.

Este es el caso los dos náufragos del Berge Istra. Antes del accidente, Barreto llevaba trabajando 15 años en barcos noruegos. Después, jamás volvió a embarcarse en alta mar. Se quedó en su tierra, Canarias, y se dedicó a la pesca de bajura, siempre cerca de la costa. Ahora, con 81 años, cobra una pensión mínima, lo que le corresponde solo por el tiempo trabajado en España. “Ellos se portaron muy mal con nosotros porque no salieron a buscar el barco; dijeron que sí, pero nosotros no vimos ni un helicóptero ni ningún otro barco”, cuenta Barreto. Cree que si de verdad los hubieran buscado no habrían estado 20 días a la deriva. “Nos habrían encontrado pero nos dejaron tirados en la mar”, dice.

Imeldo Barreto en primer plano, y Epifanio Perdomo al fondo con chaleco salvavidas. (Imagen vía la película ‘Los náufragos del Berge Istra’)

Perdomo, de 78 años, relata que toma pastillas para dormir desde hace 4 décadas. El golpe que recibió en la pierna izquierda en el naufragio le dejó con dolores permanentes y una hernia por la que le han tenido que operar varias veces. No pudo volver a navegar y se empleó el resto de su vida laboral como vigilante en obras. “Mi pensión es muy pequeña y lo que me gustaría es poder reclamar el derecho a cobrar una prestación por invalidez”, dice.

En Long Hope aseguran que Noruega viola el artículo 14 de su propia Constitución que impide la discriminación por nacionalidad. “A los colegas noruegos que trabajaban con nosotros no se les exigía la condición de residente”, detalla Paz. Por ello, han acudido a los tribunales del país nórdico, donde también tienen el apoyo del mayor sindicato de marinos del país.

Su caso ha llegado además al Consejo de Europa y a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo. Se han reunido con diferentes partidos políticos españoles y el propio gobierno español. “Acortaría mucho tiempo si España presentara una demanda interestatal directamente al Tribunal de Estrasburgo porque así no tendríamos que agotar toda la vía judicial noruega”, señala Paz, quien recuerda que muchos de los que esperan a cobrar sus pensiones tienen más de 80 años.

Pobreza en España: los que no ven el fin de la crisis. Leer más aquí.

Tras una concentración la semana pasada de un centenar de marineros frente a la embajada noruega en Madrid, el gobierno español señaló en un comunicado que trabaja “para lograr un acuerdo satisfactorio con Noruega”. Fuentes diplomáticas señalaron a la agencia Europa Press que el pasado noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores reiteró al director general de Asuntos Europeos de Noruega que España cree que la solución “pasaría por aplicar principios de justicia social y de no discriminación”.

Juana García Miniño, de 66 años, dice que probablemente es la mujer que más tiempo ha estado embarcada en navíos noruegos. “Muchas lo dejaban cuando se casaban”, cuenta a VICE News. Se jubiló después de estar 32 trabajando como camarera en cargueros y petroleros primero y buques de pasajeros después.

En 1976 huyó de un pueblo que la señalaba por ser la separada. Franco ya había muerto pero la democracia aún no había llegado y en su Galicia natal, como en el resto de España, el machismo estaba muy presente. Encontró la libertad que buscaba en los buques noruegos. “A las mujeres nos trataban como a una igual”, recuerda. Pero ahora 17 años de su vida laboral no están reconocidos en su pensión. El resto los trabajó tras la firma del convenio bilateral de 1994 y es solo por este tiempo por el que cobra su pensión. “Yo sabía que lo que ocurría pero tenía la esperanza de que con el tiempo se fuera arreglando pero si hubiera sabido que no iba a ser así no hubiera seguido trabajando en los barcos noruegos”, afirma.

En Long Hope confían que, tras años de lucha, el asunto esta más cerca que lejos de resolverse. Si finalmente logran una sentencia favorable cada uno de ellos deberá entonces comenzar a reclamar a Noruega lo que les deben por los años navegados en sus buques.

Sigue a Patricia Rafael en Twitter: @prafaellage

Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs