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Esta es una historia de supervivencia básica, un breve apunte para tu lista de cosas que no deberías probar en una noche de fiesta desenfrenada. La verdad es que es algo bastante lógico, que cualquiera con dos dedos de frente entendería hasta con diez copas de más encima: pase lo que pase, jamás te metas con un luchador MMA.
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Ya en líneas generales, podemos estar de acuerdo en que empezar una pelea en medio de la calle —o en un bar— es algo estúpido. Cuando es inevitable, lo importante es saber valorar tu rival y tus posibilidades —lo que incluye conocer bien tus habilidades—. Como veréis, este borracho no tenía ni idea de la que le iba a caer encima… y claro.
El portero de este bar, al que no le dejaron entrar por motivos obvios, resultó ser John Hernholm, un luchador de artes marciales mixtas con un récord amateur de 5-0 y una victoria en su único combate a nivel profesional. El listillo, evidentemente, tuvo suerte de quedar KO tras el primer gancho, ya que el luchador estadounidense no se prodigó más y decidió que la policía se encargara de este payasete.
Atención a la repetición de la jugada.
En definitiva, si estás borracho, mide muy bien a tus contrincantes. O mejor todavía, deja de buscar pelea.
