Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Un grupo de ciudadanos científicos asociados con la Facultad de Medicina de Harvard ha desarrollado una vacuna contra el coronavirus que tú mismo puedes armar y aplicar, y están compartiendo sus hallazgos en línea bajo una licencia Creative Commons. Los científicos dicen que ellos mismos ya se han aplicado la vacuna, pero eso no forma parte de ningún proceso formal de aprobación de la FDA.
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El grupo se unió para formar Radvac, una organización sin fines de lucro y, según su sitio web, empezaron a entrar en acción cuando la pandemia de coronavirus se convirtió en “la mayor crisis de salud pública mundial en un siglo”.
“Los expertos dicen que una vacuna es nuestra mejor esperanza para terminar con la pandemia, pero no habrá una vacuna comercial hasta finales de 2020 o principios de 2021, si bien nos va”, escribe el grupo en su sitio web. “Nuestra misión es el rápido desarrollo, las pruebas y el intercambio público de recetas de vacunas que sean lo suficientemente simples como para ser producidas y aplicadas por científicos ciudadanos individuales”.
El sitio web afirma que su vacuna se puede producir sin un equipo de laboratorio especializado, aunque el proceso sería más laborioso y los resultados probablemente más variables, y que solo se necesitan cinco ingredientes disponibles comercialmente: péptidos epítopos, quitosano, trifosfato de sodio, cloruro de sodio y agua.
“Hemos utilizado nuestros conocimientos y habilidades en la investigación biomédica para desarrollar vacunas contra el SARS-CoV-2, que estamos probando en nosotros mismos”, escribe el grupo en su sitio web. “Nuestro objetivo también es conectar con otros científicos ciudadanos que deseen fabricar e implementar la vacuna, construir sobre nuestro enfoque y avanzar en el intercambio de ideas, datos y mejores prácticas”.
Una vez armada, tú mismo puedes aplicar la vacuna a través de un aerosol nasal, pero no está garantizado que sea segura. El Dr. Daniel Klosowski, un químico que no ha probado la vacuna pero analizó las instrucciones, le dijo a Motherboard que no sería tan difícil mezclar y aplicar esta vacuna.
“El procedimiento en sí parece bastante fácil para alguien con algo de experiencia en laboratorio”, dice. “Las instrucciones necesitarían muchos más detalles para que alguien sin experiencia científica pudiera aplicarla. Un estudiante graduado o un estudiante universitario con acceso a un laboratorio sin duda podría hacerlo”.
Hasta ahora, el tamaño de la muestra de aquellos que han probado la vacuna es relativamente pequeño, ya que “ha sido utilizada repetidamente durante unos meses por más de 20 investigadores”. Según esos ensayos, la complicación más extrema parece ser una congestión nasal.
Aún no se ha determinado completamente qué tan efectiva es la vacuna, y el grupo afirma que debido a que es nasal y no inyectada, determinar la efectividad puede ser más difícil.
“Nuestra vacuna se administra vía nasal y, por lo tanto, está diseñada para provocar una respuesta inmune de la mucosa en los sitios principales de entrada de virus en el cuerpo (nariz y pulmones). Nuestros ensayos preliminares han mostrado indicaciones positivas, pero requieren validación continua”, afirma el sitio web.
En este momento, una vacuna contra el coronavirus es, por supuesto, el cáliz sagrado de la medicina, con cientos de equipos en todo el mundo compitiendo para traer un candidato al mercado. Muchos grupos han sugerido que debería haber un candidato de dominio público, y este parece ser el objetivo de Radvac. La medicina DIY es controvertida pero cada vez más popular.
La vacuna fue lanzada bajo una licencia Creative Commons, que establece que “eres libre de compartir (copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato), y adaptar (alterar y desarrollar) el material para cualquier propósito”.
De acuerdo con la sección de preguntas frecuentes del sitio web, el grupo utiliza cuatro criterios para determinar si se debe investigar y desarrollar una formulación de vacuna, incluida la cuestión de si se puede hacer de materiales fáciles de obtener y de bajo costo, si se puede producir fácilmente y si se puede aplicar de manera simple y sin dolor a través de un aerosol nasal. Otro criterio es que los diseños generales se “basen en décadas de literatura publicada que demuestre seguridad y eficacia en modelos animales y ensayos en humanos”.
No se han realizado solicitudes de patente ni protecciones de propiedad intelectual para la vacuna, y toda la información y los materiales necesarios para armar y aplicar la vacuna están enumerados en el sitio web de Radvac.
La vacuna no ha sido aprobada ni revisada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU.