Rellenar ese pollo rostizado con 40 dientes de ajo el domingo por la tarde parecía buena idea en ese momento, pero no tanto cuando el lunes por la mañana masticas chicle tras chicle en la oficina haciendo pruebas de aliento con la mano en tu boca y sigues oliendo terrible.
Sin embargo ahora, puedes atreverte a pedir hongos al ajo como entrada para esa primera cita y espagueti vongole (con sofrito de ajo) como plato principal, ya que científicos de la Universidad Estatal de Ohio encontraron una cura para tu oloroso aliento… ese que hace rogar: “por favor, no me des un beso de lengüita”.
Videos by VICE
No es sorprendente: los investigadores descubrieron que masticar hojas de menta era uno de los mejores desodorantes contra el ajo, pero los resultados también mostraron que la manzana y la lechuga crudas son igual de efectivas.
La investigación, publicada en el Journal of Food Science la semana pasada, estudió el efecto de distintos alimentos sobre los componentes volátiles responsables del aliento a ajo (disulfuro de dialilo, mercaptano de alilo, disulfuro de alil-metilo y sulfuro de metilo alílico, por si te lo preguntabas).
A los participantes se les dieron 3 gramos de ajo para masticar durante 25 segundos antes de tomar agua como un control. Los científicos entonces midieron los efectos de la manzana cruda, en jugo o calentada; la lechuga cruda o calentada; hojas de menta crudas o en jugo; y té verde. Los resultados se midieron hasta una hora después de la ingesta utilizando una espectrometría de masas con un tubo de flujo de iones, una pieza de equipo que analiza los restos de gases y compuestos en el aliento exhalado.
Un método ligeramente más efectivo que la prueba de usar tu mano para contener el aliento.
Mientras el té verde no ayudó con las situaciones de mal aliento, los investigadores descubrieron que “la manzana y la lechuga cruda disminuyen la concentración de compuestos volátiles en el aliento hasta un 50 por ciento o más comparado con el control en los primeros 3o minutos”. Las hojas de menta tuvieron un efecto desodorante aún más elevado en los compuestos medidos, pero en todos los alimentos probados, las versiones en jugo y calientes no fueron tan potentes.
Los investigadores sugieren que los alimentos crudos son mejores para romper con los compuestos volátiles del ajo, porque contienen tanto enzimas para eliminar el olor, como compuestos fenólicos, los cuales destruyen los elementos volátiles.
Finalmente, podremos preparar nuestro pan de ajo y comerlo también.