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¿Cuánto crees saber de la ‘guerra’ que Felipe Calderón declaró al narcotráfico cuando llegó a la presidencia de México en diciembre de 2006? ¿Supones que la capital del país se mantuvo blindada del terror de los cárteles durante el sexenio anterior (2006-2012), y que hasta ahora el crimen organizado no ha penetrado, como aseguran las autoridades?
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¿Consideras que la prensa publicaba todo lo que sucedía porque los medios nos bombardeaban día a día con notas de ejecuciones, operativos militares y enfrentamientos entre narcos? ¿O que, como señalan las autoridades, hay sólo 88 grupos criminales que se disputaban las ‘plazas’ del país?
Si así lo creías, sentimos informarte que estabas equivocado. Una base de datos en poder del Programa de Política de Drogas (PPD) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) —una de las instituciones de educación superior más prestigiadas de México— revela nuevos datos sobre la ‘guerra’ iniciada por el ex presidente Felipe Calderón, que no trascendieron.
La base tiene poco más de 36.000 sucesos, todos relacionados con el ‘narco’, que abarcan un periodo que va de diciembre del 2006 a noviembre de 2011.
VICE News te adelanta un resumen de los cinco hallazgos que encontramos, alrededor de los cuales haremos una cobertura especial a largo de este 2017.
En la Ciudad de México sí operan los grandes cárteles de la droga
Durante el sexenio de Felipe Calderón se tenía la certeza de que la lucha en contra y entre las organizaciones criminales no había penetrado a la Ciudad de México. Las autoridades del gobierno locales, de hecho, siempre lo han negado. La capital se consideraba un sitio blindado de la espiral de violencia en la que caía el país. Las escenas macabras de ejecutados, decapitados y desollados tan comunes en otros estados eran completamente ajenas a quienes vivían en la capital.
Sin embargo, la base de datos proporciona evidencia de que la ‘Guerra contra el narco’ también se libró en la capital desde los primeros años; si bien no con los niveles de violencia alcanzados en entidades como Tamaulipas, Sinaloa, Chihuahua, Michoacán o Guerrero.
Aunque la cantidad de homicidios es menor que en los estados mencionados, tenemos que entre diciembre de 2006 y noviembre de 2011 fueron asesinadas 829 personas en la Ciudad de México en eventos relacionados con el narcotráfico. En 57 casos se comprobó el involucramiento de grupos como la Familia Michoacana, los Beltrán Leyva, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.
La mayoría de estas muertes se catalogaron como ejecuciones y ocurrieron en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Cuauhtémoc, esta última caracterizada por ser el corazón político del país.
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La prensa sólo cubrió el 45% de la ‘Guerra contra el narco’
Cada uno de los 36.378 sucesos registrados en la base de datos fue cotejado en diferentes sitios de noticias. Sin embargo, se encontró que sólo 16.364 casos fueron cubiertos por los medios de comunicación, es decir, un 45 por ciento. Esto significa que los ciudadanos sólo nos hemos enterado de menos de la mitad de los hechos de violencia relacionados con el narco.
Además, a medida que el tiempo transcurrió, el porcentaje de sucesos cubiertos por la prensa disminuyó respecto a los hechos sucedidos.
Al hacer un ranking por entidades, tenemos que Tamaulipas fue el estado con menor cobertura, pues la prensa apenas cubrió el 13 por ciento de los sucesos relacionados con la ‘guerra’. Desde hace años la entidad se encuentra a merced de una sangrienta disputa entre el Cártel de Los Zetas y el Cártel del Golfo. Es bien sabido que en ese estado del norte del país es mejor callar lo que pasa, si no se quiere formar parte de las estadísticas de muertos o desaparecidos, y eso incluye a los periodistas.
En otros estados con fuerte presencia del crimen organizado –como Coahuila, Veracruz y el Estado de México– la prensa apenas cubrió la tercera parte de los eventos registrados en la base de datos. En ninguna entidad se cubrió el 100 por ciento de los fallecimientos relacionados con el crimen organizado.
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68 masacres en sólo cinco años
Durante el gobierno de Felipe Calderón hubo algunos hechos que por su brutalidad conmocionaron a todo México, entre ellos, el ataque con granadas sucedido en el centro de la ciudad de Morelia —considerado el primer acto de ‘narcoterrorismo’— durante las fiestas patrias de 2008 que dejó un saldo de 8 muertos y 142 heridos, el asesinato de 16 jóvenes por un grupo armado en Ciudad Juárez a principios de 2010, el hallazgo ese mismo año de 72 cadáveres de migrantes centroamericanos que habían sido secuestrados por los Zetas, o el incendio que este mismo grupo cometió en contra de un casino de la ciudad de Monterrey donde murieron 61 personas.
Se trató de sucesos que por su crueldad y la cantidad de muertos estuvieron días e incluso semanas en los medios de comunicación, pero no fueron los únicos que ocurrieron durante los primeros cinco años de la ‘guerra’. La base de datos tiene registro de 68 masacres perpetradas por el crimen organizado en las que fallecieron al menos diez personas; entre las que se cuentan las que mencionamos antes.
Éstas ocurrieron en 20 de los 32 estados del país, siendo Tamaulipas y Durango los escenarios de las mayores tragedias.
Fue una guerra con 200 bandos en disputa
Antes de que Felipe Calderón llegara al poder, la Procuraduría General de la República (PGR) tenía identificada la presencia de siete grandes cárteles de la droga: Arellano Félix, Carrillo Fuentes, Cártel del Golfo, Sinaloa, del Milenio (Los Valencia), del Istmo (Díaz Parada) y los Amezcua Contreras.
Tras la salida de Calderón, la dependencia señaló que la lucha contra el crimen organizado había provocado la fragmentación de estos grupos a grado tal que a finales del año 2012 existían 8 cárteles —Los Zetas, Sinaloa, Arellano Félix, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, el Nuevo Cártel de Juárez, La Barbie y Los Beltrán Leyva— que agrupaban a unos 80 grupos delictivos.
Meses después, en marzo de 2013, la PGR publicó el listado de esos 80 grupos.
A diferencia de las cifras publicadas por la PGR, la base de datos en poder del CIDE ofrece evidencia de la presencia de 199 grupos diferentes —incluidos los grandes cárteles— durante los primeros años de la ‘guerra’, es decir, más del doble de los que tenía conocimiento la Procuraduría. Entre ellos hay grupos de los que habíamos escuchado muy poco, o nada como La Familia de Guanajuato, El Albañil, Luzbel del Monte o Los Mingos.
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Más narcomensajes para ganar territorio
En el año 2005 en un centro nocturno de Uruapan, Michoacán un comando armado lanzó a la pista de baile 5 cabezas humanas con el siguiente mensaje: “La familia no mata por paga. No mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir, séanlo toda la gente, esto es justicia divina”. Ese fue uno de los primeros narcomensajes que tuvieron gran impacto en la opinión pública.
Ya en la administración de Calderón, los primeros narcomensajes aparecieron en marzo de 2007, en los estados de Quintana Roo y Nuevo León, según revela la base de datos. En este último se encontraron dos mensajes: uno dirigido al entonces Procurador de Justicia del estado y el otro a un funcionario que supuestamente estaba protegido por el Cártel de Sinaloa. Desde entonces, la costumbre de dejar mensajes al lado de los cuerpos sin vida se extendió a 25 de los 32 estados del país.
La ‘Guerra contra el narco’ se intensificó y con ello también se multiplicaron los narcomensajes. Mientras que en el primer año de la ‘guerra’ sólo en 3 por ciento de las ejecuciones se dejaba un mensaje junto a las víctimas, en 2011 esta práctica se extendió al 11 por ciento de las ejecuciones, lo que revela el interés por parte de los grupos criminales en ser visibles y adquirir fama.
“En un principio, las organizaciones criminales utilizaban a sus víctimas sólo para posicionarse, pero sin dirigir un mensaje al gobierno o a otros grupos. Sin embargo, en el momento en el que estos se hicieron más fuertes y se consolidaron, comenzaron a dirigir y firmar sus narcomensajes”, señala un estudio realizado por la especialista Laura Atuesta, especialista en política de drogas del CIDE.
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¿Cómo se consiguió y se trabajó la base de datos?
Procesar la Base de Datos en poder del CIDE no fue tarea fácil. Todo comenzó a principios del sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando el Programa de Política de Drogas recibió anónimamente una serie de discos con diversos archivos que contenían reportes de poco más de 36.000 sucesos violentos ocurridos en México entre diciembre de 2006 y noviembre de 2011 y que tuvieron lugar en el contexto de la ‘Guerra contra el narco’.
“Sabíamos que esto tenía que salir a la luz en algún momento, nosotros no nos lo podíamos guardar, pero primero teníamos que limpiar y validar los datos; es por eso que nos demoramos tanto en publicarlos”, explica a VICE News Laura Atuesta, especialista en política de drogas y responsable de la sistematización de la base de datos.
Los especialistas del CIDE habían recibido una valiosa fuente de información que ayudaría a comprender mejor la ‘guerra’ declarada al narcotráfico a inicios del sexenio anterior, pero tenían que proceder con cautela.
Primero debían validar la información contenida en los archivos porque no sabían a ciencia cierta quién o quiénes eran los responsables de haberla generado. Luego debían limpiarla y codificarla para evitar publicar datos personales de las personas aludidas en los documentos a fin de preservar su seguridad.
La tarea fue titánica y requirió de la participación de un grupo multidisciplinario que involucró también al Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”. El trabajo duró en total 4 años.
En una etapa posterior, la oficina de VICE News en México se sumó al proyecto para aportar desde el lado periodístico historias que arropen la fuente de datos compartida por el CIDE.
Es así que a lo largo de este 2017 te presentaremos diferentes reportajes sobre hechos específicos y documentados alrededor de la espiral de violencia que se desató desde el día en que Calderón tomó la decisión de dar la tarea al Ejército de combatir al crimen organizado. Todas las historias parten de los hallazgos que ofrece la Base del CIDE.
‘Sabíamos que esto tenía que salir a la luz en algún momento, nosotros no nos lo podíamos guardar’.
En total, esta base cuenta con 36.378 sucesos divididos en tres categorías: ejecuciones presuntamente cometidas por el crimen organizado, agresiones de la delincuencia hacia la fuerza pública o la población civil, y enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y las organizaciones criminales o de éstas entre sí. Juntas agrupan un total de 47.006 muertes entre diciembre de 2006 y noviembre de 2011.
Debes saber algo más: el equipo encargado de sistematizar los archivos se dio cuenta que estos coincidían casi a la perfección con una estadística dada a conocer por el Gobierno Federal, precisamente en el 2011.
En ese año se hizo pública la “Base de datos de fallecimientos ocurridos por presunta rivalidad delincuencial”, que era un conteo que la administración de Felipe Calderón había elaborado para saber cuántas víctimas estaba dejando combate a los cárteles; pero más allá del número de muertes por año y municipio, la base no aportaba más información.
La conclusión del equipo de trabajo del CIDE fue evidente. Los archivos que habían procesado durante años eran los registros detallados de cada uno de los fallecimientos reflejados en el conteo que el propio Gobierno Federal había hecho público en 2011 y que después dejó de actualizar. Era la explicación de cómo, dónde y en qué circunstancias habían sido asesinadas cada una de esas personas que estaban en los registros oficiales. Ya no se trataba sólo de números, sino de nombres y de historias.
De esta forma, podemos decir que se trata de una base grande considerando que cada uno de los hechos cuenta con más de 50 variables que los describen a detalle.
Todos los archivos originales entregados al CIDE se encuentran bajo resguardo dada la cantidad de datos personales con los que cuenta. Lo que el equipo de expertos hizo fue generar una base de datos pública con los registros oficiales filtrados que hoy ya se encuentra disponible en el sitio web del PPD con el nombre de Base de Datos de Eventos Registrados de la Guerra Contra las Drogas, 2007-2011 (Base CIDE-PPD).
Si deseas conocer más a detalle la manera en que se construyó esta base te recomendamos consultar el documento “La ‘guerra contra las drogas’ en México: Registros (oficiales) de eventos durante el período de diciembre 2006 a noviembre 2011” que puedes solicitar por correo al Programa de Política de Drogas del CIDE.
***Este texto es parte de un trabajo en colaboración con el Programa de Política de Drogas del CIDE, en el que participaron Alejandro Madrazo, Froylán Enciso y Laura Atuesta por parte del CIDE y Saúl Hernández, Karla Casillas y Laura Woldenberg por parte de VICE News. Ilustraciones por Clementina León.
Sigue a Saúl Hernández en Twitter: @saulhht
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