Esta historia apareció originalmente en holandés en MUNCHIES NL el 23 de agosto.
Un error común de las personas que quieren terminar una relación es pensar que romper en un lindo bar es mejor; el bar donde trabajo, por ejemplo.
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Una ruptura es un momento doloroso para todos los involucrados, no solo para la pareja, sino para el mesero también. Cada vez que veo este drama desarrollarse a la distancia —las cabezas gachas, el silencio incómodo, los ojos suplicantes y el desastre causado por un corazón roto que ocasionalmente tengo que limpiar— me envuelve un sentimiento de impotencia, tristeza e incomodidad.
El mesero es responsable de mantener un buen ambiente en el bar y un flujo de ganancias constante. Esto no es sencillo, porque es difícil saber si es mejor esperar a que el llanto termine para ofrecer una taza de café reconfortante, o ir a la mesa y ser el primero en iniciar una conversación normal acerca de los problemas cotidianos para recordarle a la pareja que la vida sigue.
No obstante, es comprensible que si estás considerando romper con alguien, un lugar público siga siendo ideal. Más adelante sugiero una variedad de lugares apropiados para estas situaciones de pena y dolor. Vela como una guía para minimizar la aflicción de todos los involucrados. Los meseros te lo agradecerán.
Un restaurante de autoservicio
Si escoges romper en un lugar de autoservicio (como La Place, Ikea) donde tú escoges la comida y las bebidas de un buffet y tienes que pagar inmediatamente, podrás asegurarte de no ser interrumpido el resto de tu estancia. Por lo regular hay niños llorando que amortigüarán las palabras y la gente a tu alrededor no te escuchará. Y si la cosa se pone muy emocional y tu nariz sigue escurriendo, puedes pararte a rellenar tu vaso o conseguir más servilletas. Esto elimina por completo la acción del mesero, permitiéndote evitar cualquier interacción incómoda.
Un food truck
La ventaja de un food truck es que por lo general se encuentran en parques y el ambiente alrededor es fugaz y casual y, de nuevo, pagas inmediatamente. Mientras comes en una mesa de pie o sentado en el pasto con tu hot dog, puedes dejar ir tu relación basado en la diferencia de opiniones respecto a lo que comen y decir algo como: “Quizá hemos crecido en direcciones opuestas”. Estar al aire libre te ofrece un poco de aire fresco y quizá un grupo de patinadores hará algún truco como distracción. Mientras tanto, quien te sirvió se encuentra a una distancia segura dentro de la camioneta, felizmente inconsciente de lo que está ocurriendo frente a sus narices.
Una cantina
Lo maravilloso de las cantinas es que están llenas de borrachos. Y lo maravilloso de los borrachos es que usualmente no ponen atención en su entorno, es muy probable que tus silencios incómodos se rompan con ruidos continuos de alcohólicos, lo cual puede ofrecer distracción y consuelo. En las cantinas, muy rara vez la mesera se tomará la molestia de ir hasta tu mesa. Exactamente por esta razón, es normal ordenar en la barra y empezar una cuenta. En algunas incluso podrás fumar, un buen alivio para una pareja que acaba de terminar.
Una cantina de mala muerte
Este es el lugar que no sabes a ciencia cierta si fue diseñado para el público, no puedes explicar muy bien por qué abrió, pues es aún más oscuro que el estómago de un murciélago y la clientela consiste en “don nadies” con los quienes jamás querrías relacionarte.
Por lo tanto, es el lugar ideal para terminar, ya que puedes poner todo en perspectiva de forma inmediata. Tan pronto como salgas, podrás respirar más fácil de nuevo, porque estarás feliz de seguir con vida —el mafioso con mirada intimidante, sentado justo detrás de tu sollozante expareja, no cortó tu garganta—. Ambos caerán en cuenta de que las cosas podrían estar peor. Los miembros del personal carecen de emociones y son tan hostiles que si vieran a alguien comiendo a su propio hijo probablemente solo se encojan de hombros y, por tanto, son demasiado despiadados para sentirse involucrados en tus problemas amorosos personales.
Un establecimiento hipster excesivamente caro
Todas las colonias tienen restaurantes súper caros con comida mediocre, pero por alguna razón siempre está lleno, motivo por el cual nunca quisiste entrar. Este es el lugar perfecto para terminar una relación, porque dejarás tus malos recuerdos en un lugar al que probablemente no ibas a regresar de todas maneras. El mesero estará tan ocupado que realmente no tendrá tiempo de preocuparse por ustedes. En este sentido, podrías romper el corazón de alguien sin molestar a otros.