Podrían hacerse infinidad de asociaciones entre el consumo de drogas y palmarla, ya sea por sobredosis, suicidándose o por una mezcla de ambas cosas. Pero un estudio publicado la semana pasada por un equipo de investigación de la Brown University ha permitido poner cifras concretas a este fenómeno y ha revelado que la probabilidad de que las personas que consumen alcohol y cocaína acaben quitándose la vida es 2,4 veces superior a la de que lo hagan personas con tendencias suicidas.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense, muestra el seguimiento de 874 personas de EE.UU. en el momento en que fueron admitidas en Urgencias tras haber intentado suicidarse o haber tenido pensamientos suicidas. Durante el año siguiente, 195 de los sujetos volvieron a intentar quitarse la vida en al menos una ocasión. Si bien muchos de ellos consumían alcohol y diversas drogas en exceso (cocaína, marihuana, fármacos con prescripción médica, tranquilizantes y estimulantes), quienes combinaban el consumo de alcohol con el de cocaína mostraban una tendencia al suicidio mucho mayor que el resto.
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Con estos datos, la pregunta lógica es: ¿qué tiene esta combinación de sustancias para incitar las personas a cometer suicidio? ¿Y por qué ocurre al mezclar estas dos sustancias y no otras (analgésicos más alcohol, etc.) o al consumirlas solas. Pues por el momento, la respuesta sigue siendo un misterio. Algunos artículos publicados sobre el estudio sugieren que la relación entre el consumo excesivo de alcohol y de cocaína y la tendencia al suicidio es un hecho probado, cuando realmente no es así. “Resulta tentador, aunque totalmente impreciso, concluir que ‘estas drogas son malas’”, asegura Joseph lee, director médico de Hazelden Betty Ford Foundation Youth Continuum y especialista en toxicomanías y adicciones. Obviamente, se nos ocurren varias buenas razones por las que no hay que abusar del alcohol y la cocaína de forma simultánea, pero en cualquier caso, la moraleja no es: “Meterte muchas rayas y beber muchas birras aumenta el riesgo de que te suicides”.
Lo sensato sería pensar que, por razones que todavía se desconocen, las personas que mezclan el consumo excesivo de cocaína y alcohol tienden más al suicidio. Sin embargo, quizá podría haber otros factores no detectados que provocaran esa tendencia. Para Lee, el elemento importante, y que suele diluirse en las conversaciones sobre droga, es la capacidad de anticiparse, de que tanto el personal sanitario como los amigos sean capaces de identificar a las personas más susceptibles de sufrir este fenómeno.
“La lección de todo esto debería ser que hace falta seguir investigando para poder identificar mejor los grupos de alto riesgo”, afirma Lee, “y comprender por qué estas personas son más proclives a consumir estas dos sustancias combinadas y, por tanto, a intentar suicidarse”.
Traducción por Mario Abad.