Comimos ensalada de rata

El invierno del descontento viene en camino. Los bancos están jodidos, el mundo se está acabando, hay ensayos que escribir y no hay dinero para comer. Bla bla bla. ¿Te has puesto a pensar en esos nutritivos animales que corren bajo tus pies y se revuelcan en tu suciedad, o que (supuestamente) venden en los supermercados? Porque queremos enseñarte cómo preparar un bocadillo de rata, con esta guía paso a paso. ¡Mmm!

ADVERTENCIA: Es probable que casi todas las ratas se alimenten de deshechos humanos y condones usados, así que te recomendamos evitar los roedores ferales.

Videos by VICE

A la gente le dan asco las ratas, principalmente porque las asocian con algunas de las peores pandemias de la historia, y con las alcantarillas. A algunos exterminadores se les complica atrapar ratas salvajes, las cuales pueden ser del tamaño de un gato e inmunes a sus venenos. Las ratas que nosotros compramos son para alimentar serpientes, y son mucho más tiernas que sus primas callejeras. Ésta que tenemos en la tabla está lista para prepararse.

Para los siguientes pasos necesitarás guantes de látex. No sólo mantienen tus manos limpias, sino que te hacen sentir que eres un cirujano malvado o un pervertido sexual. Nuestro chef no se molestó en hacerlo, pero es buena idea quitarse cualquier accesorio, ya que los anillos pueden romper los guantes, o parte de la rata se puede atorar en ellos.

El primer paso para preparar tu rata es cortarle las patas y la cola. Sabemos que sería mucho más emocionante comer una rata con aspecto de roedor, pero eso haría más difícil despellejarla. Por cierto, si tienes un macho, quizá también sea buena idea cortarle las pelotas; suelen ser grandes y estorban mucho.

Una vez que hayas removido las extremidades, necesitas hacer una incisión justo detrás de la cabeza. Hazla de forma que puedas jalar la piel desde ahí. Piensa en ella como una especie de cierre peludo.

Empieza a quitar la piel para descubrir esa deliciosa carne rosada. El pellejo debería ser fácil de quitar, sólo jala hacia la cola mientras lo sujetas de la cabeza. Puedes usar la fuerza necesaria; a menos que realmente te excedas, la cabeza se quedará en su lugar.

Una vez que tu rata tiene aspecto de salchicha con cabeza, puedes empezar a cocinarla. Nosotros elegimos asarla. Esto no estuvo relacionado de forma alguna con el hecho de ninguno de nuestros conocidos nos dejó prepararla en su cocina.

Para darle sabor, decidimos marinar una de nuestras ratas con salsa Reggae Reggae. La salsa Reggae Reggae es genial porque la puede asociar con los rastafaris, y hace que todo sepa a comida caribeña para llevar. 

Si eres de esos que no saben nada sobre hacer una parrillada, necesitas esperar hasta que las flamas se apaguen y queden los carbones blanquecinos. Esto quiere decir que los carbones están en su punto para cocinar. Cuando tienes ingredientes tan finos, lo último que quieres es quemarlos.

Hamburguesa de rata. Sólo necesitas un bollo barato, un poco de mantequilla, y listo. Una vez que tengas tu rata caliente dentro del bollo, puedes agregarle todos los condimentos que quieras. Nosotros decidimos irnos por la clásico y sólo le pusimos cátsup.

El kebab de rata estilo mediterráneo con ensalada es mucho más ligero que esa madre que te tragas los viernes por la noche antes de irte a dormir. Es más, incluso puedes hacer tu propia tzatziki con un poco de yogurt, pepino y ajo.

Esta ensalada de rata fresca es sólo para conocedores. Puedes mantener las calorías bajas con un aderezo de aceite de oliva y vinagre, o simplemente hacer lo que nosotros y bañarla de aderezos cremosos. Engorda más, pero sabe mejor.

Afortunadamente, nuestra rata estaba bañada en salsas, así que podríamos haber estado comiendo plástico y habría sabido igual. En general, es bueno poder despellejar tu propia comida de vez en cuando, pero las ratas no tienen mucha carne, y hay formas más fáciles de encontrar tus proteínas. Además: es una maldita rata. La gente no come ratas.

Otras cosas interesantes que hemos puesto en nuestras bocas:

El  mejor lubricante sexual para acompañar mi comida

Novedades del mundo carnívoro II

Una guía lésbica para comer pepa