Los conejitos son encantadores cuando están sentados rascándose sus rosadas narices o tomando agua, pero cuando los ves saltando vallas de colores, cual caballos, con sus entrenadores echándoles porras a un lado, te empiezas a preguntar por qué no hay un canal de tele dedicado a los conejos saltarines. Pasamos un día en el Rabbit Grand National (las olimpiadas conejunas) de Harrogate en Yorkshire, Inglaterra, donde presenciamos a estas adorables bellezas en todo su esplendor. Los conejitos deben mostrar su velocidad y agilidad mientras hacen su recorrido, con la esperanza de ganar un gran trofeo, o al menos algo rico de comer, al llegar a la meta. En la foto aparece Cherie, de dos años y medio, con su entrenadora, Magdalena, quien dice que lo que Cherie más disfruta es saltar, comer paja y zanahorias (y de seguro, coger como conejo). Cherie ganó la competencia sin nungún problema, ¡terminó la carrera en sólo 12.5 segundos! ¡Bien hecho, Cherie!