En una serie que se extiende a la par de los viajes que hace su creadora, la artista multidisciplinar Barbara Bartos usa una caja musical mecánica para transformar pinturas de paisajes en dulces melodías. Con su instrumento llamado Soundscape, Bartos traduce las alturas de Toffa, Italia en una serena melodía veraniega. Después de pintar los detallados paisajes de sus viajes, Bartos perfora cada gouache según las características más importantes de sus paisajes: un bosque en Finlandia es agujerado a través de los contornos de sus verdes y árboles, una representación acuática se ve perforada por la costa.
Tal como Bartos explica, el proceso de crear cada pintura-partitura parte de lo visual a lo sonoro, así el sonido no está compuesto en un sentido tradicional, sino que es generado por la imagen por medio de un proceso de translación que lo haga legible para el mecanismo. De esta manera, los usuarios pueden usar cada gouache de cuatro maneras diferentes –adelante, atrás, adelante volteado y atrás volteado – logrando así producir cuatro melodías diferentes. Una vez que una pieza está perforada, se pasa por una caja de triplay cortado por láser, creando una especie de pintura-partitura de la que hablamos antes.
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El proyecto consiste de 7 paisajes musicales, pero ira creciendo conforme Bartos explore nuevos espacios. Es importante notar que Bartos no solo ve este proyecto como su diario de viaje, sino también como un proyecto de traducción, “uno que revela la inesperada sincronía no solo entre la percepción sonora y visual, pero también entre naturaleza y cultura.” No sabemos sobre tus ideas, pero nosotros queremos “escuchar” los paisajes de Van Gogh y Monet.
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