Una réplica de la afamada escultura de la antigua Grecia “La Venus de Milo”, ubicada en la estación de metro “Louvre”, en París, recibió recientemente dos prótesis para los brazos que siempre le han hecho falta.
Este gesto, hecho con impresoras 3D, forma parte de una iniciativa y campaña por generar visibilidad de las 100 millones de personas que actualmente esperan una prótesis debido a amputaciones.
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La campaña, lanzada por Handicap International, fue nombrada #Bodycantwait (El cuerpo no puede esperar) para alertar al público sobre la urgencia de hacer prótesis en zonas de guerra o conflicto, donde las personas no se pueden dar el lujo de seguir esperando prótesis para sus extremidades amputadas.
“Antes de la impresión en 3D, había que crear un yeso del muñón, ajustarlo cuatro o cinco veces, colocar una resina, lo que requería profesionales y equipo importante’, contó Xavier du Crest, director en Francia de Handicap International, a Zeta. “Ahora, un pequeño escáner (del tamaño de un teléfono) puede tomar las medidas del muñón que luego se envían a un software de modelado y posteriormente a la impresora 3D. Ahorra tiempo y es más eficaz, especialmente cuando estamos en una zona de conflicto como en Siria”.
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