El deporte no es una actividad cualquiera: es, directamente, la mejor síntesis posible de la condición humana. En el deporte abunda el relato; hay choque, confrontación y conflicto, pero también hay lealtad, amistad y bondad. Es difícil encontrar una ocupación que nos permita expresarnos mejor, que nos llene más… y al fin y al cabo, que nos procure tanta felicidad.
Y si hay un ejemplo de todo lo bueno que representa el deporte, éste es el equipo de rugby de Gaztedi.
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El Escor Gaztedi Rugby Taldea, radicado en la ciudad vasca de Gasteiz, es una entidad muy peculiar. En su seno conviven dos mundos que históricamente se habían considerado antagónicos: la competición de alto nivel y el deporte inclusivo. No en vano el club ha sido recientemente elegido campeón del mundo en el primer Torneo Mundial de Rugby Inclusivo, celebrado en la localidad inglesa de Bradford.
El equipo del Gaztedi nació a través de una experiencia piloto. La intención inicial era aunar esfuerzos entre el club Escor Gaztedi Rugby Taldea y el programa Ocio y Tiempo de la asociación Down Araba. A pesar de la teórica distancia entre ambos, había una característica que les unía: el esfuerzo y la superación constante. La colaboración permitió unir rugby, discapacidad y espíritu deportivo en una simbiosis extraordinaria.
Cualquier fan del deporte sabe que el rugby es una disciplina de carácter inclusivo, que a pesar de que muchos asocien con la guerra y la violencia tiene una capacidad única para conjugar aprendizaje, espíritu deportivo, convivencia, diversión y educación. Esto es precisamente lo que defiende la sociedad entre el Gaztedi y la Down Araba: que todo el mundo tiene derecho a disfrutar del rugby en igualdad de condiciones.
El título logrado por el Gasteiz no se debe a los resultados sobre el verde, sino a la actitud que han mostrado los componentes del equipo humano que conforman la entidad. El respeto es la máxima que define este grupo.
“El buen ambiente se transmite. Esto gusta a los jugadores y al cuerpo técnico y genera un sentimiento de complicidad, confianza y bienestar”, explica el entrenador del Gasteiz, David Izquierdo. Para el técnico, “han existido barreras idiomáticas, pero nosotros hemos sabido comunicarnos con el idioma universal de la sonrisa: ese nunca falla”. Precisamente por ello el ‘leitmotiv‘ del club es que todos los participantes disfruten del juego por igual.
“No enfocamos el proyecto desde una terapia de rehabilitación psicológica ni nada por el estilo: buscamos en el rugby y en nuestra convivencia un lugar donde las personas vengan a disfrutar de la amistad, de la compañía de personas a quien quieren y por quienes son queridas”, añade Izquierdo.
El orgullo del entrenador vasco al hablar de su equipo es evidente, y no hay para menos tras el reconocimiento que ha recibido el club. En el campeonato de Bradford se otorgaban dos galardones: el premio al campeón desde el punto de vista competitivo —que se han llevado los irlandeses del Sunday’s Well Rebels tras terminar el torneo invictos— y el premio al Espíritu de Habilidades Mixtas que recayó sobre el Gaztedi.
“El Gaztedi es un lugar donde la persona es y es dejada ser. El aprendizaje permanente que experimentamos nos hace creer cada día más en las posibilidades de la inclusión”, explica Izquierdo. Además del galardón en sí, la organización Internacional de Deportes de Habilidades Mixtas (IMAS), el comité arbitral y la legendaria Rugby Football Union inglesa felicitaron al club gasteiztarra por su filosofía y su forma de trabajar.
“Mis ídolos son los entrenadores Alex, Iñigo, Oier, Iosu y David”, afirma el jugador Markel Herreros, que ha cumplido uno de sus sueños al participar en este mundial. Lo que más destaca del Gasteiz a este joven con síndrome de Down, sin embargo, es algo que define perfectamente lo que representa el club: “Me lo paso muy bien porque somos todos muy amigos”, asegura.