Perdón, Tchaikovski, pero El lago de los cisnes se disfruta más con “Transmission” que con tu música.
Siempre supimos que la banda liderada por Ian Curtis tenía una oscuridad que fácilmente puede ser traducida en una elegancia dolorosa y atractiva, pero a nadie se nos había ocurrido crear la obra maestra que podéis a ver a continuación:
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Queridos directores y coreógrafos del Bolshoi, el Mariinsky y otros ballets del mundo, tened en cuenta el siguiente verso: “Dance, dance, dance, dance, dance to the radio”.
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