El fin de la prohibición de la marihuana en México está cada vez más cerca. La larga lucha por reformar la política de drogas encontró, por fin, resonancia en gobierno. Con la iniciativa presentada por la actual Secretaria de Gobernación —que contempla tanto el autocultivo como el mercado de marihuana para uso adulto— parece ser que nuestras nuevas preguntas deberán resolver cómo debe regularse para cumplir con los objetivos esperados: proteger nuestros derechos y cambiar la política de seguridad y justicia social.
En la discusión sobre cómo vamos a regular se excluyen temas que, por parecer muy técnicos, no deberían involucrarnos. Ejemplo de ello es la determinación de los precios en nuestro nuevo mercado regulado. Desde nuestra perspectiva, los participantes en el mercado de esta flor deberíamos ser escuchados para tomar estas decisiones de manera colaborativa y democrática. Entonces, la pregunta es: ¿Cómo podemos organizarnos para incidir en estas decisiones?
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La iniciativa que presentó Morena en el Senado propone que los impuestos en la compra y venta de Cannabis se determinen con base en dos objetivos en tensión: 1) la protección de la salud pública con énfasis en la reducción del consumo problemático; y 2) el desplazamiento del mercado informal.
Consideramos que existe una tensión entre ambos principios, porque para proteger la salud, lógicamente las autoridades deberían establecer precios más elevados a los que impone el mercado clandestino, de forma que se consuma menos marihuana; mientras que, para ganar terreno a los contrabandistas, es necesario ofrecerla más barata que en el mercado clandestino. De cualquier forma, ya sea que se quieran establecer precios elevados para disminuir su consumo —como sucede con el tabaco, por ejemplo— o precios bajos para que los traficantes no puedan competir en un mercado regulado, es imprescindible contar con datos sobre los precios de la marihuana en la actualidad.
¿Cuánto cuesta la marihuana?
En este momento desconocemos la respuesta a esta trascendental pregunta. Para responderla hay tres opciones. La primera es obtener esta información de las fuerzas de seguridad del Estado, como se hace en Estados Unidos. Sin embargo, para el caso mexicano no es posible, porque, hasta donde sabemos, el gobierno de México no cuenta con esta información, ni parece que planee reunirla pronto. Una segunda vía es levantar la información a partir de trabajo de campo. Desafortunadamente esta opción es costosa y, sobre todo, peligrosa. La tercera opción es construir una base de datos mediante la colaboración abierta, una posibilidad mucho más barata y segura.
Eso proponemos: que los ciudadanos colaboremos, de manera anónima y segura, para reunir el conocimiento que fije los precios de la marihuana en cuanto sea legal.
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Para esto creamos una plataforma digital que permite a los compradores de marihuana colaborar con esta tarea sin ponerlos en riesgo. En esta página de internet incluimos un cuestionario de catorce preguntas que busca generar una aproximación al precio de la marihuana en el país a nivel municipal. Para proteger el anonimato de los colaboradores usamos un software que almacena su IP solo durante una semana, pero al que ni siquiera nosotros tendremos acceso y nos asegura no recibir respuestas fraudulentas ni ataques. Además, en ningún momento solicitamos información sensible como nombre o dirección de nadie.
En concreto, sólo colectaremos la información mínima necesaria para que influyamos como interesados en el mercado de la marihuana para definir su precio legal.
A cambio, difundiremos un Índice Mexicano de Precios de la Marihuana para que puedas enterarte de cómo están fluyendo los datos sobre este aspecto tan relacionado con el libre desarrollo de la personalidad. Por eso llamamos a todos los mexicanos a que se sumen. La centenaria guerra contra las drogas ha sido terriblemente injusta. Hagamos que los precios de la marihuana permitan, por fin, conciliar el deseo de que el derecho a la salud y el combate a los mercados clandestinos sea posible.
Un México saludable, seguro, respetuoso de los derechos y solidario con las víctimas de la mal llamada guerra contra las drogas es posible.
¡Colabora!
