La torta de chilaquiles ya es un clásico para curar la cruda en México. Bolillo relleno de chilaquiles, rojos o verdes, con queso y crema. Y si les puedes agregar cochinita pibil, desearás estar aún más crudo para poder disfrutar aún más de esta golosa torta.
Hace unos años comenzó la revolución tortera de chilaquiles en una esquina de la Condesa. Eso que era una costumbre casual entre las familias mexicanas, es decir, meter los chilaquiles sobrantes del desayuno dentro de un pan, se convirtió en un delicatessen por el que cientos de personas hacen fila todos los días en la calle Alfonso Reyes en su cruce con Tamaulipas.
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Arturo Puigferrat asombrado del éxito de las tortas se acercó a las propietarias del famoso puesto callejero para ofrecerles un trato: hacer el negocio más grande y estable. Sin respuesta afirmativa decidió emprender su propia versión chilaquilera y con la herencia de su ciudad de origen, Guadalajara famosa por su bolillo, fundó La Kura.
El restaurante La Kura comenzó como un food truck, pero ante la falta de legislación sobre los food trucks y por consecuencia los problemas con las delegaciones de la Ciudad de México, decidió montar un negocio formal. Hoy tiene dos sucursales, una en la Juárez y otra en la Roma, y ofrece siete distintas combinaciones de tortas con chilaquiles: con huevo, con milanesa de pollo o res, con machaca o con camarones en aguachile.
La Kura nos compartió la receta de ésta versión que tiene un extra de cochinita pibil.
Si la cruda no te deja salir de la cama para prepararla por ti solo y demostrar que eres un experto en comida yucateca, arrástrate al teléfono y ordénala a domicilio.
Este artículo se publicó originalmente en agosto del 2016.