Shanzhai: el arte de la deconstrucción y falsificación en China

“El Shanzhai es un fenómeno económico-social contemporáneo chino que consiste en la falsificación de productos electrónicos y, recientemente, en la innovación generada a partir de estos productos copiados y mejorados con nuevas funciones.” 1

Byung-Chul Han comienza el último párrafo de su ensayo “Shanzhai” así:

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“El shanzhai se presenta como una forma híbrida intensiva. El propio maoísmo chino era una forma de marxismo shanzhai. Al no haber trabajadores ni proletariado industrial en China, se transformaron las enseñanzas marxistas originarias. Su capacidad de hibridación hace que el comunismo chino se apropie del turbocapitalismo. Los chinos no ven ninguna contradicción entre el capitalismo y el comunismo. En realidad la contradicción no forma parte del pensamiento chino. Este se inclina más bien al “tanto esto como lo otro” que al “esto o lo otro”. (Han, Byung-Chul. 2011)

Para China, absorber la cultura occidental no le causa ninguna dificultad, la tienda más grande Disney se encuentra en Shanghai. A lado de la torre Perla, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

“La discrepancia en cuanto a la interpretación de la copia a menudo ha generado malentendidos y controversias entre China y los museos occidentales. Los chinos a menudo mandan copias en vez de originales, puesto que están convencidos de que en lo esencial no son distintos.” (pag. 62)


Izquierda: Ni Zan Centro: Wu Zhen Derecha: Wang Meng

“Los sellos que pueden verse en los cuadros antiguos chinos son muy distintos de las firmas de la pintura europea. No son expresión de la autoría, que vendría a autentificar la imagen y hacerla excepcional. La mayoría de los sellos son obra, más bien de los expertos o coleccionistas, que se inscriben en las imágenes no sólo por medio de esas marcas, sino también de sus comentarios. El arte es una práctica comunicativa, interactiva, que transforma la apariencia de una obra incesantemente” (pag. 43)

Los procesos de hibridación y copia en China son de una creatividad incansable. Shanzhai es imitación e innovación al mismo tiempo. Siendo las marcas trasnacionales quienes dictan la ideología, deconstruir su imaginario es un acto de subversión.

“La riqueza de los productos shanzhai es en muchas ocasiones superior a la del original. Por ejemplo, existen teléfonos shanzhai con una función adicional para reconocer dinero falso. Eso los convierte en un original. Lo nuevo emerge a partir de variaciones y combinaciones sorprendentes.” (pag. 74)

¿Podríamos imaginar que la cerveza Cerono sabe mejor que la Corona?

En 2007, el artista Florentijn Hofman creó la pieza “Rubber Duck”, el cuál apareció en las bahías de Amsterdam, Bélgica, Tokyo, Sao Paulo y Sydney.


En 2013 hizo su aparición en Hong Kong, pero después de dos semanas se desinfló. Pocos días después, el pato fue copiado y empezó a aparecer en las bahías de diferentes ciudades de China. Hofman estaba muy enojado y dijo que los chinos habían robado su idea.

Jackie WX Tong, un escritor de cultura y arte de Hong Kong dijo a Hyperallergic:

“Debió haber esperado que su pato fuera copiado porque en China, hasta el diseño de un edificio puede ser copiado. Los chinos son excelentes copiadores. Nosotros copiamos el original y lo hacemos 10 veces más grande—simplemente observa nuestro estilo de capitalismo/comunismo… En el caso de shanzhai, los chinos no están tratando de hacer una declaración artística, están tratando de hacer dinero”.

Eduardo Makoszay hace cine en la Ciudad de México. Revisa su trabajo aquí.

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