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Cómo volverse un troll de internet en cinco sencillos pasos

Este post apareció originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud

Los trolls de internet pueden parecer maestros oscuros de su arte; escriben un comentario redactado con precisión (con una gramática a veces dudosa) para enfurecer a los ciudadanos en línea de buen corazón, mientras descarrilan cualquier tipo de conversación productiva. Nuestro único consuelo es que los trolls son pocos en número. Escondidos en el sótano de sus padres —suponemos—, esparcen una capa turbia de miseria por la red.

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Esa suposición podría estar equivocada. Una nueva investigación de la Universidad de Stanford y la Universidad de Cornell encontró que casi cualquier persona publicará un comentario despreciable en internet, dadas las condiciones adecuadas. “Los usuarios habituales también se vuelven trolls cuando el estado de ánimo y el contexto de la discusión impulsan tales comportamientos”, escribieron los investigadores en un estudio que presentarán a finales de este mes en la conferencia sobre computación social de la Asociación para la Maquinaria de Cómputo, en Portland.

Los informáticos analizaron a fondo el comportamiento antisocial en línea para entender mejor qué hace que un troll actúe de esa manera. El estudio combinó un experimento en el que participaron 667 personas —quienes publicaron un total de 791 comentarios— con un análisis de más de 16 millones de comentarios en CNN.com hechos en un período de varios meses. Los resultados establecen un conjunto de cinco alertas que debes tener en cuenta la próxima vez que comiences a escribir un comentario colérico en un foro:

Estás de mal humor
En el estudio, los investigadores les dieron a la mitad de los participantes un cuestionario fácil de 15 preguntas sobre lógica, matemáticas y secuencias de palabras, y luego les dieron a los demás una versión extremadamente difícil del cuestionario (la puntuación promedio era sólo 2 respuestas correctas de un total de 15) . A continuación, los participantes tuvieron que leer una breve noticia sobre Hillary Clinton —esto fue unos meses antes de las elecciones de 2016— y participar en una discusión debajo del artículo, con comentarios anónimos, respuestas a comentarios y la votación positiva o negativa de éstos. Las personas a las que les habían arruinado el día con el cuestionario imposible fueron un 89 por ciento más propensas a publicar un comentario troll, según el estudio. (Las opiniones políticas personales por sí solas no explicaron la negatividad: más de la mitad de los participantes del estudio se identificaron como demócratas y sólo el 21 por ciento como republicanos, lo cual es normal debido a la ciudad universitaria donde se realizó).

Otro troll publica primero
Uno de los aspectos más frustrantes de un troll es cómo puede transformar una discusión civilizada en un grupo de extraños lanzándose insultos y acusaciones entre sí. El estudio confirmó lo fácil que es manipular a las personas que comentan: cuando los investigadores plantaron un comentario en una discusión en línea, los participantes fueron un 68 por ciento más propensos a escribir cosas negativas. “Los participantes pueden tener una reacción negativa inicial a la lectura del artículo, pero es poco probable que la externalicen debido al autocontrol o a los factores de su entorno”, señalan los investigadores. Pero al ver que alguien deja salir su enojo, te da permiso para igualar el tono, o llevarlo aun más lejos.

Sigues despierto después de tu hora de dormir
Nadie está contento cuando está exhausto, e irse a dormir demasiado tarde puede empeorar el mal humor. Los investigadores analizaron 16.5 millones de comentarios en CNN.com de diciembre de 2012 a agosto de 2013, de los cuales más de 500.000 habían sido marcados como abusivos o violaban las normas de la comunidad. Después de filtrar todos esos datos, encontraron que los comentarios hechos entre las 11 AM y las 5 AM tenían más probabilidades de ser marcados. No es sorprendente que las personas fueran más propensas a publicar este tipo de comentarios después de regresar a trabajar el lunes que antes del fin de semana.

Intentaste razonar con un troll
La lógica retorcida de un troll se queda contigo, incluso si evitaste rebajarte a su nivel la primera vez. El análisis de los comentarios en CNN reveló que cuando alguien participaba en una discusión que tuviera por lo menos un mensaje marcado —incluso si no respondía con un comentario troll en ese momento— era más probable que escribiera un mensaje marcado en una discusión posterior. Y en lugar de desalentar el mal comportamiento, tener un comentario marcado y eliminado parecía aumentar las probabilidades de que la persona publicara otro similar.

No puedes esperar para ver las respuestas
Si sigues pulsando F5 para actualizar la pantalla y ver quién respondió a tu mensaje, lo más probable es que vayas a magnificar la discusión de una manera nociva. Las personas que sólo esperaron cinco minutos antes de hacer otro comentario en el mismo hilo de discusión tenían más probabilidades de publicar un comentario marcado que las personas que esperaron 10 minutos. Todavía no está claro si la espera simplemente deja que tu temperamento se enfríe, o si las personas que esperan más tiempo entre cada comentario son más racionales. “Los usuarios con un mejor control de sus impulsos pueden esperar más tiempo antes de volver a comentar si están enojados”, aclaran los investigadores.