¿Deberían prohibir las cabecitas en el futbol?

En la NFL escuchamos mucho sobre contusiones, pero ¿qué pasa con el otro tipo de fútbol, el que practican todos lo días 265 millones de personas en todo el mundo?


Los futbolistas parecen estar a salvo de los golpes, pero un nuevo estudio sugiere que hay una excepción importante. Los investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein descubrieron que los atletas que “le pegan de cabecita” a la pelota muchas veces corren el riego de tener síntomas de una contusión.  

Videos by VICE


En el estudio, publicado el 1 de febrero en la revista Neurology, los investigadores compararon los impactos intencionales de la cabeza –las cabecitas- con impactos involuntarios en la cabeza, como choques de cabeza con cabeza y golpes de cabeza contra la portería. Para esto, hicieron que 222 jugadores adultos llenaran cuestionarios en línea durante dos semanas, registrando el número de impactos que ocurrieran en las dos categorías, así como los síntomas que tenían después de los golpes.


En el transcurso de dos semanas, los futbolistas le pegaron de cabecita a la pelota un promedio de 41 veces, y casi uno de cada cinco, o sea el 18 por ciento reportó síntomas graves de contusión, como dolor y mareos. Siete por ciento quedaron inconscientes.


A pesar de que los síntomas más severos se encontraron en los jugadores que se golpearon de manera involuntaria, los investigadores también notaron una relación entre los jugadores a los que les encanta cabecear y los síntomas que te dan después de una contusión. 


La distinción es importante porque, hasta hace poco, pegarle a la pelota con la cabeza había sido considerado como un aspecto relativamente inofensivo del juego. Esa manera de pensar fue cuestionada en un estudio de 2015 publicado en el Journal of the American Medical Association, que propuso determinar si los cabezazos se deberían prohibir en los partidos de fútbol de adolescentes. El artículo de JAMA concluyó que aunque el 30 por ciento de las contusiones de fútbol juveniles son un resultado directo por pegarle a la pelota con la cabeza, el movimiento aún no se considera tan riesgoso como para justificar una prohibición.

Sin embargo, la investigación, no midió la gravedad de los cabezazos y se enfocó principalmente en golpes fuertes que los observadores podían ver desde las líneas de banda. “El principal descubrimiento [del nuevo estudio] es que pegarle a la pelota con la cabeza presenta una causa independiente de eventos sintomáticos”, dice el investigador principal Michael Lipton.

Los resultados son consistentes con investigaciones anteriores que Lipton ha realizado: es coautor de un estudio de 2013 que descubrió que el 30 por ciento de los futbolistas encuestados que le pegaron a la pelota con la cabeza más de 1.000 veces también mostraron un mayor riesgo de cambios en su materia blanca, tejido del cerebro que controla la forma en que aprendemos nuevas tareas motoras.

Es importante señalar que el nuevo estudio no se realizó para ver qué jugadores habían sufrido contusiones, sino para ver sólo si tenían síntomas de contusión, esto limita la capacidad del estudio para probar que la relación existe, dice Lipton.

“El aporte”, dice Lipton, “es que los jugadores deben estar conscientes de que los síntomas, que pueden ser signos de una lesión cerebral, están asociados con pegarle a la pelota con la cabeza en exceso”.

Añade que si alguna vez recibes un golpe dudoso, que te provoca mareos, confusión, desorientación, náuseas o un dolor de cabeza duradero- hagas lo más inteligente y busques a un sustituto.