Foto cortesía de Marcelo Filippo.
La era dorada del rock argentino fue una época clave para la formación de la cultura rockera en nuestro continente que trascendió fronteras. Un espacio de unos 30 años donde surgieron personajes tan icónicos como Luis Alberto Spinetta, Pappo y Charly García – por nombrar algunos – que con el paso del tiempo y gracias a la extensa obra que fueron dejando, se convirtieron en estandartes del género en nuestro idioma. Luego llegarían los Soda Stereo, Fito Páez, Calamaro y con ellos, otra cantidad de proyectos alternos y cientos de canciones que se fueron anclando en el imaginario colectivo y hoy, solo se pueden definir como clásicos.
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Un momento en la música latinoamericana que está bien documentado sonoramente entre discos y grabaciones de conciertos pero del que a veces no es tan fácil encontrar buenos registros audiovisuales, especialmente de los momentos más tempranos de esos artistas que terminarían convirtiéndose en leyendas. Por eso es tan importante el canal de YouTube de El Boxitracio, un archivo audiovisual de libre acceso que desde hace años lleva recopilando y digitalizando VHS con viejas grabaciones de presentaciones en televisión o conciertos de las estrellas del rock argentino, convirtiéndose en uno de los lugares obligados en Internet para los fanáticos de todas esas estrellas.
Nos contactamos con Marcelo Filippo, un músico argentino que administra el canal -al que define como la “antropología del rock argentino”- para saber más acerca de cómo ha sido su labor y lo importante que es tener un archivo de este tipo en plena era digital.
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NOISEY: ¿De dónde llega todo el material en VHS que subes al canal de El Boxitracio?
Marcelo: El material que subo en realidad es material mío. Yo comencé con todo lo del rock nacional muy chico porque tengo una hermana más grande que le gustaba mucho toda esa música, entonces a los 11 años ya iba a ver a Spinetta o a Serú Giran. En el año ’82 mi viejo compró una videocasetera que era algo muy raro, la verdad no sé cómo se le ocurrió comprar ese aparato en ese entonces. Aparte estaba pasando todo lo de la guerra de Malvinas que fue un momento así como raro y mi viejo no sé cómo se enteró que ese aparato existía y lo consiguió.
Nosotros siempre íbamos a recitales así que la posibilidad de tener eso mismo, pero en tu casa, era algo increíble. Salían muy caros los cassettes y todo pero se podían grabar los conciertos, entonces fuimos grabando algunas cosas. No todo lo manteníamos porque como te decía, eran muy caros los cassettes, pero a medida que íbamos pudiendo nos quedábamos con lo que más nos gustaba. Así fuimos guardando y en realidad fuimos armando un archivo sin quererlo, nos convertimos en coleccionistas con mi hermana. Nuestra idea nunca fue coleccionar sino simplemente tener eso que siempre teníamos que ir a ver hacia algún lugar haciendo cola y cogiendo colectivos, pero en nuestra propia casa.
¿En qué momento te diste cuenta que el canal ya era una cosa viral y por qué decidiste utilizar YouTube como la plataforma para subir tus videos?
El tema del canal pasó porque yo soy músico y escribo canciones entonces tenía un canal donde subía cosas mías. Es un canal independiente y de vez en cuando tenía sus cosas pero costaba moverse, claro que surgía algún comentario, algún like pero es complicado. Se me ocurrió incrementar eso y pensé “uy, cierto que tengo esos videos viejos”. Eso fue pensando que tenía una o dos cosas muy valiosas que iban a generar algo pero me imaginaba que de todo lo que tenía, máximo tres o cuatro videos iban a estar muy buenos e iban a generar cierta impresión. La verdad que cuando iba por el tercero hubo una especie de lluvia de mensajes y ya iban por miles y miles de views, entonces comencé a darme cuenta que no eran solo esos dos o tres videos raros sino que ya cualquier cosa de las que tenía, que para mí eran normales porque las había visto 800 veces, para el mundo no eran tan normales. Me gustó el ida y vuelta con la gente y empecé a subir cada vez más cosas.
Bien pudiste hacer algún tipo de recopilado y sacarlo a la venta pero lo mandaste todo gratis…
Claro que hubiera estado bueno ganarse unos mangos pero también el hecho de tener un canal iba a hacer que los videos se movieran por todo lado mucho más rápidamente. Por otro lado era una buena oportunidad para conectarme con músicos y hacer contactos. Eso también estaba bueno y gracias a esto el año pasado pude trabajar con Fito Páez y recibir mensajes de músicos agradeciéndome por el trabajo y pidiéndome algún material. Sí he vendido alguna cosita bien puntual como un pibe que me escribió desde Australia diciéndome que tenía una historia con uno de los recitales y lo quería. Prefiero que el canal esté libre al público y que cualquiera se conecte conmigo si necesita algo.
¿Hay algún video en especial que te produzca más orgullo de haber desempolvado que los demás?, ¿tienes algún favorito?
Entre mis favoritos está el de un grupo llamado Wet Picnic que era un grupo de Gustavo Santaolaya de principios de los ochenta. Es un video muy raro y a la vez muy original. El de Charly tocando “Total interferencia” con el piano también gusta mucho entre los seguidores del canal.
¿A qué te refieres cuando hablas de la “Antropología del rock argentino”?
Se me ocurrió porque siempre le escuché decir a Calamaro eso porque es muy fanático del rock argentino así viejo de Manal, Vox Dei y demás. En un momento escuché esa frase y me gustó la idea de armar un rompecabezas con videos y cosas que no se habían visto mucho. Rarezas que van sumando al rompecabezas de grupos de cuyas actuaciones no hay muchas imágenes en vivo, como Fito Paéz cuando apenas empezaba. El tema de la antropología es meterse a esas raíces.
En la era digital en la que vivimos ahora canales como el tuyo son documentos históricos de fácil acceso. ¿Qué valor le das a poder desempolvar todas esas viejas grabaciones para que gente de todas las edades se puede acercar a lo que fue esa época?
Es material que no se vio mucho y ahora nuevas generaciones están descubriendo. Tiene que ver con lo que pasa acá en la Argentina, donde no se le da mucha bola a ese bagaje cultural que tenemos. El peor caso es el de Charly y Spinetta que estuvieron una vez en el año ’85 juntos, armaron un proyecto y estuvieron una sola vez en la tele. Ya eran figuras conocidas sin embargo ese material en el canal del estado se borró y es algo que no puede pasar. También sucede ahora que se han borrado archivos y más allá de las rarezas con las que uno se puede encontrar, es claro que no se cuidan las cosas. No hay una idea real de cuidar nuestro patrimonio cultural y tiene que ver con que hace falta apreciar las tradiciones, lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
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Para ver más joyas audiovisuales, dense una vueltica por el canal de El Boxitracio por aquí.