Cuando puedo conectarle una rodilla a algo, alguien, o a un costal en una esquina en el gimnasio, siempre pienso en Dieselnoi y sus rodillas legendarias.
Con piernas tan potentes, nadie podía golpear con la rodilla como Dieselnoi Chor Thanasukarn. Era y sigue siendo el mejor muay khao (peleador que utiliza rodillazos) del deporte. Nacido como Charin Sorndee, en la Provincia Ayutthaya en Tailandia en 1961, Dieselnoi “la pequeña máquina” se volvió profesional a los 15 años y ganó su primera pelea por puntos. Aquella vez recibió 50 baht por pelear, poco más de un dólar.
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Después de cambiarse de gimnasio un par de veces, y avanzar en los rankings, Dieselnoi se volvió campeón ligero de Lumpini en 1981 después de derrotar a Koapong Sittichuchai por el título de las 135 libras. Para Dieselnoi fue suerte de tercera vez. Ya había enfrentado a Kaopong dos veces, empatando 1-1. En 1982, el campeón reinante fue programado para enfrentar a Samart Payakaroon, posiblemente el mejor boxeador tailandés de la historia, en una de las peleas más importantes y mejor pagadas de los 80. Samart perdió y las rodillas de Dieselnoi fueron las culpables.
Luego de esa pelea contra Samart nadie quería enfrentarlo. Entre 1982 y 1984, Dieselnoi era tan temido y respetado en la división de los ligeros que no tuvo ninguna pelea. Después de boxear en camino a una victoria ante el legendarioSakad Petchyindee en junio de 1984 (que ya había derrotado a Dieselnoi en dos ocasiones previas), e incapaz de conseguir oponentes, viajó a enfrentar peleadores como Shogu Shimazo, al campeón canadiense de karate Peter Cunningham, y al estadounidense John Moncayo. Noqueó a todos con rodillas. Sin conseguir más oponentes, Dieselnoi se retiró a los 25 años de edad siendo el campeón invicto de Lumpini en las 135 y 140 libras, con un récord de 122 peleas, 110 victorias (40 nocauts), 10 derrotas y dos empates.
Las rodillas de Dieselnoi eran las más brutales en la “era dorada del muay thai”. Era el equivalente de la patada frontal de Samart, algo de lo que no podías escapar. A pesar de tener una altura promedio, Dieselnoi era un tailandés por excelencia: delgado, modesto, humilde. Era un peleador alto, el que podía superar a cualquiera desde el clinch con rodillas.
El siglo pasado era complicado encontrar videos de Dieselnoi, pero afortunadamente ahora muchas de sus peleas están disponibles en YouTube. Tomemos la clase de arriba que dio el poderoso muay khao trabajando con las manoplas en el gimnasio. Es una joya. Es digno de maravillarse por las técnicas de Dieselnoi. Lanza una docena de rodillas potentes. Después de ver un video como este sólo podemos llegar a una conclusión: tienes que practicar más las rodillas. Debes tener más confianza para lanzarlas. Así como Dieselnoi en los viejos tiempos.
Se tiene que entrenar las rodillas como si fueras bailarina de can-can. Es parte del arte de ser un nak muay. Es lo que hace que el muay thai sea tan diferente y lo que hace que el muay thai sea el arte de las rodillas, más que cualquier otro deporte. Vemos los viejos videos una y otra vez para mejorar con cada vistazo. Te permite tener más variedad como peleador, ya sea nak muay o peleador de MMA.
Ahora a los 54 años de edad es padre de tres jóvenes, a veces es entrenador, y ayuda a peleadores novatos a mejorar sus habilidades.
Siendo budista devoto, Dieselnoi visitó un monasterio para convertirse en monje (“es una experiencia hermosa”, dijo), Diesel ahora lleva una vida sencilla y no extraña el mundo de las peleas ni un poco. A pesar de la cantidad de peleas que tuvo, así como Samart, percibe una falta de espíritu competitivo. “Para mí, ya no hay peleadores fuertes como antes”, dijo hace poco. “Algo cambió debido a los promotores. Ya no es lo mismo”.
Entonces, ¿son los promotores quienes están arruinando las cosas? Todos los nak muay de la vieja guardia dicen que las cosas eran mejores antes. Pero, ¿era así en realidad? Tal vez la calidad de las rodillas es mejor. Era perfecto cuando peleadores como Dieselnoi se golpeaban con rodillas. Los viejos tiempos en el muay thai pudieron ser mejores, pero no hay ningún momento como el de ahora. Así que mejor iré al gimnasio a entrenar mis rodillas.
