Este artículo apareció originalmente en VICE Australia.
Si tomas cualquier libro de la serie de Harry Potter, abres una página al azar y empiezas a leer, Rebecca Sharrock, de 29 años, completará la frase de memoria. “Hay muchos tipos de valentía”, empecé, leyendo en la cuarta página de La piedra filosofal, y sin ninguna duda en su voz, Rebecca continuó: “Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos…”.
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Rebecca puede hacer esto porque ella recuerda cada instante de su vida, en orden cronológico, con un nivel de detalle completamente aterrador. En su caso particular, ella recuerda por medio de visiones retrospectivas que incluyen aromas, pedazos de conversaciones palabra por palabra, y en ocasiones hasta dolor físico. Esta rara habilidad es denominada Memoria Autobiográfica Altamente Superior (HSAM por sus siglas en inglés) y Rebecca es una de solo 80 individuos diagnosticados internacionalmente con esta condición.
Naturalmente, quise saber todo sobre los recuerdos de Rebecca, su cerebro y cómo vivir con un conocimiento enciclopédico de su propia vida ha afectado su mundo. Así que la llamé a su casa en Brisbane y le pregunté.
VICE: ¿Qué es lo primero que recuerdas?
Rebecca Sharrock: Recuerdo estar en un lugar oscuro, con una luz rojiza y mi cabeza entre mis piernas, así que asumo que eso es cuando estaba en el útero pero no sabía mi edad en ese momento. Eso es lo primero que puedo recordar, ya que mis memorias funcionan en orden cronológico.
Bueno, wow, voy a hacerte una prueba más. ¿Qué recuerdas de tu segundo cumpleaños?
Fue justo antes de que mi hermana Jessica naciera, pero yo no sabía en ese momento que mi mamá estaba embarazada. Recuerdo estar sentada en la mesa con un pastel y pequeños trenes de plástico en él, pero yo estaba más interesada en los trenes que en las velas. Cuando nos comimos el pastel, que tenía oropel, tomé los trenes y esos fueron mis juguetes favoritos por un par de meses. A esa edad no sabía que estaba cumpliendo años, simplemente que algo era diferente.
¿Cuál es tu recuerdo más vívido?
Entre más viejos son mis recuerdos, más vividos son. Aunque los nuevos no son tan profundos e intensos para mí. Recuerdo tener tres años y estar sentada en mi cama en la casa de mis abuelos. Le pregunté a mí madres qué habíamos comidos hacía unas semanas. Ella siempre respondía diciendo “No lo sé, Becky, fue hace mucho tiempo”, a lo que yo respondía, “Pero algún día este momento será hace mucho tiempo también”. Y ella decía a eso “Pero para ese entonces no te acordarás”.
¿Qué tan intensos son tus recuerdos?
Yo lo recuerdo todo. Soy muy específica con los olores, ya que eso siempre ha sido una parte vívida de la recolección de mis memorias. Si voy a salir a algún lado y me quiero sentir de determinada manera antes de salir, me echo una esencia determina de alguna memoria feliz.
¿Cómo se prueba el HSAM? ¿Cómo fue el proceso para ponerlo a prueba?
Fue un proceso muy largo. Mis padres empezaron a contactar el laboratorio McGaugh/Stark de la Universidad de California Irvine. Este fue el laboratorio en el que el HSAM fue descubierto en 2006 y es el único lugar donde se puede diagnosticar oficialmente. El proceso completo tomó varios años. Tuve que hacer muchas pruebas, hacerme exámenes cerebrales. Ellos me preguntaban algunas preguntas al comienzo del proceso, lo grababan y luego, dos años después, me preguntaban las cosas que había dicho en ese momento. Tenía muchos nervios de hacer la prueba al comienzo porque decían que muchos fallaban cuando les preguntaban en qué día de la semana ocurrían ciertas cosas, o bajo qué estados, pero yo pasé.
¿Fue importante para ti ser diagnosticada formalmente?
Claro que sí. Antes de saber que tenía HSAM, mi autoestima estaba muy baja porque creía que había algo muy mal en mí. Fue bueno tener una respuesta. Fue igual cuando me diagnosticaron con autismo antes de eso, otra pregunta sin responder que tenía de mí misma.
Yo no supe del HSAM hasta los 21 años, pero empecé a darme cuenta que tenía algo un poco diferente cuando empecé a socializar más en mis años de adolescencia. Me di cuenta de que me obsesionaba con cosas más que mis amigos. Antes de ser diagnosticada, simplemente creía que era parte de mi TOC, que también tengo.
¿Crees que el HSAM es más una bendición o una maldición?
Es una mezcla de ambas cosas. Es una maldición porque no puedo olvidar malas experiencias y yo revivo todas esas emociones, que pueden terminar arruinándome el día. Pero una cosa positiva es que puedo revivir experiencias felices, como hoy donde revivo recuerdos de infancia.
¿Te toca evitar ciertos eventos o escenarios para no tener que revivirlos?
Tengo que ser muy cuidadosa. Tengo que mantenerme al tanto de las cosas para futuras pruebas de memoria, así que prefiero leer los diarios. Si veo algo estremecedor en las noticias en televisión, eso puede quedarse en mi mente para siempre. Tomo medicinas para controlar esta ansiedad, así que si es un día en el que sé que puedo estresarme mucho, como ir de compras navideñas, tomo Valium por precaución. Mi terapeuta me ha ayudado con estrategias para intentar evitar estas situaciones, pero sí, a veces son inevitables.
¿Cómo te sientes cuando las personas te piden que pruebes tu condición, o cuando intentan probar tus conocimientos?
Cuando me piden que pruebe algo, a veces me siento algo incómoda y avergonzada; como si fuera un fenómeno de circo. Y a veces la gente intenta probar mi HSAM de una forma muy escéptica. Hay personas que me han mandado mensajes diciendo que todo lo mío es mentira.
Si hubiese una cura completa para tu condición, ¿la tomarías?
La tomaría para deshacerme de las malas memorias, sin duda, pero quiero conservar mis recuerdos felices. Todavía están intentando descifrar qué parte del cerebro controla la memoria a corto y a largo plazo, así que están buscando las formas seguras de, potencialmente, encender o apagar ciertas memorias.
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