Luego de peinarse las cejas, el bigote y la barba, Edson Velandia se baja el gorro que lleva en su cabeza casi hasta taparse los ojos. Sentado sin camiseta en frente de un micrófono, despacha los primeros acordes de su guitarra tocándola con la misma peinilla con la que buscó ordenarse el pelo facial. Tras dar los primeros acordes la deja caer al piso para empezar desplazar con destreza sus dedos por los trastes mientras canta la historia de “La tanga negra y el tango solo”, el tercer sencillo de su álbum Karateka. Habla de aquella lujuriosa noche entre el tango y la tanga, a la que el tango escapa con la aurora de la mañana. No es estrictamente un tango, pero sí un homenaje a aquellas noches de bohemia en Buenos Aires. El video fue grabado por el Viajero Producciones y, de manera sencilla, se oye al músico de Piedecuesta dar muestra de su poder lírico y musical.
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