El Bronco vs. AMLO: comienza la lucha por la presidencia de México

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

Jaime Rodríguez, mejor conocido como “El Bronco”, pasó su primera semana como el primer gobernador electo tratando de demostrar que sigue siendo ajeno al circulo político.

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“Se les acabó la fiesta a los bandidos”, dijo Rodríguez en su primer discurso como nuevo gobernador del estado de Nuevo León ante un público lleno de personas a quienes ha acusado directamente de corrupción. “Si quieren lana, háganla por la buena: ¡trabajando!”

El Bronco salió airoso como candidato independiente y ganó el poder en el estado norteño famoso no solo por sus fortunas industriales, sino también por el crimen y la corrupción que gobierna en su territorio. Ahora muchos mencionan la posibilidad de que se lance como candidato presidencial en este país consumido por los escándalos de corrupción, la impunidad y el desencanto con la clase política arraigada.

Sin embargo, el estilo y la popularidad de Bronco lo han hecho chocar con otro personaje anti sistema: el eterno candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, cuya popularidad y persistencia asusta a muchas de las élites políticas y económicas de México.

“Se han vuelto los rivales naturales del voto contra el sistema”, dijo Federico Estévez, profesor de ciencias políticas en Instituto Tecnológico Autónomo de México, aunque las soluciones que ofrecen son muy diferentes.

López Obrador, mejor conocido como AMLO, abarca “una plataforma muy amplia” que se enfoca en la pobreza y la desigualdad, dijo Estévez. El Bronco se enfoca en un solo problema: “Corrupción. Nada más”.

¿Es solo otro miembro del club?

AMLO siempre ha centrado su mensaje en la promesa de reducir lo que él llama “La mafia del poder”. Ahora acusa al Bronco de ser un miembro más del club y de mantener lazos con los mismos políticos que critica.

“Mucho ojo, no se equivoquen, El Bronco encarna el salinismo”, publicó AMLO en Twitter refiriéndose a Carlos Salinas, el ex presidente nativo de Nuevo Léon. “Es independiente del pueblo, no de la mafia del poder”.

El Bronco contraatacó diciendo que AMLO era el verdadero miembro de “la mafia del poder” por haber vivido tantos años del presupuesto público y lo llamó “egocéntrico”.

“La presidencia no es de él. Nadie se la ha robado; él no ha sido capaz de ganarla”, dijo El Bronco en su visita a Querétaro la semana pasada. “Él es el dueño del guante y la pelota, nadie que él no quiera juega”, dijo el nuevo gobernador en una entrevista de radio posterior.

La disputa refleja un cambio en la política mexicana —en especial con el presidente Enrique Peña Nieto afectado por los escándalos y las encuestas que señalan a los partidos políticos como la institución más corrupta del país— ya que votantes están adoptando alternativas y candidatos independientes.

Jesús Cantú Escalante, director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Instituto Tecnológico de Monterrey, dice que tanto AMLO como El Bronco están poniendo el sistema de “cártel” de los partidos en peligro, incluso si no son tan ajenos como dicen serlo.

Jaime Rodríguez, El Bronco, causó una ola de descontento al ganar en Nuevo León. (Foto por Hans-Maximo Musielik/VICE News).

Cantú dijo que AMLO es un peligro porque el partido que formó en 2014 “no se sienta a la mesa” con las los otros partidos. La amenaza de El Bronco radica en su papel como el miembro más prominente de la primera ola de candidatos independientes a los que se les permitió participar por primera vez en las elecciones de este año gracias a una reforma constitucional.

“Los partidos políticos están preocupados”, dijo Cantú. “Puedo ver el surgimiento de una persona que romperá todo el esquema en 2018”, cuando se realicen las próximas elecciones presidenciales.

Está clara preocupación en los ocho estados que han aprobado recientemente las llamadas leyes “anti Bronco”, que restringen el acceso a las urnas para los candidatos independientes.

El Bronco nació, como siempre recalca, en un rancho sin electricidad, teléfono ni televisión.

También se hizo notar en el discurso de Peña Nieto ante la Asamblea General de la ONU el mes pasado en el que denunció el “populismo de la derecha y en la izquierda”. Muchos mexicanos tomaron esto como un como código para AMLO y El Bronco, aunque su administración se negó a confirmar de quién estaba hablando en el discurso.

Por otro lado, una encuesta de agosto publicada en el periódico Reforma coloca a AMLO en el puesto más alto de la lista de posibles candidatos favoritos. Otra encuesta realizada por Parametría reveló que El Bronco es el verdadero favorito (el diferencial entre las opiniones positivas y negativas) de cualquiera de los 21 posibles candidatos en la lista.

Para AMLO, el ascenso de los candidatos independientes en general, sobre todo del Bronco, podría ser como una bofetada en la cara.

El izquierdista pasó años sin descanso recorriendo el país para obtener el apoyo necesario para registrar un nuevo partido el año pasado llamado el Movimiento de Regeneración Nacional o Morena. Y ahora que del país ya favorece a los candidatos en contra del sistema, El Bronco surgió de la nada para competir por la misma corona.

“Yo creo que AMLO se siente traicionado porque lo obligaron a formar un partido”, ya que las leyes que permiten candidatos independientes apenas entraron en vigor este año, dijo Rodolfo Soriano Núñez, un analista sociólogo y político de la Ciudad de México. “En la historia de redención de México solo hay espacio para un solo mesías”.

El Bronco y AMLO comparten historias similares. Los dos se salieron del PRI —el partido que actualmente se encuentra en el poder y que gobernó la mayor parte del siglo pasado— aunque AMLO se salió en los años 80, décadas antes que el Bronco.

Después AMLO se volvió el jefe de gobierno del Distrito Federal e implementó medidas que sus rivales tacharon de populistas, como estipendios mensuales a los adultos mayores ya las madres solteras —programas y estrategias que desde entonces han implementado otros políticos en todo México, entre ellos Peña Nieto—. También se postuló para la presidencia en 2006 y perdió por muy poco unas elecciones que él insiste en que le fueron arrebatadas. En 2012 volvió a participar en las elecciones y cree que la victoria le fue robada una vez más.

Después creó Morena, con lo que dividió la izquierda de México en cuatro partidos y eliminó su coalición anterior. También obtuvo el 8.3 por ciento de las elecciones de medio término en 2015, con lo que ganaron un lugar en el congreso para tener acceso a una parte de los más de 3 mil millones de pesos de financiamiento público para los partidos políticos de México.

El Bronco renunció al PRI en 2015 porque no fue nominado como candidato a gobernador del partido en Nuevo León.

Nació, como siempre recalca, en un rancho con electricidad, teléfono ni televisión, fue subiendo de puesto en el PRI y se convirtió en alcalde de un municipio de Nuevo León, donde sobrevivió a dos intentos de asesinato a manos de Los Zetas pero perdió un hijo en un secuestro. El Bronco dice que la muerte de su hijo inspiró su cruzada para cambiar el país.

“¿Saben qué es ser políticamente incorrecto?”, dijo el Bronco en un estadio lleno de simpatizantes que respondieron a su forma tan particular de hablar. “Es tener los aguacates para decidir que podemos cambiar las cosas”.

El éxito de El Bronco también debe mucho a una estrategia de comunicación moderna que le obliga a pasar horas respondiendo mensajes de WhatsApp y Facebook, nada que ver con las giras incesantes de AMLO en los más de 2,400 municipios que hay en México.

No obstante, los analistas dicen que, irónicamente, la presencia de dos candidatos poderosos contra el sistema podría abrir paso a la enorme maquinaria política que utiliza el PRI para conservar el poder.

“El PRI solo necesita conservar 30 o 35 por ciento de sus votantes fieles”, dijo Soriano. “Lo que le interesa al PRI es tener el mayor número posible de candidatos en la oposición”.

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