La sabia filosofía popular nos dice que, “nada es para siempre”, y yo le creo. Por eso cada día que sumo trabajando en la radio (oficio que me fascina) se que es una día menos en la cuenta y que invariablemente llegará el final de hacerlo.
Muchos son los factores que te orillan a dejan una actividad. En el caso de los DJs platicaba la última vez con Trino que el cansancio de las giras, el hastío de la fiesta y la soledad de los hoteles, sumado a la edad entre otras cosas, te lleva a retirarte del glamouroso mundo del dance, al menos de esa fantasía llena de gigs, gente admirándote, buenos tragos, mujeres guapas, sonrisas Colgate y abrazos entre colegas sobre el main stage, etc.
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Un ejemplo claro de esto es Paul Oakenfold, quien en reiteradas ocasiones en los últimos tiempos ha dicho que lo de andar de gira ya no es lo suyo y que está cerca el momento de dejarlo. El problema está en que para estar vigente en este negocio debes andar de gira, sino, ¿cómo chingados la gente se va a acordar de ti para tocar tu canción en el radio?, o, ¿votar por ti en la lista de los más pro?, o, ¿para comprar tu nueva producción? Está cabroun zafarse de todo eso, y aún más cuando los que lo han vivido dicen que es como una droga a la cual te acostumbras.
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Hay personas inteligentes que han logrado trascender más allá de la fama del dance y siguen muy vigentes. Ver a Junkie XL la semana pasada en la Comic Con de San Diego ha sido la inspiración de este texto. ¿Por qué? Sencillo, porque él es un claro ejemplo de que hay vida más allá del lado glamoroso y desenfrenado del dance.
Junkie XL tuvo su gran momento de fama con el remix de, “A Little Less Conversation”, canción que fue tocada por todas las estaciones de radio del planeta. A su vez filmó un videoclip de gran presupuesto que fue transmitido en MTV cuando esta cadena era LA REFERENCIA en cuanto música. Su rostro era conocido y también fue aclamado por la crítica por sus discos, y estuvo en festivales masivos y la gente lo idolatraba. Pero, un día ya le dio hueva todo eso y decidió que lo mejor era regresar a la raíz del por qué había logrado todo lo demás: hacer música.
Se puso a componer soundtracks para películas haciéndolo de manera constante desde 2010 y con, Mad Max: Fury Road, o, Batman v Superman: Dawn of Justice, entre algunos trabajos destacados en su curriculum. Vio un campo muy fértil en la musicalización de videojuegos haciendo grandes trabajos para títulos emblema como “Ned for Speed”. Además da clases para las futuras generaciones de DJs e,n ArtEZ Conservatorium, uno de los mayores institutos de Holanda.
En la foto de este fin de semana se ve que Junkie XL ya no está en pose, sino más bien muy relajado haciendo lo que le gusta que es crear música y seguro metiéndose un buen varo para vivir bien sin tanta locura ni exceso a su alrededor. Y sí, vaya que me gustaría verme como este cabroncito cuando llegue a su edad: contento y en paz consigo mismo.
Vaya que hay vida después del voraz mundo del dance.
A Frank también le gusta relajarse en su Twitter.