Siete de nueve es el número mágico que salvaría al mandamás de la selección mexicana de futbol, José Manuel Chepo de la Torre de ser corrido. Durante junio el equipo verde (por eso de la esperanza) jugará seis partidos oficiales en un periodo de 18 días, pero son los primeros tres lo que definirían el futuro no sólo del Chepo, sino también de la selección y de los millones de dólares destinados a campañas publicitarias desarrolladas alrededor de México yendo al mundial de Brasil 2014. Para los que nuestro negocio depende de si la selección va al mundial o no, y para aquellos aficionados que se toman muy enserio esto del futbol, de nuevo nos tienen en vilo.
Es que no ya no creo que sea coincidencia que cada que se acerca el mundial, México siempre está en riesgo de no ir. Ya nos pasó hace cuatro años que se tuvieron la grandísima idea de traer al sueco Sven Goran-Eriksson que casi nos deja fuera y tuvo que llegar otra vez Javier Aguirre de bombero a apagar el desmadrito y meternos en el mundial. Claro, otra vez porque para el mundial de Japón-Corea a Enrique Meza casi hace que nos eliminen del mundial y tuvo que llegar Javier Aguirre a salvar el changarro de las televisoras. No puedo olvidar rumbo al mundial de Francia, todo el Estado Azteca gritaba “fuera Bora, fuera Bora” y llegó Manuel Lapuente al quite para clasificarlo al mundial.
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Esta montaña rusa de emociones que nos da nuestra selección es todo un mero guión que proviene de las entrañas más profundas de Televisa, la llamada “fábrica de sueños” nos trae cada cuatro años un drama nuevo vestido de verde, un balance perfecto de derrotas y victorias suficientemente fuertes para hacer que el noviembre previo a un mundial estemos todos contagiados por el sentimiento tricolor, bombardeados de comerciales, spots de radios, notas de prensa, activaciones, promociones y lo más sofisticado en marketing deportivo para desbocarnos a ver el mundial con la esperanza de verlo campeón de una vez por todas.
Ya en la eliminatoria hacia el mundial de Alemania del 2006 quisieron hacer el experimento de hacer un recorrido mundialista lleno de triunfos y buen juego. A Ricardo Lavolpe le debemos la única eliminatoria mundialista donde nos se sufrió, sólo perdimos contra Trinidad y Tobago al final por una pequeña negociación para dejar fuera a Guatemala y Trinidad y Tobago fuera a un mundial (véase quien es Jack Warner). Pero pasó que la gente nada más no estaba ilusionada, sobre todo aburrida de ver a un equipo que sí ganaba, que hizo un buen papel en la Copa Confederaciones del 2005, que le ganó a Argentina en la Copa América del 2004.
No es por ser cruz azulino pero la final de la liga mexicana pasada estuvo más emocionante que las últimas tres finales de UEFA Champions League juntas (en sentido figurativo), y ganó ¡el América!, el equipo de Televisa. Una vez más otro gran guión salido de lo más oscuro del logo de Televisa: bajo una lluvia torrencial, un gol de último minuto, anotado por aquel portero que hace un año estuvo muy cerca de la muerte. Decidido en penales y bajo las luces del Templo Mayor del futbol mundial se consagra el América igualando a las Chivas como los máximos campeones de nuestro balompié. Para rematar el propietario del equipo, con una peda loca y con todo el derecho del mundo de decir majaderías en su propia tele sellaron la imagen de esta gran novela del futbol.
Supongo que esto ya lo tienen bien balanceado, qué tantos partidos tiene que perder México en la eliminatoria, los suficientes para que la gente se “preocupe” creando un rumor casi de leyenda urbana sobre las condiciones que el entrenador tiene para sacar adelante el equipo, y de pronto la selección vuelve, renace y recupera su nivel futbolístico, solamente para llegar a ese mundial anhelado con una total aire de éxito y de esperanza.
En los próximos 20 días vamos a ver un gran guión del futbol dividido en diferentes tomos: un prólogo contra Nigeria el 31 de mayo, siguiendo con los capítulos de CONCACAF el 4 en Jamaica, el 7 en Panamá y el 11 contra Costa Rica en México, ya con esto solucionado viene el siguiente capítulo de la CONFEDERACIONES: el 16 contra Italia, el 19 contra Brasil y el 22 contra Japón. El apéndice aún está por escribirse, pero nada va a evitar que sea otro gran guión digno de las mejores novelas, las más feas, de Televisa.
Anteriormente:
La maldición del Cruz Azul tiene nombre
Lee más en nuestra columna Los Demonios del Deporte.
