El inquietante mundo de la fotografía post mortem

Con una sed insaciable por los recuerdos, el siglo XIX estuvo marcado por la obsesión victoriana con la espiritualidad y primeras técnicas de fotografía. La introducción del daguerrotipo, una técnica fotográfica del siglo XIX, permitió a los victorianos capturar fotografías espectrales de sus seres queridos que ilustraban su actitud ante la intimidad y la muerte. En la era victoriana se desarrollaron dos tendencias fotográficas un tanto espeluznantes, una era lo que ahora llamamos “madres escondidas”, fotografías fantasmales de padres que aparecen escondidos tras velos, y la otra la fotografía post morten para retratar a los muertos. En una época en que las pinturas salían caras, la invención del daguerrotipo era una forma asequible de poder recordar a los seres queridos.

Imagen cortesía de Hans P. Kraus Jr., Nueva York 

En la fotografía de las madres escondidas vemos a la madre escondiéndose detrás de un velo mientras sostiene a su hijo y el fotógrafo hace la fotografía de larga exposición. Esta práctica era necesaria debido a la lentitud de la técnica del daguerrotipo. Los niños más mayores podían sentarse en una silla o quedarse solos de pie, pero en el caso de los bebés los padres tenían que cogerlos en brazos para asegurarse de que no se movieran y la foto no saliera borrosa. Estos padres se colocaban tras una cortina o una silla y a menudo aparecían con un aspecto fantasmal mostrando sus manos o brazos.

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Imagen cortesía de Lee Marks y John C. DePrez, Jr., Indiana

Imagen cortesía de Hans P. Kraus Jr., Nueva York

La muerte en el siglo XIX no era tan dramática como en nuestros tiempos, pues la esperanza de vida rondaba los 40 años y había un alto índice de mortalidad infantil. Hans Kraus Jr, coleccionista de fotos de los siglos XIX y XX, dice a The Creators Project: “Hacia la mitad del siglo XIX, debido al alto índice de mortalidad, sobre todo entre niños, la muerte a menudo se percibía como una manifestación de la voluntad de Dios. Como la muerte solía ocurrir en el hogar, la experiencia se compartía con todos los miembros de la familia y se documentaba para poder recordarla”, explcia Kraus Jr. 

Imagen cortesía de Hans P. Kraus Jr., Nueva York

La fotografía post mortem también era popular en la era victoriana. Según explica Kraus Jr.: “La fotografía post mortem servía para consolar a los supervivientes y recordar a los muertos. Una foto era un objeto tangible que representaba a los fallecidos y podía guardarse cerca del cuerpo”. En muchas ocasiones, los niños que aparecen en estas imágenes parecen dormidos, pero en realidad están muertos. A veces, el fotógrafo se aseguraba de que sus ojos permanecieran abiertos o los pintaban para que parecieran vivos. 

Imagen cortesía de Hans P. Kraus Jr., Nueva York

Imagen cortesía de Lee Marks y John C. DePrez, Jr., Indiana

Aquí encontrarás otras imágenes de la colección de  Hans P. Kraus Jr.  

 

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