Josh Homme aún no sabe que toca en una banda de death metal.
Este artículo apareció originalmente en Vice España
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Nos sonroja un poco tanta habladuría estos días en las redes sociales, con reacciones a las reacciones de las reacciones a los atentados de París. Gente que se queja de los que se quejan de quienes se quejan (bucle) y se cagan en los que se ponen la banderita francesa de perfil, pero no de Turquía, Palestina, Líbano, Siria, Irak… Y alguien les comenta que “vale que sí, pero que tampoco nos olvidemos de Yemen, Afganistán, Paquistán, Nigeria, Sudán…”. No nos pilla por sorpresa. Ya lo dijimos cuando lo del niño sirio muerto en una playa y El Mundo Today lo ha confirmado esta mañana: más del 70% de los usuarios de Facebook ha decidido orientar su actividad profesional al análisis de política internacional.
Lo que sí nos ha pillado un poco más por sorpresa es el número de opinadores profesionales en medios de comunicación, dando palos de ciego en vez de arrojar luz sobre la tragedia y el horror de la masacre parisina, que de momento se salda con más de un centenar de muertos. Periodistas a la fuga. Granujas a la carrera. Columnistas apresurados que aparcan el rigor sin escrúpulos. En España, todo empezó la noche del viernes, con Alfonso Rojo, Graciano Palomo, Juan Luis Herrero y Pepe Oneto (rima) en el Canal 24h, charlando como cuatro vecinos a los que han desalojado de sus casas en pijama después de un terremoto. Especulando sobre el tipo de ejecuciones que debían estar sucediendo en el interior de la sala de conciertos. A lo loco. La avalancha de basura ha batido récords históricos, pero hay una noticia que ha superado lo de la portada de La Razón (“Es la guerra”). Un artículo que ha superado incluso el destacado de esa misma portada, con la foto de “uno de los terroristas” (ni presunto ni nada) y que en realidad es un montaje hecho en Internet, cambiándole el iPad por un Corán y colocándole un chaleco raro y otros añadidos. Una chapuzada con retoques evidentes que también dieron por buena en los informativos de Antena3. Pero, de verdad, hay un señor en España que ha superado todo eso. Hasta lo del selfie de Carlos Herrera con los ramos homenaje a las víctimas de fondo. Lo ha escrito un tal Luis María Alonso y el titular que preside su obra magna es “Música satánica para una carnicería”.
Luis María Alonso
El tipo lo ha publicado en diarios regionales como La Nueva España, La Provincia o el Faro de Vigo y subtitula: “un grupo de death metal tocaba cuando empezó la masacre de Bataclan”. Hacer esto mismo con una banda que realmente encajase en ese género musical extremo habría sido sucio y rastrero pero, yo qué sé, si a Luis no le importa quedar en ridículo, adelante. Que vinculase a Napalm Death o Cannibal Corpse con el delirio de bombas y disparos nos daría pena y risa, pero entraría en la lógica ignorante del que cree que la música heavy es sinónimo de quema de iglesias y rituales con vírgenes. Pero ¿esto? Esto no es que no haya hecho sus deberes. Esto es directamente no haberlos hecho sin molestarse en inventar una excusa. Ni en googlear a los Eagles of Death Metal. Ni en buscar un videoclip suyo en YouTube y ver que son pura guasa inofensiva. Esto está al nivel de culpar a los miembros de A Place to Bury Strangers de inspirar al monstruo de Amstetten. O a Terrorvision del 11S. Es tan cutre que parece insuperable. Pero sabemos que no. Sabemos que, desgraciadamente, en los próximos días (horas quizá) alguien llegará más lejos y provocará más arcadas. A esperar.
