Todo latino nacido antes del cambio de milenio sabe quién es Nigga. Un personaje crucial para entender la música popular en español durante esa álgida etapa donde el reggaetón no era la blandita pasta uniforme que es hoy. Un momento en que el consumo del género estaba delineado por gustos pero más aún por ideas con tintes moralinos y racistaclasistas (que aún prevalecen, en menor medida). Un periodo —la parte final de la década de los dosmiles—, en el que los hábitos de consumo mutaron de manera definitiva hacia el mp3, las turbias arenas de YouTube y ese ente conocido como mundo digital.
Félix Danilo Gómez es heredero de la tradición panameña en la música urbana. El país que conecta Sudamérica con el centro y norte del continente y que, por encima de ello, se encargó de importar y adaptar por primera vez géneros —reggae, dancehall, dembow— de la isla madre, Jamaica, a nuestro idioma en lo que terminaría por formar un prototipo de lo que hoy conocemos como reggaetón.
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En México le decimos Nigga, pero más arriba lo conocen como Flex. Entre 2006 y 2009, formó parte de la segunda generación de reggaetoneros —encabezada por Yankee, Wisin y Yandel o Don Omar— que dominó la música consumida en Latinoamérica a partir de diversos hits, entre los que destacan “Te quiero”, “Amor dime” o “En este mundo no sería feliz”. Todos y cada uno de esos batazos a la calle, muestra de un concepto distinto al resto conocido como romantic style, donde la influencia de la balada y el reggae revalorizan la melodía para ponerla en primer plano sobre la caja de ritmos, y donde las letras de sentimientos y emociones explícitos hacen las pases con la noche para convertirse también en bangers de tardeada.
Han pasado casi diez años desde entonces y, después de un bloqueo discográfico que lo mantuvo confinado en los límites del Canal, Nigga ha vuelto a aparecer en el radar latinoamericano. Nunca se detuvo, siempre se mantuvo creando y lanzando nueva música. Seduction, su más reciente material en largo, llegó el año pasado, aunque últimamente se enfoca más en el sencillo. “Me enamoré de ti” es el más nuevo en esa serie de entregas, y a un par de semanas de su lanzamiento, ya suma casi un millón de reproducciones en YouTube. Así que la vuelta es seria.
Mira el video de “Me enamoré de ti” a continuación, y lee más abajo la extensa conversación que tuvimos con él sobre los últimos diez años de su carrera, el momento actual del reggaetón y el pedazo de pastel que reclama Panamá en la panorámica mundial.
VICE: ¿Qué ha pasado con Nigga en los últimos diez años? ¿Dónde has estado?
Nigga: Todo este tiempo hemos estado afuera de México, estuvimos seis años más o menos, seguimos trabajando Latinoamérica. Realmente no hemos parado de hacer música, lanzamos Vives en mí, el cuarto álbum de Nigga, y luego lanzamos Seduction en 2015, que fue el quinto álbum físico de Nigga para todos sus fans. Después entramos en la era de los sencillos y estuvimos en eso todo 2016, 2017, 2018 y hasta este año, pues todavía no hemos sincronizado para hacer un álbum de tantos sencillos pero sí entramos en la época de solo sencillos para complacer a los fans. Estuvimos fuera de México por un bloqueo que tuvimos por la antigua disquera, no nos dejaba trabajar música en México y bloqueó muchísimo territorio y pues todo el contenido que hacíamos en Latinoamérica no les llegaba a ustedes por este bloqueo. Pero nada, en 2018 regresamos oficialmente a México con “Cerquita de mí”; junto a Ricky Rick hicimos un tema panameño-mexicano bien chévere.
Y así empezamos entrar a colación en territorio mexicano y vimos que todo el tema en redes sociales y plataformas digitales ya no se contuvo como antes, sino que había una libertad de poder trabajar música y empezamos a sembrar. Luego fuimos con el grupo 4U a llevar toda una promoción que lanzaron ellos con un tema que hicimos en colaboración junto con otro cubano que se llama Patricio Amaro. Y bueno, ya este año arrancamos con “Me cuidaste”, que fue el primer sencillo que lanzamos este 2019, ya que 2018 no nos dio chance porque retomamos también giras. La vida nos abarcó muchísimo espacio físico en los viajes y ya nos agarró 2019. Hace unos tres/cuatro meses atrás lanzamos también “No te pedí de más” junto a Makano y acabamos de lanzar recién una semana y cachito “Me enamoré de ti”.
Eres un testigo y artífice de primera mano de la evolución de la música urbana, especialmente del reggaetón, desde su introducción comercial hasta el cenit que vive ahora. ¿Cómo explicarías ese proceso? ¿Qué ha cambiado desde tu perspectiva?
De cuando iniciamos hasta ahora en este momento en que estamos en todo lo grande, el reggaetón ha ganado una aceptación increíble que de repente no tenía hace unos años. Cuando llegamos a México con el tema “Baby te quiero”, allá no se consumía reggaetón de la manera que lo consumen hoy en día y creo que en nuestra música urbana —porque ahora se le llama así— hay mucha mezcla de pop, una mezcla de r&b, hay mucha mezcla de sonidos muy caribeños. Buscando una manera de involucrarlo todo en una sola bolsa se le llama música urbana, pero siguen siendo géneros diferentes: reggaetón, dancehall, r&b, reggae. Hay mucho contenido en el urbano que ha hecho que también haya crecido de la manera que lo ha hecho y que se le abra la puerta más grande de lo que ya estaba. Yankee, Don Omar, Nigga, Wisin y Yandel se encargaron de eso: de abrir las puertas. Ya hoy en día esa fase pasó y hay mucho, mucho contenido, muchos artistas que también están haciendo diversos sonidos, creo que también la magnitud que hay en Internet hoy en día ha hecho que esto sea posible. Ya todo se digitalizó, ya no necesitas ir a una tienda a buscar un CD, te metes desde tu teléfono, descargas una canción que ya salió, que quieres tener en tu móvil, agregas a tu playlist y listo.
¿Y cómo te sientes? ¿Cuál es tu opinión sobre el momento de la música contemporánea?
Las tendencias hoy en día marcan todo urbano, urbano, urbano en el mundo. O es urbano o es urbano. Entonces también creó esa migración de muchos artistas de otro género al género urbano. Yo extraño los tiempos de antes porque antes sí había de todo, ¿me entiendes? Se consumía de todo, se importaba de todo, había un conglomerado de sonidos latinos muy amplio y no todo era “sonido latino”. Creo que esa parte musical de caribeño, latino normal que escucha cualquier tipo de género, antes sí se escuchaba mucho más. Muchos más, como te digo, han migrado al género urbano por la popularidad y han descuidado también los otros géneros musicales que tenían un margen de popularidad muy grande. Eso también lo extraño mucho, en verdad lo extraño. Poder salir y en una radioemisora escuchar de todo y no solo urbano. Porque pones tu móvil y también oyes urbano, pero extraño escucharte un merenguito, escucharte una salsita. Ahora ya hay radios específicas para géneros y antes había variadas, había de todo.
¿A qué le atribuirías esto de embolsar todo lo latino dentro de un mismo costal?
Bueno, uno es la vertiente de moda, hoy en día la popularidad del género ha hecho que sea el género de moda, que sea el género que todos quieren escuchar, todos lo quieren hacer, entonces creo que eso le da más que nada una fuerza al reggaetón. Creo que los primeros en darle esa fuerza, esa energía que no tenía de repente al género urbano latino fueron Shakira y Enrique Iglesias, fueron los primeros que brincaron de hacer pop a unirse al urbano y eso fue dando una imagen diferente y dando un contexto visual totalmente diferente al género urbano porque ya había pop dentro del reggaetón. Esos primeros brincos, saltos de los artistas de otros géneros muy populares a darle esa fuerza al reggaetón, han hecho que todo esto crezca. Creo que las colaboraciones que hoy en día se hacen son también fundamentales para la crecida que tiene la música urbana y pues han hecho que todos quieran mirar acá, ¿me entiendes? La popularidad creo que es lo que ha hecho que todos quieran hacer música urbana de una u otra manera, aunque no sea totalmente música urbana.
O sea que ¿preferirías que los personajes que tradicionalmente no estuvieron cercanos a la música urbana se mantuvieran al margen?
No, fíjate que no, no. La popularidad de género ha hecho que otros artistas migren y es cool, está bien porque también desarrolla el lado artístico y de talento de los otros artistas que hacían un merengue y brincaron a lo urbano. Están explorando una nueva faceta y están desarrollando otra —la música urbana—, que es muy compleja. Yo fascinado, simplemente mi pensar es que también se debería estar haciendo música normal, o sea si eres bachatero haz una bachata. Lo ha hecho Romeo, él es un ejemplo que te puedo poner: hace su bachata siempre pero de repente escuchas una colaboración con Wisin y Yandel, con Ozuna. Es así como tocar una puerta, tocar, y si te gustó y te quieres quedar ahí en el género urbano, bienvenido, porque también todo el contenido que han estado haciendo los artistas que han migrado ha sido muy bueno. Me encanta lo que está pasando, pero si se pudiera hacer también otro concepto de música fuera de lo urbano para nosotros que venimos de una escuela donde había una variante musical muy amplia, entonces también estaría cool.
Tu música es bien distinguible dentro de la oferta de urbano del último par de décadas. El romantic style que, por sí mismo, es un propio género. Hay algo de reggaetón, dancehall y reggae por ahí, muy relacionable a las raíces panameñas que tiene el reggaetón como hoy lo conocemos. Pero además, temáticamente es música muy conectada al sentimiento juvenil, al amor genuino y espontáneo, lo que lo acerca también de manera muy íntima a la balada. ¿Cómo definirías tú el romantic style?
El romantic style siempre ha sido una fusión de reggae con letras baladitas, digo baladitas por el tema romántico. Aquí en Panamá el tema de crear baladas fue el momento en que nació el reggae romántico, como se conoce en Panamá al romantic style. El reggae romántico nace porque había mucha música discoteca tipo Los cuentos de la cripta de El Chombo, por decirte un ejemplo, que era mucho más rápida, un beat muy acelerado. Hacía falta algo para dedicar en lo urbano, entonces se inventa este estilo, el romantic style, que es el reggae romántico. Agarramos el estilo de, por decirte el nombre de un artista, Leo Dan, sin que sea una letra él, solo el estilo, y lo llevamos al reggae. En el tema melódico y en el tema de composición empiezan a crear melodías tipo eso, y ya no tenía la jerga tampoco de perreo y doble sentido, sino que ya era un tema de un contenido mucho más grande, más romántico, más dedicable, y fue como nació aquí en Panamá el reggae romántico. Mi sonido de guerra siempre fue “romantic style in the world” porque era el estilo romántico, y así comenzó a adaptarse el nombre, de reggae romántico pasó a romantic stye.
Y en cuanto al romantic style, ¿de qué manera ha evolucionado a partir de tu influencia?
Hay artistas que han hecho música urbana romántica. Farruko en su inicio la hizo, lo ha hecho De la Guetto, lo siguen haciendo Yatra, Turizo, por mencionarte artistas actuales; pero no han hecho romantic style, han hecho música romántica urbana. El tema de las melodías, el tema de contenido es muy diferente a lo que Nigga puede presentar. El tema poético es muy importante. Muchos me han dicho “coño, me inspiraste para poder hacer esto”. Farruko fue uno. “Me gustó tu flow, tu estilo y quiero hacer esa línea de música”, hace muchos años fue uno de los que me lo dijo y fue uno de los que empezó a hacer este tipo de música romántica, no obviamente romantic style como tal pero sí influyó el tema del romance para hacer muchas de las canciones que hizo en el principio. Y creo que también muchos de los artistas agarraron un ejemplo de “Baby te quiero”, pero así como tal hacer un reggae romántico como el de Nigga creo solo continuaron con Makano, que tiene la vieja escuela y todavía tiene los condimentos adecuados para hacerlo, pero no todos los artistas han podido lograr la fórmula de crear un romantic style, si lo han hecho pero bueno, los fanáticos me lo han hecho saber de que sí extrañan mi romantic style, que sí quieren romantic style. Aunque creo que va a llegar un momento en el que me voy a ahogar de tanto de lo mismo; en la música debe de haber siempre muchas variantes, muchos sonidos diferentes para donde escoger. Esto es como cuando vas a un restaurante y quieres pedir algo en específico y empiezas a ver en un menú qué es lo que te gusta y qué es lo que quieres pedir. Así mismo es la música: escuchas tu selección musical, qué es lo que te llama tanto la atención, un poquito acá y de acá y te armas tu combo.
La influencia más obvia del romantic style es Sech. Hereda mucho de ti y de Panamá en cuanto a que es un artista muy preocupado por la melodía y por darle ese sentido romántico a su reggaetón.
Puede ser que sí, hasta me menciona en un tema que hizo aquí en Panamá, “te dedico la canción de Nigga, ‘Te quiero’”, una cosa así mete en la canción. Trae la influencia porque me imagino que cuando estaba más chamaquito él escuchaba música romántica.
Me llama la atención que Panamá, siendo la cuna del género, siempre ha tenido pocos protagonistas en la panorámica global y normalmente son de un perfil más o menos bajo. ¿Qué pasa con la producción de reggaetón en el Canal?
Hoy en día viendo lo que está pasando con Sech aquí en Panamá el nuevo talento ha visto también a una nueva miga que creo se las presenté hace muchos años y pues nuevamente el artista local está buscando salir y no solamente hacer música local. Aquí hay mucho artista local, mucho contenido de música local pero sin trascender, sin salir de Panamá así como lo estaba Sech hace un año y cachito atrás: nadie sabía de él, pero estaba aquí haciendo música. Hay mucho contenido también como el de él que está esperando una oportunidad, buscando una expansión internacional. Me gusta porque nuevamente se vuelve a tomar en cuenta el clásico que es Panamá, el sonido clásico de la música urbana, Sech está nuevamente dándolo a conocer después de todo el trabajo que Nigga, Makano, el Chombo han hecho. Está muy bueno que haya un artista como él que pueda salir y decir “aquí está Panamá y seguimos haciendo buena música”.
Justo eso es lo que percibo, que es un mercado muy local y poco interesado en los focos.
El artista local no piensa tanto en salir, creo que es muy nacionalista en ese sentido. Aquí hay muchos artistas que vienen de afuera a tomar clases de una u otra manera y se van para afuera y llevan esta escuela a otro lado. Pero el local siempre ha estado muy local, o sea aquí se hace mucho contenido pero se queda aquí, localmente en Panamá.
Háblame un poco de “Me enamoré de ti”. ¿Dónde, con quién, cuándo se hizo?
El tema fue trabajado por un productor local que se llama Seven the Producer. Ya habíamos hecho el álbum Seduction. El último álbum que hicimos lo hicimos con Seven, él se encargó de hacer el trabajo musical y de producción de este álbum, también trabajó Makinologo y Chechefu pero ahorita para “Me enamoré de ti” trabajamos directo con Seven. Este tema es una propuesta musical de un beat totalmente orgánico y diferente al sonido que estás escuchando en la radio de los artistas urbanos. Él fabricó el dembow aquí, quisimos añadir mucho reggae, mucha fusión reggae dancehall para darle esa frescura al tema. Obviamente el contenido de la letra es totalmente Nigga, escuchar a Nigga desde que arranca. Trabajamos durante casi dos semanas el tema de creación de pista para poder darle el sazón que queríamos, que era el popular reggae panameño romántico.
¿Y sobre el tratamiento visual?
Fíjate que el video lo grabamos en Colombia, una historia muy loca pero el video lo grabamos en Cali. Estuvimos viajando y había un pueblito que no recuerdo su nombre, pero era muy pintoresco en verdad, lleno de ese folclor colombiano en el tema de arquitectura, un pueblito muy colonial por decirlo de una manera. Ahí grabamos parte de los playbacks de los performance para el video, parte de la historia se grabó en Cali y la otra parte la rellenamos allá en el pueblito. El rodaje del video fue de dos días exactos. Inicia la historia básicamente donde el artista goza de todos los privilegios, fama, chicas, toda la vida de locura, por decirlo de una manera, pero llega el momento en que la fama y la locura y todas esas cosas que todo el mundo quisiera vivir llega y te topa y te dice “¿Sabes qué? Hasta aquí, no quiero más de esto. Quiero ya algo normal, una vida normal, conseguir a alguien que de verdad me quiera, no que me quiera por fama o que estén conmigo en un bar porque quieren ser famosos, necesito a una persona que esté a mi lado porque me ama, porque le gusto, porque ella me acepta tal cual como soy y me ama”. Entonces él, el personaje, olvida absolutamente toda esa vida y se educa a caminar sin rumbo esperando llegar a un punto donde se encuentre a sí mismo. Buscándose a sí mismo se encuentra sin querer en un taller, se le descompone el coche y tiene que ir a un taller, busca un mecánico pero resulta ser que quien sale a atenderlo es una mecánica muy guapa. Entonces eso le llama mucho la atención a él y luego se la encuentra en varios lugares, se empiezan a conocer de verdad y bueno, empieza un tema de conversación diferente, empiezan a conocerse, empiezan a interactuar y llega lo que a todo el mundo le pasa: se enamoran.
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