El sonido inesperado de 100 tazones de porcelana sobre el agua

En la instalación llamada Clinamen, el artista colocó más de 100 tazones de porcelana en un estanque con una corriente eléctrica para que los tazones se puedan mover. Al chocar entre ellos, crean un sonido tranquilizante. El agua está templada para que la porcelana obtenga la acústica necesaria para el proyecto.

Clinamen es un término en latín usado, por Lucrecio, para nombrar la desviación que sufren los átomos en la física de Epicuro. Boursier-Mougenot aplica este concepto a su proyecto para representar el movimiento de la porcelana y lo que provoca cuando se interrumpe el trayecto de cada pieza.

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La parte visual de la obra también es interesante. El choque entre piezas es relajante, y los conjuntos de porcelana que se forman te mantienen a la expectativa de cómo se va a escuchar cuando se deshagan.

Puedes escuchar esta inesperado choque sonoro abajo:

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