Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.
En un breve video de CCTV (circuito cerrado de televisión), puede verse a un empleado de un minisúper sacar una botella de café de una hielera para luego bebérsela. Cuando regresa a la caja registradora, la voz de una persona invisible es proyectada desde un altavoz en el techo, interrogándolo sobre si escaneó y pagó por el producto.
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En otro video, un cajero está parado detrás del mostrador hablando con alguien que acaba de salir de cuadro. Entonces se escucha un ‘ding’ y la voz le pregunta al cajero quién es el otro sujeto —está allí para llevar al cajero a su casa al final de su turno— y luego le ordena al extraño que se pare al otro lado del mostrador.
Los videos son solo algunos ejemplos que Live Eye Surveillance, con sede en Washington, utiliza para demostrar su producto insignia: un sistema de cámaras de vigilancia que monitorea constantemente las tiendas y permite que un operador humano remoto intervenga cada vez que ve algo que considera sospechoso. Por suficiente dinero —399 dólares al mes según un correo electrónico revisado por Motherboard—, una persona en Karnal, India, verá el CCTV de tu empresa las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los monitores “actúan como un supervisor virtual de los sitios, en términos de garantizar la seguridad de los empleados ubicados en el extranjero y solicitarles que completen las tareas asignadas”, según una oferta de trabajo en el sitio web de la empresa.
Live Eye es una de las muchas empresas que se han beneficiado de la creciente adopción de herramientas de vigilancia en el lugar de trabajo durante la pandemia. Los expertos en derechos humanos alegan que las corporaciones han aprovechado la situación para introducir una amplia gama de herramientas de espionaje en nombre de la seguridad.
“Están utilizando la inseguridad sobre un robo potencial como excusa para vigilar a los trabajadores”, contó a Motherboard Eva Blum-Dumontet, investigadora principal de Privacy International. “Es realmente una excusa para replantear cómo estamos trabajando. Básicamente, lo que está sucediendo con la vigilancia en el lugar de trabajo es que las empresas intentan realizar un seguimiento de sus empleados para asegurarse de que coincidan con su idea de productividad. Es muy tóxico para la salud mental de los empleados”.
Live Eye Surveillance no respondió a una solicitud de comentarios.
En su sitio web, la compañía muestra a varias corporaciones importantes como sus clientes, incluidos 7-Eleven, Shell, Dairy Queen y Holiday Inn. Muchas de esas empresas son franquicias, pero no está claro si las corporaciones compraron los sistemas de vigilancia o si fueron adquiridos por los dueños de franquicias individuales.
Un exconsultor de 7-Eleven encargado de supervisar varias tiendas contó a Motherboard la preocupación que sintió cuando el dueño de una tienda le mostró los videos promocionales de Live Eye Surveillance. El consultor, que pidió permanecer anónimo para proteger sus contactos que siguen laborando con la empresa, dijo que el sistema de vigilancia es una “solución en busca de un problema”, porque el robo perpetrado por empleados le cuesta muy poco a los propietarios de franquicias de 7-Eleven.
Peor aún, dijo el exconsultor, la forma particular de vigilancia que Live Eye ofrece podría poner en peligro a los trabajadores de las tiendas.
En uno de los videos de muestra que Live Eye envía a sus clientes potenciales, dos ladrones vestidos de negro, uno armado con un rifle de asalto, llegan a lo que parece ser una tienda 7-Eleven y obligan al empleado a pararse detrás del mostrador. Cuando el empleado comienza a abrir la caja registradora, suena el sistema Live Eye y una voz informa a los ladrones que han llamado a la policía. Los sujetos corren fuera de la tienda.
“De esa manera alguien va a terminar siendo asesinado”, dijo el exconsultor. “No sobresaltas a nadie que esté portando un rifle de asalto. Eso viola la política de 7-Eleven. Hay una razón por la que la alarma silenciosa permanece en silencio” en los bancos y otras empresas.
7-Eleven no respondió a las preguntas de Motherboard sobre si aprueba el uso de los sistemas de Live Eye. La compañía proporcionó una declaración que decía: “7-Eleven, Inc. se preocupa profundamente por la seguridad de nuestros socios y clientes. Proporcionamos a cada tienda 7-Eleven un sistema de seguridad básico que incluye CCTV y alarmas; sin embargo, los propietarios de franquicias independientes pueden instalar su propio sistema además del proporcionado por la compañía”.
La pandemia ha impulsado la difusión de herramientas de vigilancia en el lugar de trabajo tanto para obreros como para empleados de cuello blanco, dijo Blum-Dumontet, pero tiene un impacto desproporcionado en los empleados con salarios bajos.
“Hay muchas personas que han perdido sus trabajos, muchas personas que no tienen la opción entre aceptar un trabajo o no”, aclaró. “Es por eso que las empresas se están saliendo con la suya al optar por estas formas de vigilancia que tienen un costo real para los empleados”.