Música

En pleno 2015, las mujeres en los festivales siguen siendo sólo un #FotoONoPasó

El mundo de la música dance es muy cambiante. Varía en cuanto a tonalidad, velocidad, estilo, ritmo, materia, producción y ejecución. Diferentes países favorecen diferentes sonidos. Las ciudades crean diferentes movimientos, aún así, la mayoría del mundo electrónico tiene un incómodo común denominador: hacen falta mujeres.

Algunas personas están cansadas de oír la misma historia. Otras incluso se preguntan por qué sería algo de importancia. Algunos piensan que es el orden natural de las cosas. Hay menos mujeres haciendo música electrónica, ¿cierto? De ahí el motivo por el cual estamos superadas en número. Algunas mujeres dicen que eso son puras patrañas. Hay miles de mujeres trabajando en las artes electrónicas, y la única forma para librar al mundo de esas nociones confundidas es seguir tocando nuestro tambor. Si el caballo ya está muerto, no le importará el ruido, y hay mucho en juego.

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“He estado observando durante más de 20 años”, dice Antye Greie-Ripatti, ella es una productora finlandesa, compositora, ingeniera y líder de Female Pressure, una red internacional que conecta a las mujeres en las artes electrónicas desde 1999.

“En el comienzo, yo no era una feminista”, continúa. “Cuando estaba en mis 20s y haciendo música electrónica, yo era la única chica en los festivales, y me sentía muy especial. No había muchas de nosotras en ese entonces, y estaba muy segura de que eso iba a cambiar. Estaba segura“.

“Luego de un tiempo, ya no me sentía especial”, Greie-Ripatti dice. “Luego de un tiempo, comencé a sentirme muy sola. Estaba cansada de todo, comencé a buscar más mujeres para colaborar. Desde entonces, trabajo principalmente con mujeres, y es muy divertido. Tengo muchas amigas que hacen trabajo similar al mío. No es tan solitario, y sé que están ahí”.

Greie-Ripatti se sentía así a principios de los 2000s. En 2014,

THUMP reunió datos en siete de los festivales más grandes de EDM en Norteamérica. A partir de cientos de artistas, la mayor cantidad de mujeres en un mismo cartel fueron 13. Mutek en Canadá lideró al grupo con una proporción de diversidad del 9.6 porciento con nueve mujeres de un total de 85 DJs.

En 2015, el cambio es lento. Mutek retiene la corona de la diversidad con 13.4 porciento de representación femenina, seguido de cerca por Mysteryland con un 9.2 porciento, y Ultra con el 10 porciento. Incluyendo bandas o grupos con miembros femeninos, el festival ubicado en Miami mostró el mayor crecimiento, casi doblando su diversidad de género. Electric Daisy Carnival Las Vegas, con el más grande lineup del país, incluyó a ocho damas en un total de 199 artistas. Ese fue el caso en 2014, varias de estas artistas son un grupo de rostros conocidos rotativos, el mismo puñado de mujeres que son “chicas DJs” incluyentes dentro de diferentes festivales.

Los mayores porcentaje concuerdan con las estadísticas globales de Female Pressure. Sus mediciones, disponibles a través del blog de la organización, encontraron un 10.8 porciento promedio de representación femenina en una escala global, sin incluir grupos mezclados del 6 porciento. A nivel nacional, Suecia muestra la mayor diversidad de género, con 30.1 porciento de contrataciones femeninas en festivales, seguido por Noruega con un 18.2 porciento, y Reino Unido con un 15.4 porciento.

Cortesía de Female Pressure

Para Greie-Ripatti, la mujer detrás de las mediciones globales, el crecimiento no ha llegado lo suficientemente rápido. “[Los organizadores de festivales] se han hecho de un truco, esta cuota; una mujer por ahí, o dos”, dice. “Creo que también es por raza, una mujer negra o persona negra para justificar tu diversidad, pero no es así”.

En esta medición, las gráficas de pastel de Grecia y Australia son completamente verdes. Eso significa que los festivales más grandes de esos países fueron realizados sin ninguna artista mujer, o al menos no las suficientes como para marcar una diferencia estadística, ni siquiera como parte del grupo.

“En realidad me parece sistémico”, dice Greie-Ripatti. “Todo se remite al dinero y la competencia. No quieren darnos el espacio – no todos, y no a propósito siempre, pero no quieren darnos el espacio. La mayoría de estos [organizadores] son mis amigos. No estoy diciendo que sean malignos, sólo estoy diciendo que así son las cosas.

Greie-Ripatti ha formado parte de Female Pressure desde comienzos de los 2000s. Creó y publicó la primera medición en 2013 como una especie de truco de RP. Ella esperaba que la chirriante claridad de sus hallazgos iniciaran una conversación más amplia en la escena electrónica internacional.

Björk participó en la conversación en una entrevista para Pitchfork titulada “La mujer invisible“, en enero del 2015. Muchos aplaudieron a Björk por subirse al ring; pero Greie-Ripatti siente que “podría haberlo dicho hace diez años”.

Sin embargo, me siento inspirada por la fuerte postura de la maestra islandesa. Female Pressure revisó de nuevo aquella vieja medición de sellos y festivales en 2013, con la curiosidad de descubrir si habían cambiado las cosas. Una nueva medición para 2015 reveló que habían cambiado muy poco.

“Los sellos comenzaron a alardear por tener una artista actualmente en lugar de cero”, dice. “Comenzó a meterse en la mente de las personas más y más, y eso fue algo bueno, pero aún así, no pensamos que las cosas hayan cambiado mucho”.

El problema de la equidad femenina es un tema polémico en toda la industria de la música dance, aún así la opinión de que las mujeres no pueden o simplemente no producen música electrónica sin la ayuda integral de una contraparte masculina sigue inundando las secciones de comentarios en foros por toda la red.

“Tal vez se trate de visibilidad en términos de gente que necesita ver a mujeres trabajando en estudios”, dice Greie-Ripatti. “Tal vez esa sea la generación de Instagram. Necesitan verlo para entenderlo. Tal vez ya no lean ni observen las mediciones. Tal vez sólo deberíamos publicar fotografías de nosotras en el estudio durante el día internacional de la mujer [en marzo] e intentar obtener una reacción viral”.

Ella le mandó un email a la lista de suscriptoras de Female Pressure, y a todas les encantó la idea. Algunas mandaron retratos de ellas mismas y algunas mandaron fotos de mujeres que conocían. En unas horas, las subió en una página de Tumblr, y la generación del Instagram respondió. Greie-Ripatti tomó el material enviado y lo musicalizó con un video. Poco después, el Tumbr de Female Pressure fue cubierto por by LA Weekly, Flavorwire, The Fader, y más, llevando la conversación por toda la red, y más allá.

“Personalmente lo veo como activismo”, Greie-Ripatti dice. “Estoy defendiéndolo. Soy una productora y eso es algo que puedo hacer, lo hago en mi tiempo libre. Me importa, y estoy muy molesta porque todo va muy lento. Me parece que es muy interesante el hecho de que se haya vuelto tan popular que Beyoncé haya gritado ‘feminista’ en los VMAs y finalmente Björk haya abierto su boca”.

Ella dice que no es suficiente que las celebridades hablen o que las mujeres esperen en los costados. Ignorando el problema o distanciándose de la controversia no se llega al cambio. Greie-Piratti está en la línea de acción con un compromiso a largo plazo.

“Tenemos que seguir diciéndoselo porque parece que lentamente se les está metiendo al cerebro”, dice. “He ido a todos los festivales durante al menos cinco años, y he hablado con cada uno de los curadores, y les pregunto ¿por qué hay tan pocas mujeres? Eso no está bien. Este año le mandé un correo a todos, espero que para este punto contraten 50/50. Consideren la diversidad de género y todos los tipos de diversidades minoritarias. No está bien tener solamente hombres blancos en los festivales. Eso no está bien”.

Cortesía de Female Pressure

A la fecha, la red de Female Pressure conecta a más de 1,400 artistas que se esparcen por más de 65 naciones. No hay ningún liderazgo central ni agenda formal. No hay cuota de membresía ni limitaciones respecto a lo que el grupo puede ser o hacer. El grupo invita a los artistas interesados a visitar su página o inscribirse. Una vez que te encuentras inscrito, cualquiera puede lanzar una idea al grupo directamente y puedes convertirla en realidad. Los miembros comparten consejos técnicos, frustraciones, logros, o simplemente su último mixtape.

El principio rector para participar es simple: la visibilidad de las mujeres importa.

Cuando su carrera comenzó, Greie Ripatti solía cantar. También solía componer, escribir, producir, y encargarse de la ingeniería de su propio trabajo, en colaboración con sus compañeros pero siempre como líder de la banda. Cuando los reseñadores le daban crédito solamente por cantar, su respuesta fue dejar de cantar por completo. De acuerdo con ella, el público tiene la capacidad de censurar sus talentos de producción, aunque admite que también limitó su creatividad.

La historia de Greie-Ripatti’s también podría ser una experiencia específicamente de ella, pero te hace preguntarte, ¿cómo es que otras mujeres han sido calladas por la falta de respeto, miedo de ser malentendidas, o por no tener un espacio seguro para ser escuchadas?

“A menudo escucho que [las mujeres] no pueden hacer beats. Eso es increíble en verdad”, dice. “Es importante fomentarlo, y voy a seguir insistiendo. Si paramos nuestro activismo ahora, no cambiaría nada. Creo que se necesita una patada global en los huevos para detenerlo”.

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Antye Greie-Ripatti en SoundCloud // Twitter

Kat Bein vive Miami y da patadas globales en los huevos a través de Twitter.