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En imágenes: las inundaciones de Luisiana ya son las peores desde el huracán Sandy

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El nivel del agua en Luisiana ya supera los 75 centímetros como consecuencia de las inundaciones causadas por la lluvia durante los últimos días en todo el estado. Fuentes oficiales están evaluando los daños de la tormenta, que ya se ha cobrado la vida de 11 personas y dañado a más de 40.000 hogares.

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Voluntarios de todo el país se han ofrecido para dar su apoyo a los afectados por el desastre, y más de 34.000 casas están sin electricidad. La Cruz Roja considera que este desastre natural es el peor desde que el huracán Sandy golpeara la Costa Este en 2012.

Vecinos miran la inundada Old Jefferson Highway al sur de Baton Rouge, el 16 de agosto, mientras que los propietarios trabajan para mitigar el impacto de la histórica inundación. (Imagen por Max Becherer/AP)

El gobierno federal ha declarado el estado de emergencia, clasificando 20 distritos de Luisiana como áreas catastróficas. A medida que disminuye la lluvia, informaciones sobre saqueos y arrestos salen a la luz en Baton Rouge. El gobernador John Bel Edwards impuso el toque de queda en la capital desde el martes entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana.

La crecida del agua sobrepasó el dique de Laurel Ridge que actúa como barrera para el área de Baton Rouge. Fuentes públicas insistieron en que los niveles históricos de agua pasaron por encima del dique, afirmando que la situación no es la misma que la de los fallos en el sistema de contención de Nueva Orleans durante el huracán Katrina, en 2005.

Una familia evacuada en Holden, Luisiana el 14 de agosto, al principio de las lluvias y cuando las operaciones de rescate marchaban a todo gas. (Imagen por Max Becherer/AP)

Edwards sostiene que las operaciones de rescate siguen su curso desde el martes, y que la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) está operando en las áreas afectadas. Se espera que miles de trabajadores de la FEMA viajen a Luisiana para ayudar a los vecinos afectados por las inundaciones.

«Nadie será olvidado», dijo Edwards. «Vamos a hacer todo lo humanamente posible para prestar ayuda».

Al atardecer del martes unas 8.000 personas seguían hospedadas en albergues de emergencia y unas 60.000 habían solicitado asistencia de emergencia. Ya se han iniciado los trabajos para eliminar la madera mojada e instalar pared seca de pladur en las casas. Mientras que el alcance de los daños será más visible en los próximos días, se espera que otros 5 centímetros de agua golpeen al estado antes de que acabe la semana.

Miembros de la Guardia Nacional de Luisiana reubicando a residentes en camiones mientras llevaron a cabo las tareas de rescate el pasado domingo, en Walker, en el mismo estado. (Imagen por Max Becherer/AP)

Danny y Alys Messenger utilizan una canoa para abandonar su casa en Praireville, el pasado 16 de agosto, después de volver a su hogar para comprobar los daños. (Imagen por Max Becherer/AP)

Richard Rossi tira de una barca en el agua con su nieto de 4 años en Justice, el 15 de agosto. (Imagen por Jonathan Bachman/Reuters)

Voluntarios de la iglesia en Baton Rouge trabajan para limpiar un inmueble anegado para prevenir el moho el pasado martes. (Imagen por Max Becherer/AP)

Un camión de la Guardia Nacional de Luisiana se hunde después de salirse de la carretera y caer en aguas profundas en Walker. (Imagen por Max Becherer/AP)

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