En 1997 yo era editor de la revista de skate
Big Brother. Larry Flynt, el de Hustler, compró la revista e irónicamente nos prohibió que en adelante sacáramos gente desnuda debido a las posibles complicaciones legales (la publicación estaba dirigida a menores). Eso no evitó que nuestras lectoras siguieran enviándonos Polaroids de ellas desnudas. Tengo cientos de fotografías como éstas que nunca pudimos publicar. Es una pena.