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Juan Cirerol es un cantautor necesario en el panorama contemporáneo de la música independiente mexicana. Una de esas fuerzas que han ejercido un papel directo como agente de cambio, referente de la suciedad callejera y la más brutal de las honestidades, con ese estilo arrastrado y personal que lo vuelven misterioso y vulnerable. Cumple con el papel del chico malo que no sabe bailar, escupe en el suelo y dice groserías. Como el mismo lo dice: “juntar a Charles Bukowski a cantar un corrido”. En México, no se puede ser más cool que eso.
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Juan abrió un blog de poesía en 2010 que se llama Claro que no moriré. Tiene un poco menos de 500 entradas. Si tomamos en cuenta que Juan tiene algo así como 80 canciones publicadas, tal vez un poquito menos, no voy a decir que en realidad Juan es poeta, pero sí queda claro que el papel que ha jugado este blog en su proceso creativo es fundamental. Es el otro lado de la moneda, el ying de su yang, la Frida de su Diego, el Alushe de su Tinieblas.
Casi la mitad de los poemas son del primer año, y buena parte de la carnita que tiene la torta que es este blog, está en estas primeras entradas: chingazos con cholos, lamentos existenciales, peroratas inconexas, diatribas de un loco en soledad y pequeños apuntes cotidianos que casi nunca llegan a algo. También, estos poemas son los que menos cuidado en la ortografía y la redacción tienen, y eso los vuelve los más cercanos, de algún modo. Son claramente momentos capturados en una página de Internet. En algunos puede olerse el olor a alcohol en las palabras de Juan. En otros se siente el nudo en la garganta. Y conforme avanzan las entradas, el estilo va adquiriendo rigor, la abstracción poética encuentra hallazgos dignos de su maestro metafísico, el mentado Bukowski. Como que la consciencia del artista comienza a despertar y también queda claro que este ejercicio comenzó como un secreto y terminó por ser público.
Juan es un artista. Sobre todo y antes que nada. Y como artista, los obstaculos o circunstancias que tenga que sobrepasar para dar a conocer su arte, son lo de menos. “A lo mejor algunos podrán verlo como una baratija porque es lo que es”, nos dijo respecto al blog. Y sí, pero sería una lástima dejarlo ahí. Juan tiene la piel gruesa, la suficiente necedad en su cerebro y un talento endemoniado que lo sostienen como tallo de girasol en su jornada creativa. Estos casi 500 poemas son el testimonio más fehaciente de ello.
Nos sentamos a hablar de Claro que no moriré en una banca afuera de la Biblioteca de México, José Vasconselos, en un guiño más bien inconsciente. Como era de esperarse, también ya lo invitaron a publicar una colección de estos poemas en formato físico, libro que probablemente vea la luz en agosto, bajo el auspicio de MONO Ediciones. También hablamos sobre autores mexicanos y lecturas diversas, sobre sus ex-parejas, sobre el clasismo en el arte y sobre sus planes a futuro.
Noisey: ¿Qué relación existe para ti entre escribir poemas y escribir canciones?
Bueno, pues yo primero que nada había encontrado una relación casi casi de forma inesperada o inconsciente. Mi primo me enseñó a escribir canciones, o sea, a ponerle letra a una melodía. Y ahí fue donde me di cuenta que había que escribir también como poemas o cosas así. Entonces, yo en realidad comencé a escribir según yo poemas, nada más con las nociones que me daban en las clases de lectura y redacción de la prepa. O sea, en esos tiempos yo iba en primero de prepa y todavía no nos encargaban hacer alguna lectura en específico. Nos enseñaban pura ortografía y gramática y cosas así. Y así es como empecé we. Es por eso que creo que la forma en la que escribo es un tanto callejera ¿no? Porque pues no terminé la prepa [risas]. Así fue como empecé realmente.
¿Qué escribes más o qué es más fácil?
Yo primero, así como lo entiendo, primero empecé a ponerle letra a una melodía y con el pasar del tiempo, yo creo que ahora voy a tener que empezar a meterle melodía a las letras, porque estoy escribiendo más poemas. Así como yo lo entiendo ¿no? Y entonces we, pues sí, o sea, ya de repente me invitan a varios eventillos de literatura o de cosas de poesía. O empiezo a conocer a escritores. Mis primeros fans fueron escritores.
¿Como quién?
Como Juan Carlos Reyna, este we que escribía en Proceso, Diego [Enrique] Osorno. Todos esos weyes me traían acá, por todos lados en sus pedas. Por cuando yo apenas iba llegando. Me invitaban a sus pedas, tocaba para ellos, platicaba con ellos. Se hicieron muy fans de lo mío porque se les hacía interesante desde el punto de vista lírico.
¿Y antes de llegar al DF tenías el gusto por la lectura?
Sí llegué a leer cosas clásicas.
Pero leve.
Bueno, leía mucho a Charles Bukowski. Es en donde yo me metí mucho porque es lo que más entendí. O sea, lo que más podía leer fluidamente. Ya después comencé a leer otras cosillas, pero básicamente en lo que se centra mi obra es en juntar a Charles Bukowski a cantar un corrido. ¿Sabes cómo? Algo así. Yo tenía ganas de ser como ese we y me hice muy fan de él y de todo lo que era ese bato. Hasta después ya empecé a leer a Fante, intenté leer a Hemingway, pero se me hizo muy complicado. He leído una novela de Gabriel García Márquez, nada más. O sea, tampoco soy un lector así tan chingón. Apenas estoy empezándolo a hacer, ya que me invitan a escribir ¿no?
¿Cuándo abriste el blog?
El blog lo abrí en 2010 we. El primer escrito de ahí, no me recuerdo qué fecha es, pero es como desde enero, o febrero. O sea, está muy completo en cuanto a eso que empieza desde el 2010. Y para mí era, de alguna forma, sin tener ningún concepto en la cabeza, hasta ahorita lo voy viendo, era como el complemento a mi música. Como si alguien quería saber algo de mi música, tendría que leer también el blog. Y viceversa. Si alguien quería saber algo de la historia que yo estaba haciendo con mi personaje, con lo que soy yo, porque soy un personaje también, tendría que hacer las dos cosas. Y era com una cosa emocionante para mí. O sea, yo lo veía así, como yo fui mi primer oyente, mi primer lector, así lo vi yo.
¿Cuánta gente lee el blog?
Hay cierta gente que lo lee. Poco a poco me he ido enterando que había weyes en casos muy específicos, que les gustaba más el blog que mi música. No siempre fue así, pero sí se logró dar ese efecto que yo estaba esperando y que aún lo sigo conservando. O sea, yo creo que así lo voy a llevar hasta que termine de hacer esto. Quizás no en un blog. Yo empecé con las redes sociales y con los blogs, entones yo creo que así lo voy terminar. Por eso el hecho de publicar en físico un libro nunca me llamó tanto la atención, porque primero que nada, yo sentía que necesitaba mucha dedicación, cosa que yo estaba más dispuesto a hacer como un hobby, lo de escribir. También eso era. Que yo decía: “Ah bueno, pues esto es cuando tengo la cabeza llena de cosas y pues lo plasmo ahí”. Y también es como una especie de diario o anecdotario, pero hecho en versos ¿no? Era como decir: “Ah este día hice esto” y “Este día hice esto” y “Este día hice lo otro” pero lo hacía de una forma no tan cotidiana, trataba de escribir algo que fuera más emocionante para el lector. A veces inventaba cosas, ¿sabes cómo? O sea, le inventas cosas, como una ficción de uno mismo.
Algunos poemas tienen una capacidad de visión muy particular, puedes atravesar la condición humana. Pero los poemas son sólo descripciones muy sencillas, casi no tienen imágenes.
O sea, el pinchi 80 % de ese material está hecho muy al bravazo. Y de alguna forma es ahí donde yo le encuentro el valor, por lo menos personal. A veces yo me pongo a leer hacia atrás en el tiempo, como yo me entiendo a mí mismo y sé lo que quería decir, pues ya, logro aterrizar las ideas que a lo mejor se me fueron en algún momento. Básicamente es una herramienta que utilizo. Y pues también lo quise llevar a esta onda de decir “también son mis poemas”. Aunque también te diría muy sinceramente que yo no le hallaba forma. Yo lo pongo poemas porque es en versos. A veces trato de hacer rimas.
Es una relación natural con la escritura, que no tiene un género o un lugar definido.
Sí, lo que esperaba, lo que espero hacer, es una imagen terminada, un elemento. Yo espero poder escribir mejor cada vez, no voy a dejar ese hobby, pero tampoco voy a dejar de hacerlo fluidamente. A lo mejor si me pusiera a meterme bien duro al tema de escribir, podría hacer algo todavía más fino. Y hasta ahorita soy consciente de que ha ganado su pequeña popularidad en ciertos círculos. Y eso me tiene contento, está chido.
¿Cómo surgió lo de MONO?
Me invitaron a Tercera de forros, que es un evento en el [Lunario del] Auditorio Nacional que precisamente se trata de eso: invitan a un compositor, a un músico, y a un escritor, y te pones a dialogar en torno a un artista o a un escritor y entonces se mira precisamente esa relación entre las letras y la música. Es un evento muy intelectual, muy acá en ese pedo [risas]. Y está chido, me encantó ir.
Son el tipo de cosas que cuando estás ahí, te das cuenta que puedes tener mucho diálogo.
Y te empiezas a dar cuenta de la relación tan pegadita. Es por eso que muchas personas lo consideran a uno un escritor we. Y a mí esa cosa se me hacía… hasta decía yo: “Bueno, si a alguien se le ocurre decirme así está chingón” pero yo empecé en esto desde muy morro y con una guía muy rudimentaria. Hasta ahorita empiezo apenas a pulir mi estilo, a pulir mis letras, ya a intentar hacerlo de una forma más pensada. Me acuerdo que hasta hace unos dos años yo escribía en los cafés Internet: me metía a un café Internet porque yo no escribo ni en el celular y no traía computadora. Yo nada más cargaba con una maleta, un celular y la guitarra. Entonces me iba a un café Internet y ahí me desahogaba. Casi todo el 2013 y el 2014 se lo escribí a mi ex, así como “¡Hija de tu puta madre!” [risas]. Y era un juego de publicarlo y ella lo iba a ver. Entonces ella luego me reclamaba de las cosas que escribía ahí. Así era, ya cuando me enojaba con alguien, escribía sobre esa persona sin decir nombres ¿no?
¿Y todo eso lo hacías en un café Internet?
En un café Internet, en la compu de un amigo, o en mi compu en Mexicali si estaba en Mexicali. Hasta que de repente toda esa rabia se me empezó a ir a la vida real. Me la empecé a creer. Y me empecé a hacer bien rabioso, todo mezclado con la pinche loquera que traía mezclada, pinche fiestota, se me empezó a hacer una rabia mía, pero esa onda era algo que empecé como algo muy introspectivo y muy a boca cerrada. Porque mi blog, yo creo que se caracteriza por decir un montón de groserías, a veces hasta de más. Pero era eso, un desahogo, y en su tiempo también era para la novia, escribirle algo, como una carta hecha en verso. Entonces yo me sentía muy satisfecho con ese blog, me siento muy satisfecho, porque tengo un montón de recuerdos we.
Claro, es una parte importante de tu papel como artista y de tu vida.
Sí, la neta sí. A lo mejor muchos podrán verlo como una baratija, y lo entiendo porque es lo que es. Pero para mí es algo que también busco compartir porque soy una persona muy abierta. No sé si otros artistas sean así. Yo me considero un artista, primero que nada. Y soy una persona muy abierta. Otros no we, otros artistas son de otro tipo, que no tienen que andar revelando sus cosas íntimas, pero en mi caso soy así de que todo lo que pienso lo pongo en algún lugar y eso es lo que me ha vuelto quizás como alguien importante dentro de lo que es la música underground.
Foto de Eduardo Salazar, vía
Te da un papel.
Me da un papel. Y eso me tiene chido. Ahorita yo voy por otras cosas, voy por otras metas, ya con cierta parte de mi obra hecha. Lo de Mono Ediciones, por ejemplo, salió a raíz de eso de que Fausto Alzati me invitó, no terminé la respuesta hace rato. Fausto Alzati me invitó a eso [el evento Tercera de Forros en el Lunario del Auditorio Nacional]. Me dijo: “¿Por qué no entregas algo?” y lo acabo de entregar a lo mucho hace un mes, y apenas voy a cotorrear con Fernando Rasé, que es el editor de MONO. Me lo encontré un par de semanas en una exposición de editoriales independientes después de que le entregué y el bato así de “¡Juan!” y veo los libritos de MONO Ediciones que son de estilo libro vaquero y me encantaron, se me hizo un buen proyecto para mí. Porque ha habido banda hasta que me ha ofrecido así de: “Te damos diez mil baros de adelanto por hacer un libro”. Yo así de we no, aguanta. Yo tengo un montón de fechas todos los años, estoy con la música, yo estoy con el show en vivo y grabar discos. No me quiero pasar de lanza y decir “oh sí ahuevo” y entregar una cochinada we. Voy a hacer algunos cursos de creación literaria, me voy a preparar, porque sí me interesaría incursionar en lo que es la escritura.
A veces la clave para escribir bien es leer, leer las cosas correctas, tampoco tienes que leer un chingo. Por ejemplo, ¿Conoces a Julián Herbert?
No
Tiene un libro que se llama Cocaína, manual de usuario.
Ah sí. Sí, sí, sí. Sí lo leí. De hecho, como en 2012 él mismo me mandó su libro. Sí es cierto. Pues toda esa bandita de escritores fue la que me buscó. Yo siempre desvalorizo mi obra pero si toda esa gente me ha hablado es por algo. Ahorita me acaban de recomendar a Carlos Velázquez que hizo la La Biblia Vaquera.
También es un we que te va a gustar mucho.
Lo acabo de comprar ese libro hace unos tres, cuatro días. Lo estoy leyendo y sí we, la neta ese lenguaje es el que me gustaría manejar. Ahí dentro del blog hay algunas cositas que son más relato, no mucho, pro hay alguna que otra cosita we. Y en algún momento, gente como Paty Peñalosa, que escribe, es su chamba, periodista. Ella me ha dicho que lo que tengo en el blog está bueno para que un editor le meta mano. Y varias otras personas que me han dicho: “Sería bueno editarte algo, podríamos modificarle muy pocas cosas y bla bla bla”. Pero hasta ahorita es una de las pocas entrevistas que me han hecho sobre mi blog. Casi siempre cuando se agrega ese dato, es un dato nada más.
Claro, me parecía interesante hablar de ello y es un ajo que sí conozco. ¿Crees que hay un rollo de clasismo o has recibido trato elitista en tu arte?
Sí, se podría decir que sí. Un poco. Pero no me quejo como otros maricas, así como de decir [con voz amanerada] “Ay es que me dicen esto”. No we, o sea, la neta yo acepto las críticas bien. Digo va, chido. Sí me han traído mucho a pan y verga ¿no? Todo mundo.
¿Qué te dicen?
Más que nada por lo que veo escrito de mí, no tanto lo que me dicen, de gente que a veces ni conozco. Pero de todo, de mis discos y de todo, se ha dicho que es de lo más nasty y eso está chido. También se me hace muy chido. Pero también digo así como de que ay, bueno, en México nos falta mucho por entender, somos una especie de subcultura en desarrollo todo esto del rock. He conocido a mucha gente del medio que me dice que les encanta lo que yo hago y eso para mí es chingón. Ha habido otros que me dicen que no les gusta pero como dicen algunos: “Tienes un amor ahí que no entiendes”, or something like that. En cuanto a eso de sufrirle porque la gente me relegue o los críticos o los medios me releguen o me hagan algún efecto negativo, no.
Claro, no es para tanto. Al final del día para ser artista necesitas tener la piel gruesa, que se te resbale.
Claro, sí we. He conocido a varios amigos que no han logrado dedicarse como yo a esto, que gracias a Dios no tengo que hacer otra cosa más que tocar para mantenerme que ese es el fin de un montón de jóvenes, como nosotros y más jóvenes. Más en esto de la poesía, he conocido a varios morros que escriben bien e influenciados por mí we, raramente, y me dicen: “No, es que me critican mucho, ya no quiero publicar esto” y yo les digo que no puedes dejar que te afecte, sí a nivel personal, pero leve. Es por eso que yo considero mi blog como un gran descubrimiento para mí, que pude complementarlo con mi música porque la neta ahí me puedo resbalar de un montón de cosas. Hay veces en las que ahí publico algo y luego lo quito. Se me ha hecho una cosa como muy seria. O luego lo edito. O de repente me pongo a editar la ortografía. Así de: “No mames, no te pases ve verga” [risas]. “Andas por ahí presumiendo tu blog de poemas y tampoco le corriges nada, pues está cabrón ¿no?”.
Ten tantita madre.
Sí, porque yo sí soy de esos artistas que les vale verga, yo soy de que primero pinchi flow creativo, todo lo que salga. Y a veces en ese flow creativo te vas lejos y haciendo de malas costumbres. En cuanto a técnica, en cuanto a estética y esas cosas. Esas cosas se te van cuando eres un artista de mi calaña. Yo empecé en los tacos a la verga. No empecé en ningún circuito de ningún tipo, yo empecé en los tacos desde abajo. Hay mucha gente que me vio en esa época que se hizo fan de mí por esa época.
¿Tiene nombre el libro que vas a publicar con MONO?
Apenas me voy a reunir con ellos, me comentaron que leyera un par de libros, para vernos y entrarle. Estoy como en un paso muy chido a aspirar a una carrera como escritor. Lo que sea de cada quien Mono Ediciones ya traen una chamba seria detrás y que me consideren a mí y me hayan dicho “Va, na más hay que hacer esto y hacer esto otro”, la neta a mí se me hace un gran logro. Pero apenas voy a platicar eso, no es un hecho la salida del libro, porque no se ha confirmado al cien y no se ha editado, pero ya entregué. Inclusive esta semana pensaba reunirme con Fernando, a la otra. Apenas está empezando ese pedo.
Y en cuanto a música grabada y ese pedo, ¿tienes planes ahorita?
Sí, el año pasado salió un disco mío que se titula Todo Fine, en Universal. Fue mi primer placa ahí en Universal. Y ahorita va a salir un remaster de ciertas cositas que todavía no puedo decir cuales son, pero este año se viene un realese.
Pusimos en la introducción el link del blog de Juan, pero pueden también acceder a él por aquí.