Los españoles que viven sin producir basura: así es ser ‘zero waste’

Podemos mirar hacia otro lado, pero ya hemos producido como especie más de 8.300 millones de toneladas de plástico, y el 91% no se ha reciclado ni se reciclará jamás. Si esto nos parece lejano, basta decir que estudios científicos han descubierto que las fibras plásticas ya han infestado el agua potable del mundo. El plástico es indestructible, solo se rompe en partes más pequeñas.

Contaminaciones plásticas microscópicas fluyen desde los grifos desde Nueva York hasta Nueva Delhi pasando por España. Como están en escala nanométrica —una milésima de una milésima de milímetro—, siendo claros: te estás bebiendo tu plástico, y cada vez que desechamos uno hacemos el problema más grande.

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Por eso nació el movimiento zero wastebasura cero en español—, una alternativa de vida sin residuos. El objetivo último del movimiento es imitar el ciclo de la naturaleza, donde todo residuo es reinsertado. Trasladado a la práctica, esto se traduce en producir la menor cantidad de basura posible y, cuando se produce, que sea lo más biodegradable posible para que tarde el mínimo tiempo desaparecer. También hay que encargarse de que esa desaparición se produzca.


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Para los sin residuos tu basura es responsabilidad tuya y el reciclaje no debería aliviar tu conciencia. Lo primordial es reducir el consumo, después reutilizar todo lo posible lo que ya se posee, en última instancia, lo ideal sería compostar, pero si no nos es posible, reciclar para que nada acabe en el vertedero.

Un residuo cero puede limpiar su casa entera con agua, bicarbonato, limón y vinagre blanco. En cuanto al aseo personal, se las han apañado para hacer exfoliantes, desodorantes, hidratantes y hasta tónicos en casa combinando ingredientes simples y fáciles de encontrar. Hay quienes han aprendido a convertir su aceite usado en jabón. Las mujeres pueden usar la copa menstrual los días de periodo, o bien las compresas de algodón lavables al más puro estilo clásico. Aprovechan materiales alternativos, como la madera, la tela o el acero inoxidable y si no les queda otra, compran de segunda mano.

Hoy, Día Mundial del Reciclaje, le hemos pedido a españoles que practican este modo de vida que nos cuenten por qué lo hacen y, sobre todo, cómo.

Mercedes

Mercedes Jiménez, Madrid

VICE: Hola Mercedes, explícanos: ¿en qué consiste, para ti, la vida sin residuos?
Mercedes: Esta vida consiste en crear la menor cantidad de residuo posible en la medida de lo posible. En general, cuando investigas más sobre esto, comienzas a querer ser menos consumista en todos los aspectos, pero sobre todo con el plástico, ya que es un material hecho para durar muchos años pero que luego tiene un uso muy escueto. Hoy en día en los supermercados todo viene en plástico, verás calabacines envueltos individualmente y otras cosas sin sentido.

Cientos de cosas que se consumen todos los días lo llevan. ¿Cómo te las apañas para evitarlo? ¿No es una tarea enorme encontrar alternativas?
Si buscas por tu barrio, seguro que encuentras tiendas locales de toda la vida, fruterías o, si comes carne y pescado, carnicerías y pescaderías. Seguro que el dependiente no te pone problemas en meter la fruta en tu bolsa de tela en vez de en una de plástico; y si compras pescado, si vas con antelación te lo pueden poner en tu propio tupper.

Si alguno de los tenderos te dice que no, te invito a que insistas o que pierdas la vergüenza y vayas a comprar a otro. Yo la última vez que me dijeron que me lo tenían que envolver, simplemente educadamente les dije que iría a preguntar al señor de al lado. Al final, me atendió.

Lavavajillas orgánicos

¿Y con las otras cosas? La mayoría de casas están rebosantes de útiles que tienen plástico en alguna medida, ¿por dónde más podemos reducir?
Todos tendemos a compararnos con las personas que llevan ya mucho tiempo aplicando este estilo de vida y creemos que es imposible para nosotros, pero no es tan difícil como parece. Sí, es verdad que cuando comienzas quizás debas ser más previsor y que pares a pensar más cómo van a ser tus compras, tus excursiones, tu comida en el trabajo…

Yo en general intento pensar en cuales van a ser mis menús semanales y así aprovechar el día libre para comprar en el mercado, además hemos empezado a hacer compost para no tirar nuestros restos de comida a la basura. Recomiendo que empiecen a su ritmo, habrá personas que desde el principio puedan aplicarlo más sencillamente, porque vivan más cerca de tiendas locales o porque se sientan más comprometidos, pero sin duda, recomendaría empezar por los productos de limpieza y el baño. Pueden sustituir el jabón líquido de baño por pastilla de jabón, el champú también se encuentra en formato sólido y dura bastante o, por ejemplo, usar un cepillo de dientes de bambú, el cual luego puedes compostar.

Carla y Jessica

Carla Rendón y Jessica Ruiz, Barcelona

VICE: Hola a las dos, por curiosidad, ¿cómo empezaron a interesarte por este estilo de vida?
Carla y Jessica: Empezamos por casualidad. Estuvimos una semana y algo sin tirar la basura, y se acumuló una cantidad de residuo realmente impactante. Nos dejó tocadas y comenzamos a hacernos preguntas. Buscamos información y nos vimos un par de documentales sobre el plástico y su efecto en el medio ambiente. No hemos podido mirar hacia otro lado.

Residuos es un término amplio, pero tengo entendido que el plástico es el principal enemigo, ¿por qué?
Sí, hay residuos y RESIDUOS. El plástico de un solo uso es el enemigo. Tiene una vida útil de menos de diez minutos, pero tarda más de 500 años en desaparecer. Sin desaparecer nunca del todo, porque se va deshaciendo en microplásticos que generan un impacto terrible en el ecosistema. Aunque no te lo creas, el palo de nuestro primer chupete sigue por ahí en algún lugar.

Basura recogida en la playa

Dame algunas alternativas que pueda poner en práctica.
Siempre decimos que el primer paso es observar la basura que generamos. Lo que necesitas mejorar preferentemente depende de lo que más produces. Así podréis ver por dónde comenzar. Nosotras nos dimos cuenta que generábamos muchos bricks, packings, botellas…

También es un cambio muy fácil evitar los plásticos de un solo uso llevando nuestras bolsas reutilizables. Intentar alargar la vida de los productos que ya tenemos en casa como fregonas, cubos… y buscar una mejor opción cuando llegue el momento de sustituirlo pensando en los materiales.

Patricia y Fernando

Fernando Gómez y Patricia Reina, Madrid y Córdoba respectivamente

VICE: Hola a ambos, tengo una pregunta que no he hecho antes a los demás sin residuos pero me carcome, ¿por qué no es suficiente con reciclar el plástico?
Fernando y Patricia: El problema principal es el uso que estamos haciendo de él. Estamos utilizando un material prácticamente indestructible para productos de un solo uso, con una vida útil muy corta. Y, al ser tan barato, hasta los objetos de larga duración se tratan como si fueran desechables. Como sabes, no se biodegrada, es decir, no es consumido por ningún ser vivo que lo transforme. Sólo se rompe en partículas más pequeñas, pero sin cambiar su composición. En añadido a esto, se recicla mal.

Muchos de los tipos de plásticos tienen un reciclaje muy complicado y no hay mercado para ellos; es más barato y más fácil de manejar el material virgen. Además, por seguridad alimentaria, no se puede utilizar plástico reciclado para envases que vayan a estar en contacto con los alimentos. En fin, en la actualidad el plástico nunca va a crear una economía circular y por eso lo evitamos y creemos que no vale con reciclarlo.

Una bolsa de tela gasta mucho más para hacerse que una de plástico, pero a su vez, dura para tantas veces más que su huella ambiental es menor. En términos de qué es más ecológico, ¿debe primar la duración del material o su gasto de producción? ¿Cómo podemos elegir la mejor alternativa?
Todos los materiales tienen una huella ambiental, pero el papel, a diferencia del plástico, si acaba en el medio ambiente no es tan problemático porque desaparece antes, el vidrio se puede reciclar casi indefinidamente y la tela se degrada. De todas formas, es mejor centrarse en reutilizar y, cuando te haga falta comprar algo nuevo, lo mejor es tratar de buscar un producto lo más duradero posible y cuidarlo. Lo importante es tomar conciencia y dar valor a cualquier objeto mientras sea útil. El objetivo debería ser acabar con los desechables y la cultura de usar y tirar, el resto es afinar.

El plástico consumido en el último año por Fernando y Patricia

¿Cómo recomiendan a la gente que empiece?
Para empezar no se necesita nada. Cualquier botella de vidrio o bolsa que tengas por casa puedes reutilizarla hasta que se rompa. Acumulamos tantos objetos en que no tenemos que comprar nada para empezar. Al ir a la compra, si no hay tiendas a granel, pregunta en las tiendas locales y mercados. Cuando preguntas te encuentras muchas más alternativas locales de las que imaginabas.

Nosotros hemos dejado de comprar comida procesada (que siempre viene envasada), un montón de productos desechables (como papel de cocina, film, pañuelos de papel, etc.), de cosméticos y productos de limpieza (es increíble cómo nos hacen creer que hace falta un producto específico para limpiar cada parte de la casa). Empieza por lo que menos te cueste, tómatelo como un juego en el que el objetivo sea cada semana generar menos basura que la anterior, y diviértete mientras lo intentas. En realidad es mucho más divertido de lo que la gente se piensa”.

Imagino que entre conocidos y allegados la decisión de vivir sin producir basura da para largas conversaciones. ¿Cómo se lo suele tomar la gente?
Hay un poco de todo. Aunque la gran mayoría son opiniones positivas, siempre salen dos temas: el tiempo y el dinero. No hace falta más tiempo para comprar sin generar residuos. Una vez que te organizas y creas una nueva rutina de compra, todo se vuelve de lo más sencillo. Con respecto al dinero, si comparas un kilo de arroz de una marca blanca con uno a granel, va a ganar con diferencia la marca blanca, pero esto no pasa con todo. En cuanto sales de las marcas blancas todo se normaliza.

Al comprar todo a granel dejas de comprar muchos productos procesados y otros muchos productos desechables, por lo que al final salen las cuentas. Lo único en lo que nos gastamos más en en productos de larga duración, para que sean de calidad y nos duren el máximo tiempo posible. Ahorramos dinero por muchos otros lados, pero aunque no ahorrásemos seguiría mereciendo la pena. Sólo tenemos un planeta en el que vivir y creemos que es importante cuidarlo.