Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:
Los eSports se jactan de haber nacido de la extraña mezcla entre productos futuristas e infraestructura mastodóntica de otros deportes. Esta disciplina, al fin y al cabo, ofrece una fusión entre entretenimiento digital y entorno deportivo, dos industrias en perenne crecimiento.
Videos by VICE
De acuerdo con la empresa analista de mercados Newzoo, los ingresos globales de los eSports llegarán a los 413 millones de euros este año; en 2019, se prevé que esta cifra alcance los mil millones… así que ya te puedes imaginar que no se trata precisamente de una minucia.
Más eSports: Intenté infiltrarme en el mercado negro de las apuestas del FIFA
En esta industria, sin embargo, faltan muchas piezas que hacen que los deportes convencionales sean sostenibles… y sobre todo faltan mecanismos para evitar la explotación de los —normalmente jóvenes— jugadores de eSports. Es por ello que se ha creado la Asociación Mundial de eSports (WESA), que se presentó formalmente en Londres hace escasas semanas.
WESA es una asociación paralela a la Electronic Sports League (ESL), el organismo más grande del mundo de los eSports, que cuenta con los ocho mejores equipos de Counter-Strike: Fnatic, Natus Vincere, EnVyUs, Virtus.Pro, Gamers2, Faze, mousesports y Ninjas in Pyjamas. Todos ellos juegan al mismo juego: el Counter-Strike es el banco de pruebas. La esperanza de todos estos movimientos es que las distintas organizaciones y los equipos puedan unirse en el futuro.
El anuncio de crear una macroorganización que gestione los eSports se puede parecer, mutatis mutandi, a lo que es la FIFA en el fútbol. A diferencia de esta organización, sin embargo, la WESA no pretende ser un órgano de gobierno; para bien o para mal, ésta no será la institución que ordene y centralice las competiciones de todo el mundo.
No: lo que la WESA va a intentar hacer es organizar algunos de los temas laborales que más problemáticas generan. La idea es reunir a representantes de cada equipo —algo que sorprendentemente aún no pasaba en esta industria— para que estos, unidos, tengan voz para decidir la estructura de los torneos.
La falta de asociaciones formales de jugadores lleva siendo una preocupación en los eSports desde hace muchos años. La WESA nace precisamente como un consejo de jugadores que tendrán la capacidad para votar decisiones importantes y presentarlas delante del consejo ejecutivo; aunque los jugadores aún no tendrán acceso a los abogados ni a los contables, la WESA planea que en un futuro esto cambie.
La cuestión contractual es, de hecho, uno de los temas más delicados. Según Pietro Fringuelli, comisionado interino de la WESA, el protocolo existente no va mucho más allá de las hojas de permiso que hacían firmar a tus padres en la escuela.
“No hay acuerdos por escrito con los jugadores”, dice Fringuelli, que dirige el departamento de comunicación y el de deportes de la firma legal internacional CMS. “Cuando los jugadores van a un torneo solo tienen que firmar una hoja donde pone que participan. Cuando lo vi no me lo podía creer”, recuerda el comisionado.
Los afectados por estas medidas comparten su preocupación. Viktor Jendeby, entrenador del equipo Fnatic, ha dado su apoyo a la WESA en parte porque cree que fomentará una manera “más cómoda” de discutir los contratos, los traspasos de jugadores y otras reglas del juego dentro de esta industria.
Los aficionados también deberían beneficiarse de la creación de la WESA, pues gracias a esto se organizarán mejor los torneos y se creará un calendario fijo. Ahora mismo era difícil saber adónde debías ir a ver a tus jugadores favoritos: solo algún evento ocasional de la League of Legends League Championship Series se preveía con auténtica antelación.
Por si fuera poco, el calendario no solo estaba desorganizado, sino que además estaba saturado: algunos equipos se pasaban tres semanas seguidas viajando por todo el mundo para competir. El resultado fue que en algunos de los torneos había mucha tensión y cansancio.
“El valor que tenían las mejores partidas ha desaparecido”, dice Jendeby. “Por ejemplo, una partida entre nosotros y Ninjas in Pyjamas ocurre demasiado a menudo para que aún se pueda crear expectación. Es como el año en que el FC Barcelona y el Real Madrid se enfrentaron tantas veces: al final ya no había la misma emoción”.
“Como en el fútbol, quiero que las mejores partidas de los eSports tengan verdadera importancia”, apunta Jendeby.
Todo esto son cosas que mejorarían el deporte, pero plantea la pregunta de por qué esto no ha pasado antes. Aunque la popularidad de los eSports se haya disparado recientemente, el deporte en sí lleva muchos años existiendo.
“Creo que tiene un poco que ver con el crecimiento de la escena”, dice el director general de la ESL, Ralf Reichert. “Como más adultos, educados y experimentados sean los jugadores, mayor será la posibilidad de ir superando retos. Por eso creemos que ahora es el momento idóneo para crear la WESA”.
Esto suena bien, pero no hay razón para preguntarse si la WESA tiene todas sus bases cubiertas. Se esquivó todo lo relacionado con la diversidad de los representantes; nadie ofreció detalles sobre cómo se van a gestionar los recursos de abogados y contables. Además, existe también el miedo de que los jugadores que queden fuera de la WESA no reciban el mismo trato.
A favor de la WESA hay que decir que se están tomando las cosas muy en serio. Han integrado auditores externos en cada etapa del proceso de toma de decisiones, algo que destaca Reichert —quien, por cierto, no está dispuesto a aguantar comparaciones con los aspectos más desagradables de la FIFA.
El status quo es tan desorganizado que casi cualquier cosa representa un progreso… especialmente si tenemos en cuenta que generalmente los jugadores son totalmente ignorantes en lo relativo a los convenios deportivos y laborales más fundamentales.
“Propuse a algunos jugadores la idea de que los equipos siguieran una serie de normas básicas, como por ejemplo leyes antidopaje, antitrampas o antiapuestas”, explica Reichert. “Un jugador, sin embargo, me preguntó por qué no podía apostar en una partida en la que él jugaba. ¿Te lo puedes creer? Un solo jugador podría arruinar todo lo que estamos intentando conseguir”.
La organización está siendo muy cuidadosa a la hora de no garantizar nada que no puedan cumplir. Han propuesto tener un plazo de dos años para comprobar si todo funciona; si es así, poco a poco van a ir luchando para conseguir todos los objetivos planteados.
La WESA es un intento muy necesario de legitimar los eSports y poner orden en una escena que cada vez consigue más millones —de espectadores y dinero—… y precisamente por eso necesitará profesionalizarse, ya no solo a nivel de jugadores, sino también en su funcionamiento.
Ello, sin duda, llevará tiempo, pero si este mecanismo puede ayudar a crear una infraestructura hasta ahora inexistente, los eSports habrán ganado muchísimo.
Sigue al autor en Twitter: @Matt_Porter44