Este adolescente tomó fotos únicas de las estrellas de rock más grandes de los años 70

Hace cuarenta y dos años, Brad Elterman salió de la escuela, fue a un estudio de grabación en Los Ángeles y trató de fotografiar a David Bowie. Consiguió tomar la foto, que después lo llevó a la revista Creem Magazine y que fue el comienzo a una carrera del remolino que redefiniría la fotografía del rock’n’roll. En lugar de tomar fotos de conciertos típicos, Elterman llevaba su cámara al backstage y a otros lugares para tomar fotos únicas de algunos de los grandes de la era, montados en coches, comiendo papas a la francesa, siendo como cualquier otra persona. Casi medio siglo después, Elterman (un colaborador ocasional de VICE) encontró a la venta un montón de sus viejos negativos en eBay, y los compró de vuelta para dar un viaje por el callejón de la memoria.

Hace poco tuve la oportunidad de platicar con Elterman por teléfono acerca de sus salidas con la realeza del rock, de la reunión con sus negativos, y lo que extraña de sus días de gloria.

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Elterman en su escritorio realizando el arte primitivo de la sindicación de la foto en 1980

VICE: ¿ En primer lugar, cómo llegaron estas fotografías a eBay?
Brad Elterman: En la década de los 70, cuando era muy prolífico con mi cámara, le mandaba mis diapositivas a color y mis impresiones en blanco y negro a revistas de todo el mundo, guardaba y archivaba los negativos en blanco y negro. Hace unos años, estuve en Tokio y volví a ir Shinko Music, que publicaba las brillantes revistas Music Life y Rock Show. Publicaron todo lo que les envié, y me convertí en su corresponsal de Los Ángeles. Cuando llegué allí, todo el mundo se había ido, excepto por un anciano que era guardia de seguridad y me dijo que todo el mundo se había ido hace años y que no tenía idea de lo que había pasado con mis archivos. Este no era un fenómeno aislado. Cada una de las publicaciones que mandé en los 70 se dobló, y esos archivos desaparecieron. Tiraron a la basura y abandonaron miles de fotos analógicas. No soy sólo un idiota que perdió sus negativos.

Fotografías de Brad de Flo y Eddie detrás del escenario en un concierto de KISS se publicaron en la revista japonesa Music Life en 1978. La publicación era del grueso de una guía telefónica.

¿A cuánto se estaban vendiendo, y por cuánto los compraste?
Compré algunas de mis diapositivas a color por $20 dólares, y la hoja de prueba me costó $70 dólares. Significaba más para mí que para cualquier otra persona por ahí haciendo una oferta, así que no me molestó demasiado tener que pagar por ellos. Algunas de las fotos fueron mal asignadas en la lista; el vendedor no tenía idea del contenido. Compré todos mis negativos de Neil Young en un concierto del ’76. Estas fotos no eran fotos cualquiera. Stephen Stills apareció en el escenario y cantó, y se dieron la mano. Fue icónico. Tenía que conseguir esos negativos.

¿En qué etapa de tu vida estabas cuando tomaste estas fotografías?
Aún era un niño. Esa primera fotografía de David Bowie realmente cambió mi vida. Antes de tomar la foto, un pequeño pájaro en la parte de atrás de mi cabeza dijo: “Puedes destruir tu reputación, y echar a perder tu carrera”, pero yo tenía las bolas para hacerlo. Cuando eres adolescente, sólo aguantas la respiración y te avientas a hacerlo. Después de lograr que publicaran esa fotografía en Creem, mi bandeja de entrada se llenó. A partir de ahí, terminé la secundaria, fui a la universidad, y me transfirieron a Cal State Northridge. Me terminé saliendo porque la cantidad de trabajo que estaba produciendo era abrumadora, y no podía mantener el ritmo.

“Yo no era un fotógrafo tradicional de rock ‘n’ roll porque no me importaba una mierda tomarle una foto a alguien con una guitarra. Yo tomaba fotos detrás del escenario”.

¿Qué te sorprende más al ver estas fotos?
Me recuerdan en todo momento que era un niño y era como una máquina. Había mucho trabajo implícito en este trabajo. Tomar las fotos era la parte fácil. Empezaba por investigar en dónde iban a tocar las bandas: el Rainbow, el Roxy, el Starwood, en el Carlos & Charlie’s, en el Sugar Shack, etc. Al final del concierto, mientras todo el mundo estaba de fiesta o se había desmayado por tanta fiesta a las 2 AM, me iba a casa a desarrollar e imprimir todo antes de irme a dormir. La adrenalina de la noche era tan intoxicante que no podía dormir. Mi mamá era pintora, así que convertí parte de su estudio del sótano en un cuarto oscuro. Por la mañana, mi madre bajaba y me decía: “¿Quién es ese?” Pero ella siempre me apoyaba y me daba algún tipo de crítica sobre mi trabajo.

¿Qué te interesaba fotografiar en los años 70?
Yo no era un fotógrafo tradicional de rock ‘n’ roll porque no me importaba una mierda tomarle una foto a alguien con una guitarra. Eso es lo que hacían todos los demás fotógrafos de esa época, y a mi no me interesaban en esas imágenes de conciertos genéricos. Yo tomaba fotos detrás del escenario, esas eran las imágenes realmente emocionantes que contaban una historia; esas eran las imágenes que las revistas querían. Por ejemplo, no me molesté en tomar ninguna foto de un concierto de Willy de Mink DeVille, pero en vez de eso me quedé detrás del escenario y conseguí algunas tomas de él con su esposa, Toots. Eso fue algo especial.

La fotografía del backstage de Elterman de Willy y Toots de Mink DeVille apareció en la portada del periódico SOUNDS en 1977

Quería fotografiar todo lo nuevo: todas las bandas jóvenes y cool que leía en los periódicos británicos como Sounds, NME y Melody Maker. Un día, Steve Jones de Sex Pistols vino a mi departamento a nadar, ¡y tomé fotos! Cuando empecé, soñaba con tomar fotos de Bob Dylan. El hecho de que nunca salía y nunca quería que le tomaran fotos lo hacía aún más emocionante. La apoteosis de mi carrera fue la noche que conocí a Bob, y me pidió que le tomara una foto con Robert De Niro entre bastidores en el Roxy en el 76.

Steve Jones de Sex Pistols en la alberca de Elterman en su primer departamento en la esquina de Sunset y Dohney en West Hollywood, 1977

¿Qué imágenes destacan para ti en particular?
Cualquier cosa de Joan Jett. Ella era mi mejor musa. Era tan carismática y hermosa para fotografiar. Ambos éramos bastante tímidos, y ella me dio cierto nivel de confianza para hacer esos retratos.

Joan Jett en el muelle de Santa Mónica comiendo papas a la francesa, 1997

¿Qué sentimientos evocan estas imágenes para ti 40 años después?
Es emotivo para mí. Estaba en mi adolescencia cuando tomé estas fotos, y hoy tengo 60 años. Las imágenes traen recuerdos de mi juventud. Algunas de las personas a las que les tomé fotos ya no están con nosotros. Mis viejas fotografías me están ayudando a inspirarme. Estoy escribiendo un largometraje en este momento sobre lo que era tomar fotos en los años 70. Cuando miro algunas de las imágenes, me recuerda, “ah, puedo añadir eso al guión”.

¿Cómo ha cambiado Los Ángeles desde los años 70? ¿Ha permanecido más o menos igual?
Algunos de los edificios todavía están aquí. Al fin, Los Ángeles se convirtió en una ciudad de clase mundial. Los soñadores aún siguen aquí, pero vienen y van. Hay muy pocos lugares en los que me gustaría pasar el rato y que todavía están por aquí. El Whiskey y el Roxy todavía siguen aquí. Hoy en día, estos clubes se ven iguales, pero ninguno de mis amigos está ahí. Solía ser el chico más joven del grupo, y conocía a todos. Ahora, es todo lo contrario. Tal vez estoy un poco cansado después de la vida salvaje que llevé en ese entonces. Se necesita mucho para lograr que vaya a un concierto en estos días, pero no me encierro por completo. Hace poco, fui a fotografiar a Sunflower Bean, y fue realmente surrealista estar detrás del escenario con ellos. Era exactamente el mismo camerino que cuando estuve con Bob Dylan y Robert De Niro hace más de 40 años.

¿Cómo ha cambiado tu estilo fotográfico y enfoque a la fotografía?
No ha cambiado en absoluto. La mayoría de los editores de hoy me dicen que no cambie nada y que tome las fotos como si estuviera allí en 1977 con Joan Jett.

Sue Mengers, Michael Eisner y John Travolta en la fiesta de Grease en Paramount Studios, 1978
Foto rara de Stephen Stills en el escenario con Neil Young para cantar en un concierto de Neil Young en Pauley Pavilion, UCLA, 1976
Olivia Newton John besa a John Travolta en la fiesta de Grease en Paramount Studios, 1978
Peter Frampton con su manager, Sr. Tiny, después de un viaje al porta potty en su concierto del estadio de Anaheim, 1978
Jackie Curtis y Andy Warhol en la Galería Margo Leavin, West Hollywood, 1972
Joan Jett de los Runaways y Danny Wylde del Quick backstage en el Whiskey a Go Go, 1977
KISS detrás del escenario en el Estadio de Anaheim con Neil Bogart, Bill Aucoin, y el promotor David Forest, 1978
Joan Jett luchando con Danny Wylde de Quick en el piso del Whiskey a Go Go, 1977
Debbie Harry de Blondie entre bastidores en el Whiskey a Go Go, 1977
David Byrne de los Talking Heads entre bastidores en un concierto gratuito en UCLA, 1976
El cantante holandés Herman Brood en Hollywood Boulevard, 1976
Pete Townshend de The Who en una fiesta después del concierto en Flippers en West Hollywood, 1978
Carly Simon y su esposo, James Taylor, después de los Grammys en el Hollywood Palladium, 1976
David Cassidy en su patio trasero en su casa de Encino, 1976
La banda Popsicles, producida por Kim Fowley, en la alberca de Elterman en la esquina de Sunset y Doheny en West Hollywood, 1997
The Orchids en la sala del productor Kim Fowley, 1977
Danny Wilde de The Quick cantando en el escenario del Whiskey a Go Go, 1977
Los Ramones en el set de Rock ‘n’ Roll High School, 1978
Mark Hamill con The Quick en Malibu, 1977

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