Si algo caracteriza al castellano es, además de la opulencia y la variedad de insultos e improperios con los que cuenta, la riqueza de sus sinónimos. Ocurre algo curioso, además, con la sinonimia en nuestra lengua: cuanto más morboso es el campo semántico en cuestión, más se amplía. Así, podemos decir que vamos a cagar de maneras tan dispares como “poner un fax”, “plantar un pino” o “sacar la cabeza de la tortuga” y podemos referirnos al término copular con expresiones tan diversas como “gratinar el mollete”, “dejar ciego al cíclope” o “jugar al teto”.
Y los genitales, claro, no iban a ser menos. Los atributos masculinos tienen hasta una canción. ¿Quién no ha cantado eso de “Rabo, nabo, picha, polla, tranca, pija, verga, chorra… tiene nombres mil el miembro viril” en sexto de primaria? Los atributos femeninos no tienen un temazo así, pero también tienen lo suyo. En ellos se refleja, además (cómo no), el machismo de la sociedad que se los ha sacado de la manga. Porque, ¿qué es eso de llamar “la herida” al chichi? ¿Porque sangra? ¿Porque supura líquidos? ¿Porque mejor si no estuviera ahí?
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¿A qué iluminado se le ocurrió que a la vagina se le podía llamar argolla, como si aquello te atrapara, te provocara un desangramiento y te jodiera la vida? Las mujeres tenemos todo un abanico de nombres para referirnos a lo que tenemos entre las piernas, nombres que van de lo ofensivo a lo incomprensible pasando por lo críptico y lo ridículo. Porque muchos de los sinónimos de la vagina son más ridículos que los de pene, quizá por esa eterna persecución de la candidez asociada a las chicas.
Así, crecemos escuchando que nuestros hermanos tienen “mininglanillos” y colillas mientras que nosotras tenemos florecillas, pepitos y rajitas. Cuando nos hacemos mayores descubrimos, además, que nuestra vagina es comparada con los que probablemente sean los seres más asquerosos a los que ha dado lugar la naturaleza: los bivalvos. Y luego los traperos se empeñan en que no, que tenemos pussy. Así que quizá ya sea hora de apropiarnos de lo que nos pertenece: nuestros coños. He aquí una lista en la que se incluye el ayer y el hoy, la grandeza y la bajeza del campo semántico de los chochos. Para que cada cual elija el que, si no mejor, menos peor le parezca.
DEL REINO ANIMAL
Concha
Almeja
Conejo
Ostra
Mejillón
Pezuña de camello
Chirla
Gato recostao
Cococha
Cotorra
Y VEGETAL
Patata
Higo
Papaya
Selva (y su variante selva negra)
Flor
Huerta
Jardín
Lenteja
Pomelo
Alcachofa
Breva
Coliflor
Seta
Amapola
Haba
Judía
Garbanzo
Repollo
Almendra
Coco
COMESTIBLES Y ALIMENTOS ELABORADOS
Hamburguesa
Pechuga de pollo
Whopper
Taco
Bollo
Pipa
Molleja
EMPLAZAMIENTOS, CONSTRUCCIONES Y OBRAS PÚBLICAS
Gatera
Cueva (y su variante Batcueva)
Túnel
Templo
Pozo
Nido
Mina
Zanja
Monte (y su variante Monte de Venus)
Canalón
LOS SONORAMENTE POTENTES
Parrús (y su variable parruseta)
Mondongo
Pelúo
Panocha
Potorro
Moño
Bujero
TODOS LOS QUE EMPIEZAN POR CH-, A SABER:
Chocho (y su variante chochete)
Chichi
Chirri
Chumino
LOS INTENSITOS
Fuente de la vida
Sonrisa vertical
Abismo
Escondite
LOS CLÁSICOS
Papo
Pepe (y su variable pepito)
Toto (y su variable totito)
Raja (y su variable rajita)
Pepita (y su variable pepitilla)
Moño
To lo negro
Figa
Felpudo
Tete
LOS QUE SOLO PUEDES DECIR SI TE HACEN GRACIA LAS CHIRIGOTAS Y/O BERTÍN OSBORNE
Sacapuntas
Culo de alante
Hachazo
Peseta
Argolla
Barbuda
Boca de abajo
Llaga
Herida
Monedero
Atrapa hombres
MIRA:
LOS TREMENDAMENTE EUFEMÍSTICOS
Cosa (y su derivado cosilla)
Asunto
Tema
Partes
EL QUE SOLO PUEDES DECIR SI TIENES EL AUTOTUNE BAJADO EN EL ORDENADOR
Pussy
OTROS
Peluche
Juja
Pichurrina
Tesoro
Cuca
Corte
La de mear
Cona
Anillo
Innombrable
Florero
Canoa