Una vez más, el futbol se viste de negro. La barbaridad humana y la enajenación religiosa ha vuelto a oscurecer a la humanidad, y al deporte más bello del mundo. Un atentado terrorista ha terminado con la vida de 30 personas y ha dejado heridos a casi 100 más. En esta ocasión ocurrió en la entrega de premios de un partido amateur en la ciudad de Alejandría, donde el alcalde resultó muerto.
El penoso evento se desarrolló este viernes al sur de Bagdad. Fue uno de los asistentes quien detonó una serie de explosivos que llevaba en el cuerpo, dentro del estadio, mientras los asistentes presenciaban la premiación del encuentro amateur. El ataque terrorista fue reivindicado por el Estado Islámico (EI), según la agencia de noticias EFE.
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Además del alcalde de Alejandría, Ahmed al Jafayi, también hay diversos comandantes de la milicia chií Multitud Popular y Oficiales de los servicios de seguridad, heridos. Fue la agencia de noticias vinculada al EI, Amaq, quien anunció que: “una operación de martirio (suicida) con un cinturón de explosivos contra una concentración de milicianos en Alejandría”.
