Imagen vía Twitter El Correo
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Cuatro y cuarto de la tarde de un domingo cualquiera en Málaga. 30 grados de temperatura. La playa del Pedralejo llena a rebosar. De pronto el oleaje saca a flote un cargamento de hachís que aparentemente estaba camuflado en el espigón de la Costa del Sol.
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Una bañista se percata de la situación y avisa al socorrista, que intenta recuperar la mercancía con una bolsa de plástico para dársela a la policía. Es entonces cuando otros bañistas aprovechan para hacerse con la droga produciéndose incluso forcejeos entre ellos. “Aquello parecía un hormiguero”, explica un testimonio de la zona.
El interés por quedarse algo del alijo hace que todo el mundo se movilice y se produzca una verdadera avalancha. Los allí presentes esconden la mercancía en el interior de sus bañadores e incluso en sus neveritas de playa.
Según un medio local , una mujer llegó a envolver la droga con su camiseta, se fue a casa a esconderla, y volvió a la playa con otra ropa completamente distinta.
El hecho de que el fardo estuviera rajado hizo que las placas de costo salieran flotando del paquete y eso llamase más la atención de los veraneantes. El socorrista, alertado por algunos buenos samaritanos que le aconsejan que lo dejase correr para no acabar herido, finalmente tiró la toalla.
Jose Luis Toledo, desde el departamento de comunicación de la Policía local de la zona, nos comenta que una llamada al 092 les alertó del hallazgo. “Aunque no es competencia nuestra, normalmente estos temas los lleva el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, nosotros solemos colaborar en éste tipo de operaciones. Cuando llegamos a la playa se nos hizo entrega de 500 gramos”.
Teniendo en cuenta que un fardo suele contener entre 30 y 50 kilos de droga la cantidad desaparecida es tremendamente importante. En este caso, nos explica que aún están trabajando para identificar a aquellos quienes se llevaron la droga a su casa e investigar de dónde provenía el fardo.
Desde el Ayuntamiento de la localidad nos indican que el socorrista, al que algunos toman por un héroe y otros por un aguafiestas, no quiere hacer declaraciones sobre su precavida actuación.
Según hemos podido saber minutos después de su llegada la policía, conjuntamente con el Grupo Operativo de Apoyo, registraron las neveras de algunos bañistas y los interiores de vehículos para saber si habían ocultado allí el hachís. No encontraron absolutamente nada. Ni rastro de la droga.
Droga incautada por la policía en la playa de Fuengirola. Vídeo de Diario Sur
Después de llamar a distintos chiringuitos de la zona nos damos cuenta de que aquello fue un auténtico festival. Aunque algunos de los camareros aseguran no haber trabajado aquel día otros dicen haber trabajado tanto durante la jornada que no se pudieron fijar bien en si alguien se llevó la mercancía.
De momento, por lo que hemos podido saber gracias al cuerpo policial, se están visionando imágenes de cámaras de seguridad de comercios de la zona en busca de alguna pista. Así mismo la policía ha recordado que la posesión de 1,5 kg de esta droga puede llevar a prisión al que le pertenezca.
Es la tercera vez que bañistas encuentran droga en las costas españolas durante la semana. En Valencia, el mismo día 24, un surfista encontró otro paquete en la playa de Fernandet, en el municipio de Sueca. En este caso la policía logró incautar la totalidad de la mercancía. El pasado día 19 en otra playa de Málaga se halló un paquete de 30 kilos a escasos metros de la playa.
Quizás después de leer este artículo algunos decidan cambiar el destino de sus vacaciones y bañarse en costas donde además de medusas muertas salgan a flote fardos de hachís de vez en cuando.
