Scum es uno de esos álbumes que cambian la vida. Es casi como un libro de autoayuda, solo que te enseña que dedicar tu existencia al ruido, los gritos y la distorsión sucia es el único camino que hay para alcanzar la verdadera felicidad. Este es un disco que te enseña que la mejor forma de expresar el odio y la frustración de vivir en un mundo que se está yendo por el inodoro es a través del grindcore. Y hoy, 1 de julio, justo dos días antes de que Napalm Death toque en Rock al Parque, ese disco legendario está cumpliendo 29 primaveras.
A veces la palabra legendario se usa desmedidamente para calificar cualquier disco bueno. Pero el Scum es especial porque técnicamente fue el primer LP de grindcore de la historia. Este fue creado en una época que los británicos llaman los largos 80. Una década en la que Margaret Thatcher dominó el Reino Unido con mano dura, una época marcada por la inflación y el desempleo. La desazón se respiraba por todo ese país y los que más la sentían eran los jovenes que crecía sin futuro.
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En los hediondos callejones de las ciudades industrializadas y obreras de Inglaterra como Birmingham, donde se grabó Scum, la gente empezó a reunirse para darle un nuevo aire al punk y a la música pesada, uno más extremo y ruidoso que le regresara a su esencia under. Scum fue el resultado de la unión entre los metaleros y los punkeros que buscaban una nueva música más extrema y podrida. Desde el primer tema, “Multinational Corporations”, se siente postura política contra el capitalismo y conservadurismo del gobierno británico, algo que la banda mantiene durante toda la producción.
El desorden de esos años se puede sentir no solo en la música del álbum sino también en su historia. Para empezar, Napalm Death se formó cuando un par de amigos se juntaron en un pequeño pueblo llamado Meriden en 1981, pero cuando se grabó el Scum ninguno de los miembros originales estaba en la banda. Es más, el lado A y el lado B tienen dos alineaciones distintas. El único miembro que estuvo en ambas grabaciones fue Mick Harris, baterista que pasó a la historia por popularizar el blastbeat.
Dos alineaciones distintas significó dos sonidos distintos. El lado A del disco tiene más groove, sus canciones son pesadas sucias y tienen un aire muy cercano al hardcore. Este lado cuenta con “You Suffer” la canción más corta de la historia y clásicos como “Instinct Of Survival”, “The Kill” y “Siege Of Power”. El B es pura velocidad y gozadera. Este lado es más extremo, tiene gritos guturales mezclados con chillidos rabiosos y las canciones son todavía más cortas, casi ninguna llega al minuto. Entre las más vaciladas están “Negative Approach”, “Prision Withou Walls” y “Pseudo Youth”. El lado B sin duda es mejor que al A, por su crudeza y fuerza, y fue una influencia para todo el grind que se hizo después.
Además de todo, la genial portada del álbum la hizo Jeff Walker, bajista y vocalista de Carcass, otra de las mentes que le dieron forma al grindcore.
Scum tuvo todos los elementos para pasar a la historia y así fue. Es uno de los discos más importantes del metal y un álbum que definitivamente todo el mundo tiene que escuchar al menos una vez antes de morir.
Así que para celebrar los 29 años de esta obra de arte aquí se los dejamos para que abran una pola y brinden en nombre de Napalm Death.
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Recuerden que Napalm Death va a cerrar el segundo día de Rock al Parque.